Pergamino 19

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Pov. Natalia

— Está bien, saludable.

Shizune me pasa un papel con el cuál limpiarme, Neji ni siquiera ha pisado el complejo Hyuga, ya que apenas llegó le avisaron de que estaba en el Centro médico de Konoha.

— Tendrá apenas un mes y poco- susurra Neji.

— Sí, mes y medio. Después de la red vascular se forma la red de chakra, eso inicia hasta la quinta semana de gestación.

— Muchas gracias por abrirnos tiempo Shizune, tengo entendido que han estado ocupados con lo que le pasó al equipo 7- Shizune tarda en responderle a Neji.

— No ha sido fácil, ver a los chicos llegar en ese estado...

— Si podemos ayudarlos en algo, lo que sea... No duden en pedirlo.

— Gracias.

Ambos salimos del cuarto con una receta médica en mano, cuando regresé de Suna me enteré de lo que sucedió y de lo gravemente heridos que habían resultado todos los involucrados.

— ¿Sabes que conocí al tipo que los atacó? Era fuerte, tétrico, pero fuerte.

— Estaba preocupado por ti, el desierto no es un lugar apto para que alguien como tu estuviera de un lado para el otro.

Detengo mi marcha para voltear a verlo.

— Tu sabías que estaba embarazada ¿verdad?

Neji asiente sin ningún indicio de remordimiento.

— Eres una persona con muchísima energía, cuando empezaste a quedarte dormida supuse la razón detrás de eso.

— Neji Hyuga eres un embustero, si lo hubiera sabido no me habría arriesgado tanto cuando luche en el País del Viento.

— Igual lo habrías hecho, por lo que me contaste tenías a los chicos contigo.

Suspiro, no me gusta estar embarazada, quiero a mis hijos pero siempre ha pasado algo anormal en mis embarazos. Con Takumi tuve depresión y con Hikari desapego emocional, cuando la tuve me obligué a quererla, por muy feo que eso pueda sonar.

— Por cierto, encontré la tumba de tu bisabuela.

— ¿Lograste evitar que se la llevaran?

— No, cuando llegué ya la habían profanado.

— Maldita sea...

— Takuma me informó que Ao trató de pasar a los registros de Kiri, pero él y Chōjuro lo impidieron.

— Están avanzando a pasos agigantados y nosotros no sabemos ni el nombre de la organización.

— Según me informaron, Naruto ordenó que se levantara una barrera sensitiva alrededor de la Aldea.

— ¿Enserio? Sí, sería lo mejor.

— Pero los encargados de hacerlo son los Yamanaka.

Me detengo nuevamente, vuelvo a comprobar que me dejan fuera de la situación a pesar de que fui yo la que les dio aviso de lo que estaba pasando. Si no fuera por el plan B que tengo debajo de la manga me habría enojado muchísimo.

— Llévame a casa.

💧

Cuando al fin pude librarme de Hiashi y su constante escrutinio, Jun me informó de que tenía visita. En el recibidor escuché a Ursa y a Iruka-sensei charlando animadamente.

El final del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora