TIEMPO DESPERDICIADO

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Omnisciente

Tres años después

Los pequeños corrían por el jardín intentando no ser atrapados por su padre, las risas eran melodías para el cazador y la loba. Tres años habían pasado volando, de lo cual pasó de todo, la pequeña hija de Máximo con cuatro años siempre andaba muy apegada con el pequeño Matías haciendo que los celos de Adán salieran relucir revelando la verdad.

Cuando los gemelos cumplieron un año Adina y Milo decidieron casarse ese mismo día, ambos escogieron esa fecha por símbolo del producto de su amor que eran sus hijos. Ese día vestía un hermoso vestido blanco sencillo, la ceremonia fue algo pequeña donde sólo asistieron sus familias, Adina la alegría deslumbraba en su cara por tener a sus padres acompañándola en ese día.

A pesar de que ambos tuvieron lesiones graves, ellos lucharon por seguir con su hija. Al principio fue doloroso para la loba, ya que el amigo de Máximo no les daba muchas esperanzas, solo que un día ambos derrepente despertaron como si nada les hubiera pasado ya que su comportamiento fue el mismo de siempre, aún en cama los padres de la loba no dejaban de hacerles bromas y eso con el fin de que su hija siempre llevará una sonrisa en sus labios y no lágrimas en sus ojos.

(...)

‒ Mami ‒ llama el pequeño omega a la loba entre los pasillos tallando sus ojitos.

Adina con solo oír la voz de su cachorro, salió de la cama cubriendo su desnudez con la sábana y corrió al armario por una camisa. Cuando estaba terminando de colocarse la camiseta, se abrió la puerta dejando ver al pequeño Matías.

‒ ¿Qué sucede, cachorro? ‒ preguntó, mientras se acerca a su hijo.

‒ Volví a soñal con un homble ‒ contesta entre los brazos de la loba.

‒ ¿Un hombre? ¿De perdido era guapo en el sueño? ‒ cuestiona con tono de diversión en su voz.

Matías vio con el ceño fruncido a su madre, con sus brazos rodeó el cuello de ella y la abrazó de manera posesiva.

‒ Mami ‒ habla intentando atraer la atención de ella ‒, lecuelda que eres mía y con papá te compalto.

Adina esas palabras le causaron ternura, sus dos hijos eran tan posesivos como su progenitor. Amaba su pequeña familia, nunca estuvo tan agradecida por como la vida le cambió en un abrir y cerrar de ojos. Desde pequeña soñaba con tener un matrimonio como sus padres, pero su destino fue otro y terminó enamorada del mejor amigo de su ex alma gemela.

‒ Adina ‒ la loba detiene sus pasos al oír la voz ronca del cazador.

Matías se remueve entre los brazos de su madre dándole entender que lo baje, cuando pone sus pies en el suelo corre hacia la cama para llenar de besos al cazador.

‒ Papi, mañana con el tío manzana ilemos al palque ‒ dice emocionado el pequeño omega.

Un gruñido sale por parte de su padre, Milo odiaba que a tan temprana edad Adán se acercará a su hijo y más dejándole claro a su sobrina que ese omega ya tenía dueño.

‒ No irás con ese hijo d... ‒ rápidamente calló cuando se dio cuenta de las palabras que estaba utilizando frente a su hijo.

‒ Mami dice que debes lavalte la boca con jabón pol decil palablas sucias.

‒ Ella tiene toda la razón, ahora ve a darte un baño ‒ dice Milo saliendo de la cama con el omega.

‒ ¿Pol qué está parado eso, papi? ‒ le pregunta curioso.

Milo dirige su mirada abajo y se sonroja. Deja a su hijo en el suelo y agarra un cojín para cubrir su  erección, la loba se lleva al omega de ahí sin antes susurrarle a su esposo que se encargué del problema.

(...)

Él alpha abrió los ojos con pereza intentando acostumbrarse a los rayos del sol. Miró el lugar en el que estaba y frunció el ceño al darse cuenta que estaba en la habitación de un hospital.

Aquel reencuentro con aquella mujer de cabellos cobrizos no recordaba, ella se encargó que esa platica quedará bloqueada en la mente del lobo. Todavía no era el momento para que  se acordará, tenía otros planes para Isaac y el primero era ponerlo aprueba que tan leal es en su promesa con encontrar a la beta.

‒ Hijo ‒ musito Castiel cuando entró a la habitación viendo a su hijo sentado.

Isaac volteo a la puerta y no le pasó desapercibido las notables bolsas negras abajo de los ojos de su padre.

‒ Necesito un teléfono ‒ dijo con voz ronca, Isaac al borde de la desesperación intentó quitarse los cables que estaban conectados a su cuerpo.

Varios enfermeros ingresaron a la habitación, sostienen al alpha con fuerza mientras que una mujer le inyecta un calmante. Poco a poco va cerrando los ojos y su última palabra fue el nombre de la beta.

(...)

‒ ¡No permitiré que esa mojigata se acerque a mi hijo! ‒ exclamó la madre del alpha, mientras veía por la ventana.

Castiel por otro lado, le daba poca importancia la amenaza de su ex mujer. Se pone al lado de ella y lleva a sus labios el vaso de whisky, de un solo trago bebió todo el contenido sintiendo como el líquido quemaba en su garganta.

‒ Castiel ‒ lo llamó Sabrina ‒, por el bien de nuestro hijo; tú y yo debemos volver a ser un matrimonio.

El ex alpha se sintió alivió de haberse tomado el licor sino lo hubiera escupido en la cara de ella, retrocedió y después soltó una carcajada dejando a su acompañante desconcertada.

‒ Primero me clavó una daga antes de volver a pedirte semejante idiotez ‒ le dijo seriamente ‒. Lo nuestro terminó el día que decidiste ponerme los cuernos con Braulio.

La mujer lo vio enfurecida, nada de lo que tenía planeado estaba saliendo a su favor. Se acercó a él y de forma provocativa le restriega su trasero, agarra su mano y la lleva a su muslo, con su ayuda va subiendo el vestido y libera un aroma endulzante. Los sentidos del ex alpha se van cegando y su polla no tarda en reaccionar y ponerse deseosa por tenerla adentro de ella.

《Aléjate de esa zorra》‒ las palabras de su lobo lo traen de vuelta a la realidad.

Sacude su cabeza y puede ver que estaba por entrar en ella, se aparta y busca su ropa sin decir ninguna palabra.

‒¡Castiel! ‒ ignora sus llamados y sale de ahí dejándola desnuda.

(...)

‒ ¿Te encuentras bien, papá? ‒ le preguntó Isaac a su padre.

‒ Estuve a nada de follar con Sabrina ‒ confesó aún en estado de shock.

Isaac casi se ahogó con el trago de agua, Castiel con preocupación se acercó al lobo y le dio pequeñas palmaditas.

‒ ¡¿Qué?! ‒ exclama después de  recuperarse de su casi ahogo.

‒ Tu madre siempre me ha sabido seducir ‒ se justifica ‒. No importa las veces que la rechace, ella sabe cómo meterse conmigo.

Isaac rodó los ojos, tenía que ponerle un alto a su madre, ella nunca le importaba lo que pudiera pasar con él. Su único objetivo es tener riqueza, estatus y una marioneta, ella siempre a visto por su conveniencia y eso nadie lo podrá cambiar.

‒ Será mejor que te vayas por un tiempo ‒ aconsejó ‒, debes ser feliz con Ariana. Ustedes tuvieron tiempo desperdiciado por las mentiras de una mujer ambiciosa, ahora les toca recuperar todos los años perdidos.

Prometo Recuperarte (Serie Prometo #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora