Aquiles y la tortuga - Jori

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¿Han escuchado sobre la paradoja de Aquiles y la tortuga?

Bueno, si no lo han hecho se las resumiré, Aquiles desafía a una tortuga a una carrera, pero para mantener cierta equidad él le da una ventaja de 500m. Cuando Aquiles alcanza la marca de los 500 metros, la tortuga apenas a caminado 50 metros más que él, para cuando Aquiles ha alcanzado la marca de 550m la tortuga ha avanzado otros 5 metros y así sucesivamente.

Esto continúa una y otra vez a lo largo de una serie infinita de distancias cada vez más pequeñas, con la tortuga siempre a la cabeza mientras Aquiles intenta alcanzarla.

¿Y porque mencionó esto?

Porque me di cuenta que lo que sucede entre Aquiles y la tortuga es lo mismo que me pasa a mi con Jade.

En este caso Jade sería la tortuga y yo Aquiles, porque por más que lo intento nunca logro alcanzarla. Cuando parece que estamos en la misma marca ella simplemente me mira y puedo notar que sigue con la ventaja, que yo sigo detrás.

Y no es su culpa, simplemente es como si la vida disfrutara mantenernos así. Como si fuera divertido mantener separadas a dos personas que intentan estar juntas.

Conocí a Jade en el segundo año de preparatoria, ella me odió todo ese año, en el tercer año ella rompió con Beck pero yo estaba saliendo con una chica. Para nuestro último año ambas nos confesamos, comenzamos a salir pero Jade había sido aceptada en New York para iniciar su carrera de cinematografía y yo en Inglaterra para estudiar artes plásticas. Ambas decidimos que lo mejor era mantener nuestra relación como amistad, no éramos lo bastantes maduras para una relación a distancia y lo menos que queríamos era terminar odiándonos si las cosas no funcionaban, asistimos a la graduación juntas pero esa fue nuestra última cita por así decirlo.

Tres años después yo viaje a Los Ángeles para ver a mis padres, me encontré con Jade en una plaza, estaba realmente feliz de volver a verla, ella seguía tan hermosa como la recordaba e incluso un poco más. Estaba por invitarla a salir, ya éramos más maduras y pensé que la distancia no sería tan importante ahora, pero mis intenciones se fueron a la basura cuando me presento a un chico con el que estaba saliendo, no estaba feliz con la noticia y ella lo notó.

Después de eso regrese a Inglaterra para terminar mi carrera, conocí a Rose, una linda chica con quien estuve dos años. No supe más de Jade hasta muchos años después.

En una de mis exposiciones de arte por New York me encontré con ella, Jade estaba interesada en una de mis pinturas, lo gracioso fue que ese retrato lo había hecho pensando en ella, sus hermosos ojos gris verdoso estaban plasmados en el lienzo. A pesar de sus negativas termine obsequiándole la pintura, no había mejor persona para conservarla que la musa de dicha obra.

Ambas estábamos solteras así que decidimos arriesgarnos, ella con su vida en New York y yo en Inglaterra, pero eso no nos detuvo, estuvimos juntas por casi tres años. Todo estuvo genial hasta que la distancia y nuestras apretadas agendas comenzaron a deteriorar nuestra relación, por más que ambas intentábamos mantenernos a flote la vida parecía querernos en el fondo.

Jade dos años después comenzó a salir con una chica, aunque las cosas no funcionaron y terminaron a los meses. Algo similar me paso a mi, salí por unos meses con Fran, una linda italiana que conocí en un viaje.

Hace un poco más de tres años André me contó que Jade se había casado, no lo conozco pero sé que es un chico y al parecer es agradable. Me dolió cuando me enteré porque Jade sigue siendo la dueña de una parte de mi corazón, la ame, la amo y quizás la ame toda mi vida, pero no estamos destinadas a estar juntas. Ella lo sabe y yo también.

Yo me casé hace un poco más de un año, después de casi tres años de relación con Lily, ambas estábamos seguras de dar ese paso. Solo habían pasado dos meses cuando mi esposa se sometió a inseminación artificial, ahora somos tres, Alex, nuestro pequeño de tres meses.

¿Porque les cuento esto?

Porque ayer me encontré con Jade, después de haber terminado nuestra relación no la volví a ver, hablábamos de vez en cuando pero nunca volvimos a cruzar miradas. No hasta ayer, yo estaba mirando un cuadro en un museo cuando ella chocó conmigo, ambas terminamos en el suelo. Pero a pesar de los años, de las arrugas que comienzan a notarse en su rostro y de su cabello que ha vuelto a ser castaño, yo pude reconocerla, así como ella me reconoció enseguida.

Amo a Jade, no es el mismo amor que siento por Lily, pero la amo. La amo por lo que fuimos y por lo que nunca pudimos ser, ella es ese amor que por más que quise alcanzar no pude, nunca logramos estar en la misma marca aunque lo deseamos, pero gracias a ella se que es mutuo.

Nos amamos, lo hacemos desde que teníamos dieciocho años, pero el destino o la vida misma nunca estuvo de nuestro lado, nos tocó nadar contra corriente y al final terminamos cada una en la orilla contraria.

Ambas seguimos con nuestras vidas, amamos a otras personas pero no de la misma forma e intensidad. Sabemos que pase lo que pase no nos olvidaremos, porque nuestros sentimientos están intactos, no importan los años ellos seguirán así. Ella lo sabe, yo lo sé.

Jade es mi tortuga, mi amor correspondido pero inalcanzable.

Pero amor a fin de cuentas.

¿Tú tienes tu tortuga? ¿Eres Aquiles?

One Shots - MultifandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora