Pergamino 5

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Pov. Alejandra

— ¿Aún nada?

Sasuke y Naruto niegan con la cabeza, me levanto de la silla y les doy la espalda en un intento por esconder mis lágrimas.

— ¿Qué ha dicho el Mizukage?

— No ha sentido nada desde entonces, sin embargo informó que en días próximos vendrá a la Aldea acompañado de alguien que puede ayudarnos.

Cierro los ojos buscando tranquilizar mi respiración, después de un tiempo siento una mano en mi hombro, Sasuke se mantiene serio pero hay un asomo de consuelo en su mirada.

— La encontraremos Sakura, te lo juro.

— Ero-sennin y Orochimaru-sama también han estado investigando a través de todos los países.

— Mi hermano no ha descansado en reunir información.

Ambos se quedan a mi lado, no aguanto mucho tiempo más y dejo que las lágrimas surquen mis mejillas.

                              🍥

En el laboratorio de Konoha quedó resguardado el Akatsuki con el que combatieron Sasuke e Itachi, no ha despertado desde su enfrentamiento y en éste punto dudo que lo haga.

— Sasuke me dijo que podría encontrarte aquí.

El azabache llega a mi lado.

— ¿Por qué pasó esto? ¿Por qué a mi hija?

— Seguimos investigando, nunca habíamos visto algo así.

— Yo sí.

Itachi abre los ojos sorprendido y gira la cabeza para que lo vea directamente.

— ¿A qué te refieres?

Suspiro con pesar, quería creer que no tenía nada que ver, que ahora que la historia cambió no nos tendríamos que enfrentar a ése sujeto.

— En la guerra yo no mate a Izuna Uchiha, ambos estabamos agonizando pero apareció un hombre que terminó el trabajo.

— Sigue.

— Él se llevó a las bestias y estuvo a punto de matarme a mí, no lo hizo, en su lugar abrió una especie de portal muy parecido al que se llevó a Ursa.

— No debiste ocultar esa información.

— ¿Crees que no me lo recrimino yo? Si hubiera dicho algo ahora mi hija estaría conmigo.

— Recuerdas cómo era.

— Hasta el mínimo detalle.

— Tengo una idea.

                                🍥

Todavía sigo recostada en el sofá de mi oficina, a pesar de que no soy yo la que ejecutó el jutsu me cansé como nunca.

— No me queda bien quejarme cuando Ino sigue inconsciente.

— Ya despertará, es fuerte.

Itachi agarra el retrato que la rubia hizo mientras indagaba en mis recuerdos.

— Siento que lo he visto en alguna parte.

— Imposible, se ha estado ocultando muy bien.

— Todos poseen una debilidad Sakura, está en nosotros saber encontrarlas.

— Deberíamos informar a los Kages sobre esto.

— No— Itachi se guarda el dibujo — Primero quiero que alguien más lo vea, ¿no dices que el Mizukage llegará en tres días?

El final del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora