CAPITULO 4 - PARTE 2

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Después de que hubiese aceptado y de que la reunión que habían tenido con Seungmin, para recibir al primo del menor, el llamado Felix, terminara, todos se habían ido a sus habitaciones, o casi todos, cada uno por su lado, quedando a último minuto sólo alguno de ellos. Pero por suerte, y para todos, casi la mayoría de ellos vivían en el mismo lugar de departamento, por lo que ninguno tenía inconveniente de salir y perderse. Porque al fin y al cabo, sí o sí llegarían a sus hogares. Lo que era un alivio para muchos.

Así mismo, y no pasando por alto, podemos afirmar que la fiesta fue un éxito, después de todo. Entre bromas, juegos y alcohol. Pero claro, para los menores se le fue prohibido lo último, ya que eran eso, menores, y Seo Changbin no tenía pensado tener a su pequeño novio colgado de él, tal y como siempre lo hace cuando se le pasa de copas. Además de que ambos esperaban el celo de Seungmin para poder marcarlo como suyo; por lo que estaban queriendo evitar el no hacer una pavada y unirse por un simple día de bebidas, porque al final de todo, ellos querían que fuera especial.

Por otro lado, estaba Minho, quien después de todo esto se había ido a su habitación, sin esperar a alguien que lo acompañe, o eso sabían los demás, quienes estaban conscientes de que el prometido de éste no lo había acompañado por ciertas circunstancias del trabajo. Pero el estar solo les aterraba a algunos, ya que su amigo no era muy buen bebedor que digamos, y seguro estaría trabado en su puerta tratando de encontrar el maldito agujero de donde se pone la llave.

Y claro, no estaban tan fuera del contexto, porque de aquella manera se encontraba aquel Omega, fuera de la puerta, tratando de encontrar el agujero mientras entrecerraba sus ojos.

«Maldita puerta, maldito hoyo, maldito todo» -Renegaba en sus adentros. Y no fue hasta que escuchó un sonido de pasos que se detuvo, volteando y chocando con el cuerpo de un chico un poco más alto que él.

«Ese aroma...» -Pensó su Omega.

Con un pequeño levantamiento de cabeza, los ojos de ambos se encontraron, aunque el más bajo sólo veía un bulto borroso por la borrachera; pero aún así, su olfato era agudo y el olor a fresas era inconfundible en su interior. No sabía si era por el olor, pero empezó a sentir su cuerpo caliente.

¿Tenía fiebre?

Miles de preguntas pasaron por su cabeza. Pero al final solo se dedicó a hacer caso a su borrachera, haciendo un puchero y reclamando al alfa por haberse chocado con él. El más alto sólo lo miró con desinterés, tratando de pasar por su lado, pero éste lo detuvo.

Minho: ¡Hey, no me ignores!

Gritó el Omega con un puchero que el alfa no pasó desapercibido, queriendo salir de ahí antes de cometer un error. Pero el mayor sólo volvió a detenerlo, impidiendo su pase, abriendo sus manos para terminar por sujetarse de su chamarra.

«¿Por qué haces esto?» -Se preguntó el alfa, mordiendo su labio, tratando de quitar las manos del pequeño, pero éste no lo quiso, en vez de eso se inclinó, y lo atrajo más a él, haciendo que sus respiraciones se unan.

«Sigues comportándote así» -Pensó el alfa antes de escuchar todo lo que aquel Omega empezaba a decir. Y si el Omega pensaba que era resistente a cinco vasos de Soju, pues se equivocaba, porque ahora se encontraba diciendo millones de incoherencias fuera de la puerta de su departamento, sujetándose de un completo desconocido, quién ahora sólo reía internamente por las palabras que salían de éste y el comportamiento adorable que según él, se veían en Lee Minho.

Minho: ¿Por qué te ríes tonto alfa?

Preguntó el pequeño omega, mientras se sujetaba de la chamarra del menor, teniendo una ceja fruncida y los labios un poco morados por el frío. Cuando el alfa notó esto, inmediatamente sonrió y se acercó con detenimiento, rozando los labios de éste, sacando su chamarra con cuidado, para luego ponérsela a Minho; al fin y al cabo no quería que terminase resfriado.

Odio tener que cuidarte...

X: ¡Hyung, Hyung! ¿Qué ha- ¡¿Jeongin?!

Minho: ¿Jeon- qué?

Habló como pudo al escuchar al menor de su grupo mencionar aquel nombre, tambaleándose de lado a lado, mientras que su vista trataba de asimilar aquel rostro frente al suyo.

Seungmin: ¿Qué hace aquí? ¿Vives acá Jeongin?

¿Qué? ¿quién vivía aquí?; se preguntó internamente un Minho todo pasado de copas, sintiendo las inmensas ganas de vomitar pero no me de momento, tomándose aún del cuerpo del más alto, apoyando su cabecita a su mano mientras todo giraba a su alrededor, hasta llegar a una sola conclusión. Y entonces, en un segundo, su risa se dejó de escuchar en el pasillo, para sólo oír un breve bufido. Debía ser una maldita broma; se dijo.

Minho: Él no es Jeongin~ -dijo mientras elevaba un dedo hacia el mencionado- ¡este alfa maldito no es Jeongin! Él tiene esos hoyuelos preciosos, esos labios que una vez-

Seungmin: ¡Hyung!

Y ahí terminó todo el pequeño discurso de un Omega pasado de copas, ya que no terminó de hablar nada por el gran error que había cometido. Mientras que un Seungmin estaba tomándolo de los hombros con mucho cuidado de no mancharse en el charco de la devolución de todo el trago que estaba en el estómago de Minho; por su parte, Jeongin sólo se dedicaba a mirar a su Omega con una mirada sutil, suspirando bajo; aquel chico todavía no cambiaba.

Jeongin: Llévalo a su casa, debe descansar

Seungmin: Pero, pero... ¿Y su chamarra?

El Alfa negó, lo último que quería era que el Omega siguiera en todo el frío de la ventilación del lugar, prefería que esté en su habitación, bajo miles de sábanas mientras se calentaba un poco, a que siguiera vomitando frente a sus ojos.

Con una sonrisa, revolvió los cabellos de Seungmin y negó una vez más.

Jeongin: No te preocupes, ahora acompáñalo, ¿Si? -sonrió- Y Seungmin

Seungmin: ¿Sí?

Jeongin: No menciones nada de esto, si te pregunta sobre la chamarra, dile que es de Hyunjin... ¿Bien?

El menor de los omegas sólo asintió, viendo cómo el alfa ingresaba al departamento de al lado con una mirada perdida en quién sabe qué. Lo único que pudo notar Seungmin era que su amigo de la infancia, al igual que Hyunjin, tenían un brillo particular cuando veían al Omega. Tal vez no lo habían notado ellos, pero amaban a una sola persona y eso sería un lío para ellos.

O tal vez ya lo estaba siendo.

Seungmin: ¡Hyung, no me vomite!

El menor suspiró, rodando los ojos, tratando de meter ahora a su amigo al departamento. Mañana seguramente se levantaría con alta resaca, pero vamos, también fue su culpa por creer que resistiría, cuando al final no había resistido más de una copa.

Este chico tiene un problema; pensó.

Pero bueno, tampoco podía hacer nada, sólo acompañar a que su amigo se sienta mejor hasta que su alfa le llamara. Y eso hizo, se quedó todo el rato, hasta que Minho terminó sano y salvo bajo varias frazadas, luego de haber mandado miles de audios a quién sabe quién en su celular.

TRUE LOVE [JEONGHO/HYUNHO][FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora