MILO

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-Me lo llevaré- señaló el vestido que había elegido, caminamos hacia la empleada pero me detengo  al ver al  mejor amigo de Issac, siento como el aire me comienza a faltar.

Me giro hacia Adela, la cual me mira confusa. Intentó  pronunciar una palabra pero al parecer estas se han desvanecido. Trato de tranquilizarme, tal vez no se ha percatado de mi presencia así que vuelvo a retomar mi camino pero eso no dura mucho al oír una voz detrás de mi.

-¿Adina, eres tú?- con temor me volteo, para encontrarme cara a cara con una de las tantas personas que perjudicaron mi infancia.

-Milo- pronuncio y esté abre los ojos sombrado. Era de esperarse, toda la manada tenia el concepto de que iba a quedarme sorda para siempre.

-H-Hablaste- pongo los ojos en blanco, al parecer todavía no sale de su pequeño estado de shock.

-¿ Cómo saliste de los territorios licántropos, tengo entendido que los cazadores matan a todo lobo que intente cruza?- interroga cruzándose de brazos.

-¿Lo mismo digo, yo?- lo veo ponerse nervioso, no estoy dispuesta a que valla de chismoso con Isacc para que le de mi paradero.

-Yo pregunté, primero.

-No te responderé, porque eso no es de tu incumbencia. Y pobre de ti si andas divulgando mi paradero- una sonrisa estúpida se forma entre sus labios, causando que frunza el ceño.

-Si lo dices por Isacc, no te creas la gran cosa. Él esta a punto de contraer matrimonio.

Sus palabras llegaron directo a mi corazón, pero eso no debe afectarme esa fue decisión de él al rechazarme por creer que nunca volvería a ser una persona "normal" como solían llamarme.

-Para nada, ese sarnoso es pasado. Ahora mi única prioridad es terminar mis estudios y luego  veré si formo una familia con un hombre que si sepa valorarme.

Aprieta la mandíbula, al parecer le molesto que le diga sus verdades a su amigo.

-Quien se va a fijar en una chiquilla como tú, tan insignificante y para acabarla con una discapacidad de por vida- mis ojos comienzan a picar y al parecer lo ha notado.

-Soló espero que un día cambies de opinión y no seas tú por quien pase por una situación así.

Me doy media vuelta para seguir con mi camino, siento los pasos de Adela pero agradezco que no me interrogué en estos momentos. Le entregó el vestido a la señora la cual me regala un cálida sonrisa.

...............................

Observó como el agua resbala por mi cuerpo, llevo como 25 minutos dentro de la ducha. El encuentro que tuve con Milo al parecer me puede traer problemas pero esta vez no estoy dispuesta a salir destrozada otra vez. Ya fue suficiente que todos me humillaran a su antojo, por su culpa siempre fui menospreciada sin hablar de la Luna Sabrina.

Ella es la principal causante de que allá vivido un infierno en la manada, su maldita lengua venenosa orillo a mis padres abandonar la mansión. Muy pocas fueron las personas que me brindaron su apoyo condicional, gracias a una de ellas pude seguir con mis estudios. Ahora el destino me dio otra oportunidad al poder recuperar la audición.

-Adina, te encuentras bien- salgo de mis pensamientos al oír la voz preocupada de Adela.

-¡Dame unos minutos!.

Termino de enjabonarme, me envuelvo con una toalla y al pasar por el espejo me detengo. Me miro en el y soló se que esta noche será diferente. Mi corazón me lo dice, tal vez en aquí pueda encontrar a una persona que llegue a darme aquel amor que era para Isacc.

Salgo del baño y me sorprendo al ver el tocador lleno de varios tipos de marca de maquillaje sin decir de los productos para el cabello.

-A caso iremos a un desfile- trato de sonar graciosas  pero en vez de eso me gano una mirada fulminante por parte de mi amiga.

-Hoy es noche para pasarla bien, a lo mejor encuentras a tu hombre ideal.

Suelto una carcajada al oírla, pero eso no estaría nada mal. 

Camino al closet y tomo el vestido que usaré está noche. Comienzo a vestirme y me maldigo por ver que el escote es muy revelador, le agradezco a la diosa luna que el señor Máximo tenga que trabajar esta noche.

Agarró la rizadora y comienzo a pasarla por mi cabello, tras unos minutos después quedó satisfecha por las hermosas ondas que he logrado hacer para ser mi primera vez usando el aparato. Con temor aplicó el maquillaje sin cargar mucho sobre mi cara.

Salimos de la casa y corro a los brazos de Adán, me corresponde el abrazo un poco sorprendido pero estos dos gemelos se han ganado un lugar en mi corazón aunque se que ocultan algo pero eso lo averiguare más adelante.

-Valla al parecer alguien, si me extraño- me apartó de él sonrojada, Adela pasa por un lado no sin antes empujar a Adán haciendo quede muy cerca de mi. Siento sus labios rozar con los míos, en eso me paralizo al sentir como pasa su lengua sobre ellos.

-Saben a fresa, mi favorito. Esta noche no te liberas de mi.

Se aleja con una sonrisa traviesa, trago grueso por sentir como recorre mi cuerpo de manera descarada. Me entremezco al sentir su respiración cerca de mi oreja.

-Te vez jodidamente sexy, no dudaría hacerte mía esta noche.

-A-Adán- suelto un gemido, al sentir como muerde el lóbulo de mi oreja.

-Serás mi perdición, Adina.

Me toma de la cintura y nos dirigimos al deportivo. Adela nos mira con picardía.

-Al parecer muy pronto tendré cuñada.

-Eso se sabrá está noche, verdad mi dulce Adina- aprieta mi cintura haciendo que de un brinco.

-S-Si- tartamudeo, al estar cerca de Adán me hace sentir amada y con esa seguridad que nunca antes había sentido.

.......

Al llegar a la fiesta no me asombró que sea en una lujosa mansión, todos los que asisten en la universidad tienen una posición económica muy alta incluyéndome pero claro todo eso le pertenece al Sr. Máximo.

Bebo el líquido del vaso de un solo tragó siento como quema en mi garganta. Me volteó en busca de los gemelos hasta que mi mirada se topa con una escena para nada agradable.

-Pensé que a las personas con discapacidad les tenían prohibido estos lugares- esa maldita voz, será que es un castigo toparme en todos lados a Milo.

Lo miró de arriba para abajo y el condenado luce muy sexy. Borró aquellos pensamientos que jamás saldrán de mi boca.

-¿Porqué, Milo?- la pregunta se escapa de mis labios ganando una cara de confusión por parte de él.

-¿Qué?- mencionó para después beber de su bebida.

-Alguna vez te hice algún daño, si es así te pido una disculpa.

Con eso estoy dispuesta a marcharme  pero una mano me detiene.

-Una persona como tú, nunca dañaría a nadie. Pero creó que ya es el momento que sepas él porque de mi comportamiento hacia ti.

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        Hola mis lind@s lectores🥰

Le pido una disculpa por estar ausente con esta historia, pero ahora me pondré al corriente con ella.

Espero que les haya gustado el capítulo.Nos leemos pronto, besos ❤💋

                          KeylaIveth 🤗

Prometo Recuperarte (Serie Prometo #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora