Amity había aceptado ayudar a su novia con algunos de los hechizos que más se le complicaban, después de todo por algo era la mejor de la clase. Se encontraban sentadas en una de las mesas de la esquina de la biblioteca a petición de la bruja, Amity sabia cuan distraída podía ser su novia.
Aún para algunos seguía siendo raro ver a las chicas como una pareja, incluso después de sus casi cinco años juntas. Una de las principales razones era que ambas seguían molestándose como cuando eran más pequeñas, la bruja seguía jugándole bromas a la morena cada que tenia la oportunidad, asimismo Luz se las ingeniaba para devolvérselas.
En lugar de tratarse solo como novias se trataban como amigas, como cómplices de crimen, como un equipo. Era eso lo que muchos no entendía, sin embargo, la conexión entre dos personas no siempre es entendida por terceros, ellas lo sabían así que lo tomaban como su pequeño secreto, uno que solo era compartido entre ellas, que era suyo.
La morena acomodo sus brazos sobre la mesa antes de descansar su cabeza sobre ellos, tenían mas de dos horas memorizando algunos hechizos, ya se sentía un poco cansada. Amity siguió hablando sin percatarse de la mirada atenta que le daba su novia, al no escuchar palabra por parte de la morena levanto la vista del libro de hechizos que estaba leyendo. Su mirada conecto inmediatamente con la de su novia, Luz le regalo una soñadora sonrisa, esa que solo usaba con ella.
El corazón de la bruja dio un salto, no importara cuanto tiempo tuviera de relación con la morena, Luz seguía provocando tantas cosas en ella con tan poco. Amity bajo la mirada tratando de esconder que sus mejillas estaban sonrojadas, pero fue demasiado tarde, Luz ya lo había notado. Amity intento volver a lo que estaban haciendo, regreso la vista al libro para proseguir con su explicación, sin embargo, la atención de la morena siguió sobre su hermosa novia.
En ocasiones Luz se desconectaba de la realidad admirando la belleza de su chica, perdiéndose en sus preciosos ojos, en su delgada figura, en su castaño y largo cabello, en sus suaves manos, en sus rosados labios o en lo armoniosa que resultaba su voz.
Pero no era solo la belleza exterior lo que tenia completamente enamorada a Luz de Amity, sino también la belleza interior que esta poseía, su fuerza para hacerse oír, su inteligencia a la hora de resolver problemas, su amabilidad con todas las personas a su alrededor, sobre todo su seguridad. Esa seguridad de sí misma que le ayudaba a saber que la belleza de las demás chicas no le quitaba la suya.
—Para realizar este hechizo se necesit-se...— tropezó con sus palabras la bruja —Deja de mirarme así— pidió ya bastante sonrojada.
La morena se acomodo mejor sobre sus brazos antes de esbozar una sonrisa cariñosa.
—Nop— hizo resonar la p.
La bruja negó para si misma antes de suspirar, su novia era un caso perdido.
—Luz Noceda, te exijo que te tomes esto en serio— sabia que la morena no se estaba burlando de ella o algo parecido, pero tampoco pensaba dejar que creyera que podía intimidarla o ponerla nerviosa con solo mirarla.
Aunque era un hecho que si lo hacia.
—Y yo te exijo que dejes de ser tan bella— fue el turno de la morena de demandar.
Pronto Amity sintió su rostro arder, incluso hasta sus orejas estaban rojas. Con un rápido movimiento llevo el libro que tenia en sus manos a su cara, en un intento de esconderse de intensa mirada de su novia.
—Te odio— murmuro desde su escondite.
—También te amo— respondió de vuelta la morena.
Una gran sonrisa apareció en el rostro de la morena, no fue la única, Amity detrás del libro sonreía de oreja a oreja. Para ella los ojos nunca mentían, y los de Luz le gritaban que la amaban, que la amaban con locura, de la misma forma que los suyos amaban a la morena.
Ambas eran afortunadas, habían encontrado la paz con la misma persona que las volvía locas.
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One Shots - Multifandom
FanfictionPequeñas historias de mis ships favoritos. De todo un poco.