D E S T I N O (DAYVER-REYLO💖)

Cap. 59 ES MI NIÑA...

Positano era un aldea de la costa italiana. Vivían ahí ahora. Las calles estrechas de piedra le daban un toque romántico, el lugar era increíble, almorzaba como cada fin de semana, en ese pintoresco restaurante, las mesas al aire libre con la vista de aquel mar.

El parecido era perturbador, él conversaba con dos personas más, Rey y Jud trataban de no mirar, pero Han no apartaba la vista de aquel hombre...,tan parecido a él... A Adam..., podrían ser hermanos, la diferencia se notaba en la ropa, mucho más elegante, pero cuando sonrió, Rey pestaño varias veces, su sonrisa de niño estaba ahí, su corazón latió a prisa cuando él volvió a sonreírle...

Él almuerzo terminaba, Rey y Jud decidieron salir por otro acceso, sin pasar por aquella mesa... Maurizcio las seguía con la mirada.

— podrían ser gemelos, comentó Jud tomando a la hermosa niña y acomodandola en su carreola, había sacado los rasgos de su madre, pero tenía el cabello tan negro como el de su padre, sus hermosos ojos verdes se posaban ahora en una feria a los lejos, cerca a la playa...

Rey tomaba de la mano a Han y los cuatro se dirigieron a esta...,saludaban con una sonrisa, era una especie de mercado de pulgas, caminaban viendo todo, encontraron algunas bagatelas para su negocio, una pequeña fonda, trabajaban juntas atendiendo y vivían en la parte superior de esta... Rey trataba de no pensar, imposible, en un momento soltaba al pequeño para observar más de cerca una bella casa de muñecas, tomaba a su pequeña en brazos,
— mira mi esmeralda, mira..., le decía besando su mejilla..., Jud se aproximó para ver y notó que el pequeño no estaba,
— ¿Han?..., dijo ella mirando a los pies de Rey, ella también lo hacía, se giró, la gente iba y venía...
— Han, susurró Rey caminando de un lugar a otro,
— HAN... HAN, comenzaron a llamar...

El pequeño ya de un año y medio se había apartado pasando por mesas dispuestas, alguien lo tomaba en brazos...
Rey caminaba desesperada ya y se topaba con él,
— mami, dijo el pequeño estirando los brazos... Ella lo tomaba, Jud llegaba a ella junto a la pequeña,
— lo encontré en ese extremo, los reconocí del restaurante, dijo Maurizcio acomodando sus anteojos, Rey y Jud se miraron confundidas...

— gracias...,dijo ella

— se llama Han... ¿Cómo su padre?...

— no...bien...su... su abuelo, respondió Rey mirando esos ojos celestes...

— ¿y ella?...

— hum, bien... mi esmeralda..., habló Rey notando que él no tenía aquellos lunares que ella añoraba...

— ¿esmeralda?...

— no.... No... Es Joe... Josephine...

Maurizcio miraba a aquellos niños y sonreía,
— mi hijo tiene como 6 meses... Paolo... Cómo su madre y es hermoso...

Rey pestaño, esa tarde aquel hombre había movido muy profundo cada uno de los recuerdos...
— debo irme..., dijo ella...

—¿ vive aquí?

— sí... Si..., aquí...

— nos veremos seguido entonces... Maurizcio Conti... ,dijo él...

— Rey...

— Rey qué...

— sólo Rey...

— bien.. Sólo Rey..., fue un gusto...

Ella tomaba al niño y los 4 se alejaban.

Rey se volteó para verlo, era imposible, pero ahí estaba y no... tarde se le hacía para llegar a casa y llorar.