CAPITULO 3 - PARTE 3

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¿Me explica luego? ¿Qué se cree? 

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¿Me explica luego? ¿Qué se cree? 

El Omega de Minho estaba más furioso que él, mientras que su yo normal sólo miraba por la ventana en esa fría noche, cubierto con la capucha de la casaca de su acompañante. Estaba cansado pero no podía detener a Lee Know; éste estaba más molesto que él mismo y cuando eso pasaba no se detenía hasta sentir la calidez de un alfa, o al menos, hasta que alguien le comprase comida. Pero quién podría hacerlo ahora. Pues nadie. Porque ambos, en medio del auto estaban en silencio, sin querer empezar una conversación. Mientras uno pensaba en qué ocultaba su prometido, él otro pensaba  en llegar lo más rápido posible para hacerle olvidar esa escena a su novio.

¿Acaso no me hablará? Alfa tonto

Hyunjin: Oigo hasta acá a Lee Know, Minho

Minho: Sabes que no puedo controlarlo

Hyunjin: Él sí podía...

«Porque él...» 

El Omega suspiró, volteando a ver a su prometido con una ceja en alto. ¿A qué venía sus palabras ahora? ¿Por qué justo en ese momento? ¿No sabía que no era momento de estar celoso?  

Minho: ¿Quién podía qué?  

Las palabras en la boca del alfa no pudieron salir, la mirada de su enamorado y prometido era demasiada intensa. Tanta, que podría jurar que en ese momento cualquier paso en falso llevaría a un caos. Pero él no podía hacer nada. Los celos, la envidia. Todo ello era fácil de que salga cuando tenía tanto miedo de perderlo.

Hyunjin: Olvídalo

Minho: Hyun, ya lo dijiste, sólo dilo

El alfa negó. No quería decirlo, no quería que el Omega se enfadara con él. Ya estaba muy aterrado por la idea, y no quería terminar escuchándolo de la boca de la persona que amaba. Porque estaba terriblemente nervioso, y sabía que iba a fregar toda la magnífica velada que habían tenido por hablar sobre sus miedos.

Minho: Vamos Jinnie, dime

La mano del más bajo había tocado la suya, dándole a entender de que todo estaba bien y que confiase en él. Y fue entonces cuando el más alto no tuvo opción que hacerlo. Aunque tenía miedo lo hizo, tomando las manos de su Omega mientras ante cada palabra los ojos de aquel chico se abrían en demasía. Minho estaba terriblemente triste y algo culpable. Él tenía que ayudar a Hyunjin, en vez de ello, hasta ahora no había hecho nada más que crearle dolor. ¿Qué era él? ¿Por qué siempre lograba dañar a los demás?  

Minho: yo.. 

Hyunjin: No digas nada más, por favor, sólo bésame 

El mayor sólo sonrió tomando las mejillas del menor con delicadeza, dejando pequeños besos en sus mejillas, para después verlo de cerca con esos ojos que querían transmitir una pequeña sensación de paz, un pequeño "no estás sólo" en ellos, antes de unir sus labios delicadamente como si nunca hubiesen probado los contrarios, dejándose llevar un rato entre esos sentimientos que estaban escondidos. ¿Por qué el amor era tan confuso? ¿Por qué los corazones se enredaban tanto? Estaban confusos, pero no querían pensar en nada más que ellos dos por ahora. Pensar en seguir viviendo de esa manera, porque así vivirían feliz. Porque después de todo ya estaban comprometidos y tenían que seguir la historia que ya estaba escrita para ellos.

[...]

Por otro lado Jeongin no sabía dónde se había metido, ni porque había terminado al frente del padre de Hyunjin. Sólo sabía que tenía que escuchar atentamente y no hacer ningún sólo movimiento porque hasta el último acto seguramente podía ser utilizado en su contra en esa casa. No era novedad que tanto Jeongin como Hwang Jinyoung no se llevaban bien, pero aún así estaban solos, en una sala, mientras el mayor tomaba una copa de vino y lo llevaba a su boca con tranquilidad, observando al alfa menor no mostrar respuesta.

Padre Hwang: ¿Y bien? ¿Hablarás?

Jeongin: Creo que usted debe hacerlo —habló con voz neutral y algo ronca— usted fue quien me mandó a traer acá

Padre Hwang: Después de todo parece que resultaste más inteligente de lo que pensaba —rió mientras dejaba la copa a un lado de la mesa y ahora se dirigía a mirar fijamente a aquel pequeño frente a él— muy diferente a tu hermano

Al escuchar esas palabras el menor sólo optó por apretar sus puños. El padre de Hyunjin se estaba pasando. ¿Qué tenía que hablar de Jeongbin? ¿Qué le interesaba? Además, ¿Qué tenía que ver él en ello? De una forma u otra, ahora todo cuadraba y al ver el mayor el reloj en el brazo del padre Hwang, sus ojos se agrandaron en más. Aquel reloj se parecía al que veía en sus pesadillas, aquel que lo alejaba de su señor más querido. ¿Acaso él era el culpable de que sus padres hayan temido que pudiese entablar algo con el hijo de Jinyoung? ¿Qué escondía esa familia realmente?

El pobre estaba confundido, no sabía que decir o hacer, las manos le estaban empezando a sudar y su cabeza dolía. Y aquellas sensaciones solo estaban iniciando, ya que cuando el mayor pronunció el nombre de una mujer, el corazón de Jeongin latió con más fuerza, haciendo a su corazón latir con descontrol mientras las gotas de sudor en su rostro empezaban a notarse y las memorias de hacían cada vez más claras, cayendo cada escena como golpes a su mente, haciéndole tomar su cabeza con ambas manos mientras el hombre sentado frente a él sacaba algunos sobres y los ponía en frente de él, aquellos que a los segundos fueron sacados mostrando cuentas con millonarias sumas y fotos de él besando al mayor, besando a Minho. 

«¿Qué demonios?» —pensó con frustración, ya un poco más calmado, mientras desabrochaba dos botones de su camisa en la parte superior para respirar, o intentar hacerlo como normalmente. A su vez, se apoyaba de aquella mesa frente a él, colocando sus codos sobre ella, para ver con mejor claridad que contenía más específicamente cada cosa. 

Jeongin: Esto...

Padre Hwang: Estás son las pruebas para hundir a tu familia, claro, si no aceptas las condiciones que te diré a continuación~ —sonrió mientras abría una pequeña grabación de su celular frente al chico, dejando oír la voz de su padre siendo manipulada— además tengo más como éstas~ Así que, creo que no hay nada que pensar, ¿No? Necesito que te vayas lejos. Necesito que te alejes de mi familia. ¿Entiendes? No permitiré que vuelva a causar desgraciadas en mi familia alguien de la tuya. No me importa qué, pero si decides quedarte, sabes de lo que soy capaz 

Sonrió levantándose del sillón con algo de burla en sus ojos, aunque a través de ellos, sólo había odio, dolor y una cicatriz que jamás cicatrizó por una pérdida que fue difícil de superar. ¿Cuánto duele perder a un hijo? Para el padre Hwang era más que su vida. Había perdido la razón por la que seguir, por ello, y para ello, tenía que deshacerse de todo vínculo para estar en paz. Y empezaría por el menor. Empezaría acabando al pequeño Yang para comenzar su venganza.

Padre Hwang: Ahora cuando te vayas, cierra por favor

Y con estas palabras salió de aquella sala, con dirección a la parte trasera de aquella casa, mientras en el sofá se quedaba aquel joven de ojos de zorro, mirando los papeles y lo demás, sin creerlo. No podía creerlo. ¿Qué haría ahora? Él no quería alejarse de nadie, pero tampoco quería que sus padres sufran. Estaba entre la espada y la pared, al igual que aquella vez en secundaria en que el señor Hwang había hecho lo mismo. 

¿Ahora qué debía hacer?

¿Debería luchar o darse por vencido?

X: ¿Jeongin? ¿Qué haces acá?

TRUE LOVE [JEONGHO/HYUNHO][FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora