Pergamino 21

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Pov. Alejandra

Los Jonin están agotados, a pesar de haber incrementado el número de individuos no hemos podido abrir un sólo portal completo.

— Tranquila, encontraremos alguna solución.

— Sasuke tiene razón Sakura, no te preocupes, te prometo que no descansaré hasta que tengas a Ursa de vuelta, tienes la palabra de Naruto Uzumaki.

Ajusta su chaleco táctico y levanta el pulgar.

— Además de la promesa de ese tarado, no he parado de analizar el jutsu junto con Lord Mizukage.

— Gracias, a los dos.

Empujan un plato de arroz para que coma, no me han dejado sola en estos últimos meses. Aunque Sasuke regrese de vez en cuando con Hanabi, Naruto procura que yo no esté sola. Algo que de verdad agradezco.

— Perdedor ¿sabes cómo comer con la boca cerrada?

— ¡Claro que sí!

— ¿Entonces por qué sigues salpicando pedazos de arroz en mi plato?

Sasuke levanta un pequeño grano con los palillos, Naruto se sonroja pero como siempre, no está dispuesto a darle la razón al Uchiha.

— Pudiste haber agarrado cualquier arroz, es más, ¿quién me asegura que no eres tú el que tira comida mientras comes?

— ¿Es que además de mediocre eres ciego? Yo estoy comiendo arroz rojo y este es blanco, del que comes tú.

Jaque mate, dirijo la mirada a Naruto, una cosa es intentar voltear la tortilla cuando no puedes palpar lo que está a discusión, otra muy distinta es que te presenten pruebas.

De repente, Naruto agarra un gran bocado de su plato he intenta ponerlo en el de Sasuke, con sus palillos el Uchiha evita la tragedia, alejando al mismo tiempo su tazón de arroz entomatado.

Naruto no se rinde, alza su propio plato y está próximo a juntarlo con el de Sasuke, una vez más el azabache esquiva el ataque lanzando el bol por los aires y atrapándolo con la otra mano.

— ¿Podrían dejar de jugar con la comida? A este paso ambos van a acabar tirando todo.

— Esto no se acabará hasta que el tarado admita su error.

— Fui inculpado, Sasuke plantó evidencia en mi contra.

— Pues cualquiera diría que sólo son una pareja discutiendo por la cena.

La sola mención de un matiz romántico entre ellos ocasiona que se separen abruptamente, voltean la cabeza evitando verse entre sí.

— Sakura ¿podrías venir un momento? Lord Mizukage tiene algo para ti.

Itachi me ofrece su mano para levantarme. Mientras sacudo el polvo de mi ropa observa a Sasuke y a Naruto.

— ¿Y a ustedes qué les pasa? ¿Por qué están ruborizados?

— ¿¡Quién está ruborizado!?— gritan al unísono.

Itachi activa su único ojo sharingan haciendo que ambos cierren el pico de inmediato.

— ¿Vamos Itachi? No quisiera que Lord Mizukage se sienta ignorado.

Después de intimidarlos un poco más, asiente y me dirige al campamento de Kirigakure. Al pasar Tadase sólo lleva un batín de seda, sacude su pelo húmedo y lo hecha para atrás.

El final del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora