Rivals ➳ Kookmin

033

Lo primero que apareció en el rostro de Taehyung fue una mueca de sorpresa y confusión al mismo tiempo. Su cara era un poema completo, mientras que Jimin no podía parar de sonreír y jugar con sus manos, esperando la respuesta verbal de su amigo, ya que su rostro decía muchas cosas.

- ¿J-Japón? - logró articular con un poco de emoción en su voz - ¿Estás hablando en serio? No me estés haciendo una broma cabrón.

Jimin asintió repetidas veces y se revolcó en el sofá en el que se encontraba, estaba muy entusiasmado.
- No es una broma, de verdad.

- Oh dios, ¿por qué no estaba enterado de esto? - El rubio estaba entrando en un pánico nervioso - Se supone que soy tu manager, el que se ocupa literalmente de todos tus eventos y sabe que tienes que hacer en cada momento - Empezó a agitar la camiseta de Jimin, quién lo miraba riendo por dentro. - ¡Me van a despedir!

Jimin sostuvo el rostro de Taehyung con sus manos, obligándolo a mirarlo.

- Primero que todo, ¡no te van a despedir, yo soy el que puede hacerlo y sabes que no soy capaz de eso! además, te estás enterando por mi, imbécil. Sabes que siempre has hecho un trabajo perfecto. Segundo, el que nos informó respecto al viaje fue el entrenador que nos evaluó a Jungkook y a mi - Es increíble, ¿pero cuál es el motivo en especial?

- Ese día el entrenador vio mucho potencial en nosotros. - En la cabeza de Jimin volvieron a aparecer muchas imágenes, por un lado se entristeció al recordar el hecho de que ese día apreciaron más el esfuerzo del menor. Sin embargo no quiso dejarse abrumar por eso en un momento tan feliz, por algo los quieren enviar a los dos ¿cierto? - Y ahí fue donde nos hizo la propuesta de viajar a Japón, conoceremos a dos de los jurados oficiales de la internacional y de paso nos van a entrenar profesionales para la competencia, ¿no es genial, Tae?

Taehyung pudo notar un pequeño brillo en los ojos de su amigo, quien ahora mismo estaba agarrándose de su camisa de la emoción con una sonrisa en el rostro, no tardó en contagiar esa sonrisa, de verdad le encantaba ver a su mejor amigo tan feliz haciendo lo que de verdad le encantaba en esta vida, era una gran oportunidad. No se arrepiente en ningún momento en haberse convertido en su manager, era un honor.

- Estoy muy orgulloso de ti, Chim Chim. - depositó un beso en la frente del pelinegro. No se trataba de un beso romántico ni nada por el estilo, sino de amistad, cariño entre amigos que parecían casi hermanos, esa clase de amor era el que sentía Taehyung por Jimin.

Este le correspondió con un cálido abrazo y así estuvieron unos segundos hasta que Yeontan les ladró, entonces el rubio cayo en cuenta que no le había cambiado el plato de comida a su cachorro.

- Una de las razones por las que me mudo es porque no quiero que mates a Yeontan del hambre, mira sus ojos, te ha estado suplicando desde que llegué o probablemente hace mucho.

Taehyung se rascó la nuca avergonzado.

- Lo siento, aún no me acostumbro. Ven pequeño. - se dirigió a la cocina a buscar el concentrado.

- Es raro que de repente adoptes a un cachorro cuando no has tenido uno hace muchísimo tiempo, casi no tienes experiencia.

- Sí, lo sé.. per-

- Oh ya sé lo que sucede aquí. - lo interrumpió.

A Taehyung se le erizó la piel, sabía que Jimin era un poco chismoso al respecto su vida privada pero ¿de verdad lo había descubierto? No, no era posible. No se pudo haber enterado de su relación con Hoseok, sin embargo desde que Jimin se volvió más cercano a Jungkook y literalmente eran una pareja no oficial no se enojaría tanto si le confiesa que ha estado saliendo con el mejor amigo, ¿o si? Pronto lo averiguaría, tarde o temprano.