CAPITULO 11 - PARTE 2

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Ambos chicos estaban mirándose fijamente ante aquella pregunta, debatiéndose en si hacer caso a su corazón

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Ambos chicos estaban mirándose fijamente ante aquella pregunta, debatiéndose en si hacer caso a su corazón. Por un lado Jeongin no dejaba de ver sus labios, mientras que Minho no dejaba de ver los ojos de éste y cada perfección de su rostro. 

¿Debían dejarse llevar?

El tiempo parecía no esperar y sus labios pedían estar juntos como un imán. Por más que ambos se estuviesen deteniendo a hacerlo, tal vez jamás podrían olvidar esa sensación de tener al otro en sus brazos.

«Que confuso...» —Pensaron ambos antes de sentir como las cajas de aquella sala empezaban a tambalearse atrás suyo. Cuando éstas tocaron la espalda de aquel Omega, la estabilidad se quebró, haciendo que empiecen a caer una a una sobre ellos. Por suerte, Jeongin había tomado a Minho de la cintura, apegándolo a su pecho, mientras su brazo intentaba cubrir el peso que comenzaba a caer sobre ellos. Si no hubiera sido por ello, seguro ambos hubiesen sufrido consecuencias. 

Pero aquello no había pasado, y ahora se encontraban cerrando sus ojos por el impacto, abriéndolos poco a poco hasta sentir sus respiraciones muy cerca y esos corazones que no dejaban de latir.

¿Por qué seguían así? ¿Cuándo podían solucionar y terminar esos sentimientos que aún vivían en su interior?

Minho: Jeongin... —susurró con los pómulos rojos

Si estar nervioso podría describir al alfa en ese momento, pues el hecho de que el Omega haya presentado signos de estar en su celo, lo ponía aún más. Jeongin no sabía qué hacer, Minho estaba demasiado cerca ahora, oliendo su cuello, refregándose, dejando que su dulce aroma invada sus fosas nasales. Lo malo era que su lobo solo quería besarlo y hacerlo suyo, mientras que su parte racional sólo esperaba abstenerse de cometer una locura. ¿Cómo debía reaccionar? ¿Debía hacer que todo su cerebro deje de procesar información, o debía considerar la idea de alejarse?

Jeongin: M-minho... Debes parar

Minho: N-No puedo

Tampoco puedo hacerlo; pensó Jeongin antes de ver esos ojos brillosos de la persona que aún amaba, tomándolo de las mejillas para plantar un beso en sus labios mientras se dejaban llevar por aquel sentimiento, por aquellos instintos de su cuerpo. Sus bocas se empezaron a mover en una bella sincronía, mientras el Omega lograba sujetarse de la barra trasera, mientras que el menor, empezaba a hacer del beso una melodía que envolvía a ambos a cada segundo que pasaba.

«¿Por qué nos sentimos así?» —Pensaron ambos, mientras seguían el ritmo de sus labios, los cuáles estaban un poco hinchados por aquel beso que había durado más de lo que pensaba, pero lamentablemente no podían acabar, y seguro acabaría mucho después de lo que podían esperar. 

Pero sus bocas no eran lo único que no podían dejar de moverse, sus manos estaban algo inquietas. Por un lado el Omega subía sus manos a la nuca del menor, mientras que el alfa buscaba la dersa piel de su mano para entrelazarlas para que con la que tenía desocupada pudiese atraer al mayor de la cintura.

MinHo: a-alfa~

Comenzó a jadear el de ojos gatunos al sentir como los besos de aquel chico bajaban por su cuello, haciéndolo sentirse tan suyo como lo había sido alguna vez. Porque sí. Aún en su memoria, el único recuerdo que aún anhela, es de aquella vez que se hicieron uno por primera vez. Y ese recuerdo nadie se lo puede borrar. Y parecía que nadie se lo iba a quitar. Era un recuerdo que hacía a su cuerpo vibrar porque simplemente lo amaba. Pero todo tenía un final y era lo que molestaba a Minho.

Jeongin: Minho, debemos detenernos

Se acomodó frente a frente con el omega, viéndolo a los ojos antes de apretar sus labios para dejarlo ahí jadeando luego de haber agarrado sus cosas, saliendo de aquella sala donde sus ojos se encontraron por primera vez. Dejándolo solo, una vez más.

Y entonces ambos se quedaron con los corazones latiendo a mil, mientras sus cerebros querían procesar lo vivido. ¿Por qué se habían dejado llevar así? ¿Por qué no se detuvieron? Tal vez, jamás pudieron ocultar la razón de que aún sus labios pedían a gritos el sabor del otro. Tal vez, lo que realmente significa el amor estuvo siempre en sus mentes y pensaban negarlo. Porque para ellos, la ilusión de tenerse era más grande que cualquier miedo. Aunque Minho llegara a odiarse por haber cambiado al alfa que tanto amaba, jamás lo había olvidado. Porque aunque Jeongin había tratado de quitárselo, su corazón lo volvía a llamar a gritos. Porque tarde o temprano, ambos sabían que se necesitaban y eran esa persona destinada que tantas leyendas habían hablado, porque sus labios al rozarse se dieron cuenta de quién era la verdadera persona a la que querían para toda la vida. 

Han: Hey Min, Hyunjin dijo que te traiga es- ... MinHo, ¿Estás rojo? 

El mayor no pudo responder al ver a su amigo entrar, lo único que podía hacer es quedarse quieto, viendo aquella luna gigante frente a él, viendo su resplandor, tocándose los labios delicadamente hasta recordar cada momento vivido con Jeongin. No podía olvidarlo y mucho menos dejar de lado lo que había pasado. Y ahora lo único que le quedaba era revolotear sus cabellos más confundido que nunca, porque su corazón había elegido alguien y la vida le había dado a tener a otra persona, persona a la que no quería dañar. 

Ahora... 

¿Cómo debía solucionar ese conflicto otra vez?

TRUE LOVE [JEONGHO/HYUNHO][FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora