Rivals ➳ Kookmin

026

Dos semanas después.

- ¿Será que ya puedes decirme a dónde vamos? - Preguntó el azabache por cuarta vez durante el trayecto, sin embargo su novia no tenía la intención de darle siquiera una pista mientras se reía de él al verlo tan desesperado.

- Es una sorpresa Kook. - Dijo apretando la mano de su novio levemente. El azabache pretendió ignorar está acción y se dedicó a mirar por la ventana de la limusina, pero al divisar un gran edificio inmediatamente su cuerpo se tensó.

- ¿E-Estamos en el edificio de tu padre? - Se sintió algo estúpido al preguntar eso pues la respuesta era obvia.

- ¿Qué sucede cariño?

- Ese tipo me odia, Hyuna. Es tan frío conmigo que aveces siento que me está asesinando dentro de su cabeza. Creeme que si las miradas mataran ya estuviera muerto.

- ¡Claro que no!

- ¿Estás completamente segura que aprueba esta relación?

Asintió. - No exageres, es un hombre de negocios, por lo tanto es normal que la mayoría del tiempo esté serio. Ven, vamos. - Hyuna se colocó lentes oscuros y con la ayuda de un guardia salió del auto. El azabache se puso rápidamente un cubrebocas negro y salió después de ella. Por suerte no habían llamado la atención de muchas personas, así que fue más sencillo entrar.

Jungkook no tenía la menor idea de por qué se encontraba allí, por lo tanto solo se dedicó a seguir a Hyuna. Cuando subieron hasta el quinto piso, la castaña se detuvo y sin querer el azabache se choco con ella al parar de repente. Luego se sorprendió al percatarse de la cantidad de luz cegadora que predominaba en la habitación y varios modelos en ropas un poco reveladoras.

- Esto es...

- Una sesión de fotos. - Respondió sonriente y se retiró los lentes. Jungkook estuvo a punto de protestar cuando se vio interrumpido por el dedo índice de Hyuna. - Nunca me quieres acompañar en mis asuntos, no tuve otra opción.

- Bueno entonces me sentaré a verte. - Se volvió hacia unas sillas del personal pero su novia lo tomó del brazo, deteniéndolo.

- Tu también saldrás en las fotos.

Jungkook negó con la cabeza repetidas veces.

- De ninguna manera.

- Jungkook...

- ¡No quiero!

- Kook...

- No.

- Kookie...

- Mierda, está bien. - Suspiró rendido. - Pero solo unas cuantas.

La chica saltó de alegría y corrió hasta los vestidores, no sin antes lanzarle una prenda a su novio e indicarle a una de las maquillado ras lo que tenía que hacer. Una joven más baja que él se le acercó y comenzó a retocar su rostro con polvo, a lo que sin querer estornudó y no pudo evitar hacer muecas graciosas. Cuando la chica por fin se retiró, Jungkook abrió los ojos con sorpresa al darse cuenta de lo que tenía en su mano derecha.

Un jodido bóxer de Calvin Klein de color negro.

¿Acaso no era muy atrevido?

Quiso reclamarle a Hyuna, sin embargo no la divisó por ningún lado. Maldijo internamente y optó por cambiarse aunque le diera un poco de vergüenza. Definitivamente no era lo mismo que tener un traje de baño, por lo menos en las competencias no sentía las cámaras tan encima de él al igual que el montón de luces.