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Jinyoung suspiró pesadamente al notar que el pelinegro se estaba tardando en el baño, contestó algo extraño, tal vez podría estar enfermo o algo así. No lo sabía, pero se estaba agotando su paciencia. Recordó que días antes, después de la entrevista quizás se pasó con su actitud, él era una persona muy celosa si es con su Jimin, y no soportaría el hecho de que lo estuviera engañando con alguien más. De pronto una sonrisa ladina se dibujó en su rostro.

Se le ocurrió una fantástica idea que haría que todo volviera a la normalidad.

Caminó a paso apresurado hasta la joyería más cercana de allí. Lo quería sorprender con lo mejor.

Empujó las puertas del almacén y se encontró con nada menos que una chica con una coleta con una camiseta verde menta que traía el logo de la tienda. Esta se le acercó con una sonrisa amable a Jinyoung y lo orientó a una zona donde estaban distintos tipos de joyas en una estantería de vidrio.

— ¿Usted en realidad es Park Jinyoung? — preguntó emocionada la chica quién lo atendía. El mencionado asintió orgulloso de sí mismo. — ¡Oh por dios! ¡Lo admiro mucho! Amo como canta, permítame darle el mejor diamante. — hizo una leve reverencia y Jinyoung sonrió nervioso nuevamente.

— Me gustaría un collar. — La muchacha asintió repetidas veces para luego traer una caja repleta de collares de oro, plata y algunos de bronce. Jinyoung observaba detalladamente cada uno, sin embargo ninguno le parecía perfecto. Tenía que ser especial. — Quiero mandar a hacer uno.

— Bueno.. Pocas personas nos piden eso. Pero si es usted claro que sí. De hecho, para mañana mismo estará listo, ¿Cómo le gustaría que fuera?

— ¿Tiene lápiz y papel?

La chica rebuscó en unos cajones detrás del mostrador y sacó un papel del tamaño de la palma de la mano junto con un lápiz ya pequeño de lo desgastado que estaba y se lo entregó. Segundos después de que Jinyoung comenzara a dibujar garabatos sin sentido, terminó entregándole dos "J" encerradas en un corazón desprolijo. Sonrió tímido al ver como la mujer tomó la hoja y miró detalladamente el dibujo del muchacho, y ella también se conmovió a los segundos.

— Es muy tierno, ¿Es para alguien especial, no? — Jinyoung asintió. — Bien, venga mañana en la noche y tendrá a esta hermosa obra de arte en sus manos.

El chico salió de la tienda con una sonrisa de oreja a oreja, no podía estar más feliz.

Sin embargo, esa sonrisa no duró mucho tiempo cuando sintió unos dedos tocando su hombro, logrando llamar su atención. Jinyoung volteó, encontrándose con un chico de cabellos rosados con un traje puesto que lo miraba con el ceño fruncido y ambos brazos cruzados. El castaño lo miró con una ceja levantada.

— ¿No deberías estar en casa? ¿Descansando? Los fines de semana no trabajas. — El chico lo observó de pies a cabeza con desagrado.

— Debería. — recalcó — pero quise salir un rato a comprar unas cosas, y que sorpresa que justamente me lo encuentro a usted.

Jinyoung soltó una risa sin gracia. — ¿Cuál es tu punto?

— Mi punto es que vi lo que le hizo a Jimin en el supermercado, señor. — Jinyoung se tensó al escuchar esas palabras. Se quedó petrificado. El chico dio un paso más, haciendo que el castaño retrocediera — También vi como lo trató luego de esa entrevista, no estuve dentro porque estaba en el baño y no fue muy agradable ¿Sabe? El hecho de ser su manager no significa que tengo que quedarme callado.

Jinyoung lo agarró del cuello de la camisa y lo levantó un poco. —No serás capaz de..

— ¿Decírselo a la prensa? — completó la frase del castaño con una sonrisa. — Sería una pena.

Jinyoung lo soltó de golpe y suspiró pesadamente, maldiciendo por lo bajo. Su mirada se volvió nuevamente en dirección al peli rosado con una sonrisa cínica. Él también podía jugar.

— ¿Recuerdas cuánto te morías por mí, SeokJin?

Jin tragó saliva, y casi de inmediato miles de recuerdos pasaron por su cabeza. ¿Cómo podía olvidarlo? Hace meses él estaba totalmente enamorado de él. Pero Jinyoung estaba con Jimin, y Jin estaba saliendo con su actual novio, Kim Namjoon. Lo cual era un problema.

— Eso ya no me importa — apretó su mandíbula al igual que sus puños inconscientemente. Sudor empezó a resbalarse por su frente y lo secó antes de que el contrario lo notara.

— ¿Acaso quieres que le cuente a tu querido novio que estuviste entregándote a mi como una zorra hace unos meses mientras que estabas saliendo con él? — Esta vez Jinyoung comenzó a acercarse más a Jin, intimidándolo. — Sé cuánto lo amas.

— ¿Me estás retando? — el castaño lo miró desafiante.

Jin rodó los ojos y suspiró. Quería contarle a todos sobre la verdadera actitud de Jinyoung y de cómo trataba al pequeño Jimin, el chico que no se daba cuenta de quién era en realidad su novio. Sólo había que quitarle esa mascara de mentiroso, pero estaría poniendo en juego su relación. Todo era tan complicado.

Rivals ➳ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora