Capítulo 24

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—Siglos atrás, Perséfone, la hija de Zeus y Deméter, estaba recogiendo flores en un
prado cuando Hades irrumpió por sorpresa y la raptó con su carro para que fuese su reina
en el Inframundo. Hermes actúa como psicopompo con la función de conducir las almas de
los difuntos. Un psicopompo es un ser que en las mitologías o religiones tiene el papel de
conducir las almas de los difuntos hacia la ultratumba, cielo o infierno. Hades, tras mucho
tiempo en su palacio, se sentía solo, puesto que ninguna mortal ni diosa quería vivir en un
lugar tan oscuro y triste. Por ello, un buen día, o malo, según se mire, Hades empezó a
buscar candidatas a reinas del Inframundo. Por supuesto, sin contar con su opinión. Así se
fijó en una bella joven de nombre Perséfone, hija de su hermana, Deméter, diosa de la
agricultura, entre otras cosas. Las fortalezas de Hades incluyen su riqueza de la tierra,
especialmente los metales preciosos, persistencia y determinación. Sus debilidades
incluyen su pasión por Perséfone. El dios del Inframundo es impulso y engañoso, pero
siempre se ha refugiado en los brazos de una diosa del Olimpo. La tierra sufrió de repente
un pequeño temblor, agrietándose el suelo, desde donde Hades, montado en su carro de
caballos negros, surgió y raptó a Perséfone para desaparecer por la grieta con rapidez,
ocurriendo lo mismo con esta y quedando finalmente todo como si nada hubiera pasado.
—Ada, no comprendo por qué me cuentas algo que la mayoría de los dioses sabe
—masculla impaciente—. Hermana, necesito tu ayuda, no una clase de historia.
—Pero ¿acaso no fui obvia? —se queja al otro lado del teléfono—. ¡Usa el rapto de
Perséfone a tu favor para defenderte de Hades!
Ada Gray también es hija de Hades, pero Matt no se lo ha contado a Amy. Ada prefiere
decir que no tiene padre y prefiere resguardar esa información por respeto a su hermana
paterna.
Mientras tanto, Max Voelklein es su hermano terrenal. Él también ha vivido el castigo de
Hades por tener un amor muy fuerte con la hija de Afrodita.
Una familia disfuncional que conoció hace años, en donde está en juego el honor, la
perduración del alma y el temor al exilio del descanso eterno.
Se halla en uno de los cafés que tiene el hotel de sus difuntos padres. No ha dormido en
toda la noche con temor a hacerle algo a Amy por culpa de Hades. Está ojeroso,
malhumorado y con un miedo muy grande en su pecho. Su camisa blanca está desaliñada.
La mayoría de los huéspedes que desayunan esa mañana en el café no creen en
absoluto que aquel tipo ubicado en una mesa rinconera es el dueño de ese lujoso hotel y de
varios más.

—¿Me pides que preste atención? No he dormido, joder.
—Matt —Ada suspira en el teléfono—, Hades ama a una diosa del Olimpo, la cual ha
raptado y ahora es su esposa. ¿Crees que cometes un delito amando a Amy? Te
equivocas.
Entonces comprende lo que Ada Gray intenta explicarle. Se siente un inútil, un
despistado por no prestarle atención a semejante detalle.
—Tengo miedo de matarla, Ada. —Se lleva el puño cerrado a los labios y se le quiebra la
voz.
Desde el enorme ventanal, ve cómo el cielo se nubla y poco a poco un viento
estremecedor se levanta.
—¡Hades intentó meterse en tu cabeza para que mates a Amy! ¡Y eso es lo que ha
pasado! ¡Tú no le harás nada! —insiste su hermana preocupada—. Tu padre es una escoria
que debería ser enviada otra vez al Inframundo. Zeus debe estar pasando por la más
grande cólera al enterarse de que su hermano ha salido de este. Solo es cuestión de
tiempo.
—Sé qué tú y Max pudieron hacerlo hace un tiempo atrás. No pierdo las esperanzas de
que eso ocurra otra vez —murmura el joven decaído.
—No quiero hablar sobre ello. —Ada se pone a la defensiva, como si eso le causara un
mal recuerdo—. Si yo tuve un futuro prometedor, tú también lo tendrás, Matt. Mi madre pudo
defenderme de Hades. El Olimpo a veces castiga y en otras ocasiones salva. Todo depende
del capricho de los dioses.
—¿Crees que Artemisa se ponga de mi lado cuando se entere de que intentaron
asesinar a una de sus hijas?
No escucha la respuesta de Ada, ya que es opacada por un ensordecedor rayo antes de
que la lluvia llegue al fin. Un rayo similar a una flecha. En el suelo también se siente un
ligero temblor, de esos que hacen vibrar tus pies y te erizan la piel.
Alguien ha despertado la furia de Artemisa y Perséfone responde con otro grito.

El clímax de un millonario (Libro 2 TRILOGIA EL PECADO DE LOS DIOSES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora