Pergamino 15

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Pov. Natalia

El registro civil de Kirigakure está ubicado en el centro de la ciudad y aún así no lograron atrapar a quiénes irrumpieron en él.

— Pelirroja descolorida no sabes lo mucho que nos alegra verte.

Takuma me da un abrazo de bienvenida mientras me ayuda a pasar a la sala de archivos. Contengo el aliento al ver documentos tirados por todos lados y a varios representantes de los Clanes pidiendo explicaciones.

— ¿Los intrusos hicieron todo esto?

— Era peor, ya hemos recogido casi el 60% de lo que estaba en el suelo.

Volteo a verlo levantando una ceja.

— ¿No sabes que nunca deben alterar la escena del crimen?

— Te juro que casi me arrodillé ante Chōjurō para que esperara a tu llegada, pero los Clanes del País del Agua querían sus registros.

— Y supongo que retirarían amablemente el apoyo económico si no se los entregaban.

— Odio a los ricos.

— Neji es rico.

— A los ricos pretenciosos— se corrige— Tu esposo me cae muy bien.

Hay algunos Jounin levantando papeles, volver a ordenarlos será una tarea titanica y que seguramente llevará mucho tiempo. Me detengo a la mitad de la sala evaluando el reguero que han dejado.

No tengo ni la mitad de pruebas para trabajar, sin embargo, algo me llama la atención al final del recinto. Camino hasta el ignorando los papeles que piso, un baúl se ha mantenido cerrado y en su lugar.

En ese momento caigo en cuenta que el área más afectada fue la cercana a ése punto, ni bien lo toco una corriente pasa por todo mi cuerpo, está sellado. Una placa en su superficie indica que le pertenece al Clan Uzumaki.

— Kikyo ¿estás bien?

— Mis registros...

¿Esto es lo que querían robar? Analizo el cofre que mantuvo seguro mi información y la de mis antepasados. El sello no será ningún problema, mi madre me enseñó lo suficiente para reconocerlo de inmediato.

— Vaya... — dice Takuma al ver el baúl — Siempre lo dije, eres una pelirroja con suerte... O bueno albina.

— Me lo llevaré a casa.

— ¿Qué dices?

Agarro el pesado cofre dispuesto a descubrir qué es lo que contiene.

— Kikyo te aseguro que esto no se volverá a repetir, puedes dejar tus registros aquí.

— Takuma sin ofender, pero ni siquiera tienen idea de quién lo hizo.

— ¿No vas a ayudarnos?

— Claro que lo haré, pero quiero asegurarme de que mi información está protegida, cuando los atrape regresaré todo.

— Supongo que tienes razón... Tal vez no lo entiendo porque no soy parte de ningún Clan.

— Y es mejor, no sabes el dolor de cabeza que es pertener a uno. Vamos Junko, no quiero que llegues tarde a casa.

— Te acompaño a tu departamento, después de todo seguimos el mismo camino.

                               💧

El baúl levanta una capa de polvo cuando logro deshacer todos los veintitrés sellos que tenía encima. Abro la tapa y retiro la delgada tela que cubría los documentos.

El final del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora