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El día que se perdió el amor - Trimberly

Esta es una carta para cualquiera que este sufriendo por amor, por la perdida de ese alguien especial, por un amor no correspondido o simplemente porque te encanta leer cosas tristes.

Hasta hace una semana yo estaba en una relación, una que pensé duraría toda la vida, realmente lo creí, pero bien dicen que nada dura para siempre, y mi relación no fue la excepción. Nunca antes me había enamorado de alguien como lo hice de Kimberly, con solo mirarla mi animo mejoraba, ella tenia ese efecto en mi, ese poder.

Recuerdo cuando salíamos a caminar y no se daba cuenta de lo bien que me hacia tenerla cerca, cuando me miraba y sus ojos se iluminaban como dos estrellas, cuando me sentaba a su lado y ella no tenia idea que me hacia suspirar como una tonta enamorada. La recuerdo, por que solo eso me queda, recordarla.

Estoy en la etapa donde no puedo dormir, no puedo hacerlo porque solo pienso en ella, en si estará bien, si estará con alguien más o si ella también esta pensando en mi.

Ahora mismo estoy sentada frente a la ventana, llevo un par de horas en el mismo sitio, no quiero comer y eso es raro en mi, pero no tengo ganas de hacerlo, solo quiero encontrar la forma de sacar todo lo que llevo dentro. Solo quiero sentirme nuevamente como yo, no como un Zombie, incluso he fallado un poco en mi trabajo por mi pésimo estado de animo.

Deberían normalizar el faltar al trabajo o escuela cuando tenemos el corazón roto, puede que no sea una enfermedad, pero esto se siente como una o peor que una.

Una vez leí por algún lado que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores: uno con el que te casas y vives para siempre, y el otro amor que perderás. Alguien con quien naciste tan conectado que las fuerzas de la química escapan siempre de la razón.

Siento que Kim es ese amor que estoy destinada a perder, la amo, pero ella no me pertenece. Ella ya no me ama de la misma forma. Intento olvidarla, sin embargo, no puedo, no cuando todo me recuerda a ella.

Cuando me confeso que ya no sentía lo mismo, sentí como algo dentro de mi se rompía, pero no podía culparla, los sentimientos no son algo que podamos controlar. La deje ir, no porque yo no fuera lo suficientemente capaz de hacerla feliz, sino porque la amo lo suficiente para respetar sus decisiones y sentimientos, a pesar de que estos me rompan a mi.

Supongo que el amor se trata de eso, de querer ver a la persona que amas feliz aunque no siempre esa felicidad la viva contigo.

Duele, claro que duele, pero no puedo atar a alguien que no me ama a mi lado, no seria justo y mucho menos sano. Yo deseaba que se quedara, pero deseaba aún más que ella quisiera quedarse.

Sé que en un futuro superare todo esto, que cuando nos encontremos en algún lugar mis piernas ya no temblaran, que mi voz ya no se romperá cuando cruce palabra con ella. Y cuando eso pase, sabré que ya la he superado, porque superarla no significa evitarla, sino aceptar que no estamos ni estaremos juntas otra vez.

Soy fiel creyente de que cuando terminamos una relación nos merecemos una etapa de luto, un tiempo para estar con nosotros mismos, para sanar nuestro corazón antes de lanzarnos de nuevo al tren del amor. No creo en la idea de que un clavo saca otro clavo, de hecho, eso solo ayuda a que el primer clavo entre más profundo. Digamos no a las relaciones rebote, no es justo romperle el corazón a alguien solo porque el tuyo esta roto.

En lugar de eso pasa tiempo contigo, enamórate de ti y cuando estés listo o lista, entonces si, lánzate sin paracaídas. A todo o nada.

No prometo que en unos días tu corazón estará reparado, eso nadie lo sabe con seguridad, pero lo que si es un hecho es que todo pasara. Así como hay días en los que el amor se pierde, también hay días en los que lo encontramos.

Lo único que puedes hacer todos los días es enamorarte, de ti, de él o de ella.

Yo ahora, en este momento aún amo a Kim, pero me amo más a mi. Así como ella eligió su camino, yo hare lo mismo. Le deseo lo mejor de este mundo, porque se lo merece, se lo merece tanto como yo.

Con amor, Trini Kwan.