Pergamino 9

77 11 0
                                    

Pov. Natalia

Hikari va dormida en las faldas de Neji, nuestro viaje a Kirigakure duró un tiempo prolongado gracias a que Takuma se llevó a mi hijo a un entrenamiento en la Tierra de las Olas.

Tuvimos que esperar a que regresaran para verlo, ya está más grande de lo que recordaba, Hikari estuvo pegada a él en todo momento. Hubiera querido que Seijun nos acompañara pero tenía una misión importante.

— Es un milagro que no haya querido traer a Miki, últimamente hace de todo con la ardilla.

— Aún es muy pequeña— Neji acaricia su cabello con expresión ausente— Además Miki no quiso salir del País del Fuego.

— ¿Lo intentó?

— ¿Qué creías que llevaba la bolsa que le entregó a Seijun?

Una extraña presencia pasó cerca del vagón, me quedo petrificada en el lugar y Neji me zarandea para que reaccione.

— ¿Qué pasó?

— Otsutsuki... Están aquí.

Él intenta incorporarse pero lo detengo, se están alejando, ¿Qué es lo que quieren? Mejor dicho ¿por qué no ir directamente por ello?.

— Va a Sunagakure.

Me levanto de mi asiento buscando la salida más próxima.

— Kikyo, más te vale no hacer lo que creo que estás pensando.

— Lo voy a hacer.

— Kikyo... — Neji rechina los dientes como siempre que me salgo con la mía — De todas tus locuras, saltar de un tren en movimiento es la peor.

— No tengo otra opción.

— Esperar que lleguemos a la plataforma del País del Fuego y tomar el tren a Sunagakure como cualquier persona normal.

— El tren al País del Viento sale hasta mañana si es que nosotros llegamos antes, y todavía tengo una marca del Hiraishin no Jutsu en la frontera, será más rápido.

— Si te partes una pierna no te voy a consolar después.

— ¿Enserio?

Me le quedo viendo haciendo un puchero, frunce el ceño pero se mantiene en su posición.

— Ya te contentare después.

— ¿Crees que soy tan fácil?

— No, pero yo soy muy terca, nos vemos en casa querido.

Le guiño el ojo antes de saltar del vagón, recupero la estabilidad en un par de minutos y preparo mi chakra. Algo curioso es que cuando utilizo el Hiraishin no Jutsu mientras estoy en un vehículo sigo teniendo la aceleración cuando me transporto.

El paisaje comienza a cambiar y de un momento a otro me encuentro en la frontera. Agradezco traer mi kimono pues por las noches el desierto es helado, nosotros viajábamos en el tren de media noche, ni de chiste hubiera llegado a tiempo para tomar el de Suna.

Comienzo a correr para llegar lo más rápido que pueda con Gaara.

                                💧

Me tomó un día y medio llegar a la ciudad, iba sedienta y cubierta de sudor. Lo más extraño es que no hayan atacado todavía.

— Tardaron muchísimo en aparecer, ya ha pasado casi medio año desde que sentiste esa acumulación de energía.

— A menos que ellos no tuvieran nada que ver con eso.

A mi mente viene Ursa, después de que se graduó mi sorpresa fue enorme al ver que su sensei era Hanabi. Han hecho varias misiones como equipo y poco a poco empieza a integrarse con su grupo.

El final del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora