Dove podía considerar el día como uno de los peores de su vida, todo era abrumador y triste.
Solo cuatro horas atrás se había enterado de la separación de sus padres, seguido de eso tuvo una discusión bastante fuerte con su hermana y como cereza del pastel, su relación con Thomas llegó a su fin.
Tanto en tan poco tiempo.
Todo había caído como una tormenta inesperada en un día soleado. Se sentía horrible, sola e insegura.
Después de caminar por un rato la rubia se dirigió a una cafetería, siempre había querido ir allí, lastima que nunca tenía tiempo por su ajetreado trabajo. Pero ese día era diferente, si todo se iría al infierno mínimo disfrutaría de un buen café antes.
El olor a vainilla y chocolate le dio la bienvenida, el lugar se veía mucho más grande por dentro, todo decorado con madera y toques de porcelana gris, acogedor y rústico era como lo podía describir la rubia.
A pasos lentos la ojiverde tomó asiento en una mesa para dos ubicada en una esquina del establecimiento pero con una increíble vista del vecindario gracias a un gran ventanal.
Dove deseaba que la cafeína y un buen postre la ayudaran a olvidar por unos minutos su desastrosa vida.
Una linda castaña detrás del mostrador observo con detenimiento a la rubia, sonrío sin poder evitarlo al verla tropezar antes de llegar a la mesa. Esa chica le causaba cierta curiosidad.
Después de pensarlo por unos minutos la castaña se animó a ser ella quien atendiera a la chica, a paso firme se dirigió hacia ella.
—Buenas noches— saludo la ojimarron, Dove la miro antes de mirar a la calle.
Ya era de noche, ni siquiera lo había notado por estar perdida en sus pensamientos.
—Buenas noches— sonrío.
La castaña devolvió el gesto antes de sacar una pequeña libreta de su bolsillo trasero.
—Es un gusto tenerte en Café Char, ¿Qué deseas tomar?— pregunto de forma amistosa.
La mirada de Dove viajó al menú unos segundos, tiempo suficiente para que la más alta notara su semblante triste.
—Un café y una rebanada de pastel de chocolate estaría bien— aseguró.
La camarera negó, para ella la rubia no necesitaba cafeína sino otra cosa.
—Usted necesita algo más que cafeína— dijo con seguridad, la mirada confundida de Dove la animó a continuar —Necesita un té para el alma— explicó.
—¿Té?— la castaña asintió —Oh, no, yo no tomó té— trato de explicar pero no sirvió de nada, Sofia ya tenía todo planeado.
—Tonterías— le restó importancia —Todos necesitan de un buen té en los días malos— aseguró.
Algo dentro de la cabeza de Dove hizo clic ante esas palabras.
¿La chica sabía que estaba teniendo un mal día? ¿Cómo? ¿Era tan obvia?
La ojimarrón se alejó antes de que Dove pudiera decir algo más. La rubia sin más se resigno, dirigió la mirada al gran ventanal y por los siguientes cinco minutos se dedicó a mirar a las personas pasar por la calle, los autos ir y venir de un lado a otro. De cierta forma ver la tranquilidad del vecindario le daba paz.
—Aquí esta— la voz de la castaña atrajo de vuelta a la realidad a Dove.
Frente a ella Sofia sostenía una taza de té y una rebanada de chocolate.
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One Shots - Multifandom
FanfictionPequeñas historias de mis ships favoritos. De todo un poco.