CAPITULO 4

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Al ver a ambos chicos hablar animadamente en pleno receso, el Omega sólo suspiró, sin entender el porqué si querían conquistarlo, ahora no lo hacían. Y es que no rogaba por atención, pero le desconcertaba en verdad. Porque, ¿Por qué no lo hacían? Se sentía raro. Nunca antes había deseado que alguien estuviera pendiente de su persona, más aún así, lo deseaba; causando una incongruencia en sus palabras. Por lo que pensando en ello y apareciendo un puchero en su boca, no hizo más que apegarse en la mesa, recorriendo cada detalle de ambos alfas a lo lejos. Dándose cuenta que Hyunjin tenía los labios abultados, los cuales se notaban al verlo sonreír a sus amigos mientras hablaban, al mismo tiempo que mostraba esa sonrisa seductora a cada quien que pasaba, matando a cualquiera que lo mirara, incluso hasta a Minho, quien no podía dejar de verlo, recalcando en todo momento lo hermoso que era. Pero por otra parte estaba Jeongin, sentado al lado del alfa mayor, sonriendo tiernamente mientras los chicos de su grupo, quienes charlaban con ambos, sobaban su cabeza de forma delicada y amical. A simple vista, el menor no parecía ser mal chico, al contrario. Más cuando sus ojos se encontraban, haciendo contacto con su persona, con sus ojos color cafés, rápidamente éste desviaba y los retiraba con frialdad, la misma que le había mostrado en esos últimos días. Pero rayos, el omega no podía dejar de pensar ni aunque lo quisiese, en cómo éste lo había salvado de esos alfas carroñeros, los cuales habían olido sus feromonas el día de su celo. Porque si Jeongin no hubiese impregnado su olor en él, y si no hubiera tocado sus manos, tal vez hubiese terminado siendo tocado por otras personas, por esas manos asquerosas que no pertenecían al menor. Pero al final no había pasado nada, porque Yang había sido su salvación. Ese niño había terminado ayudándolo, sabiendo que tendría que reprimir sus instintos animales.

"Alfa."

En ese momento, su omega saltó de alegría, detectando un dulce y exquisito aroma que llegó a invadir sus fosas nasales . Más cuando volteó a ver a quién pertenecía, lo único en que pudo fijarse, fue en Hyunjin, quien estaba hablando animadamente con una de las chicas, parte de su grupo de delegados, la cual estaba tratando de coquetearle. Entonces fue ahí cuando su impulsivo y aniñado yo, comenzó a evitar soportar sus celos, y se dirigió molesto hacia él, interponiéndose entre ambos, tratando de marcar territorio. Siendo una omega la única rival para otro omega. Por lo que mirando mal a aquella muchacha, tomó la mano del alfa mayor, antes de poder sacarlo del salón ante la mirada de sorpresa de cada uno de sus compañeros y de ese profesor que ahora pedía a cada uno sentarse en sus asientos. Pero por parte del omega, éste estaba molesto, realmente furioso, por lo que no se detuvo, aun ante la llamada exhaustiva del docente, y prosiguió con su camino hasta estar dentro de un lugar en el que ambos estarían fuera de cada peligro, recorriendo cada salón.

"Mío, sólo mío." 

Al final ambos terminaron más allá del patio de su colegio, llegando a una galería llena de varios artículos de limpieza, los cuales eran escondidos por los señores que realizaban esta actividad. Cuando vieron la puerta, el omega no evitó adentrarse en ella, abriéndola, haciendo que ambos pudiesen entrar, para mantenerse en silencio algunos minutos, mientras Minho trataba de tranquilizarse de lo molesto que estaba. Pero realmente no entendía qué estaba haciendo, y el porqué de sus actos, pero más allá de lo que no comprendía, sabía perfectamente que deseaba internamente tener al alfa sólo para él. Retenerlo a su lado.

"Bésalo, tú y yo sabemos que quieres" —Su omega ya no podía más, necesitaba la esencia de algún alfa, y parecía que su yo humano quería con ese chico. Entonces, ¿Qué había de malo con ayudarlo?

TRUE LOVE [JEONGHO/HYUNHO][FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora