Rivals ➳ Kookmin

010

"Las estrellas se ven hermosas desde aquí"

Esa simple frase sacó a Taehyung inmediatamente de todos sus sentidos.

Hoseok había dicho esas mismas palabras hace dos semanas.

¿Qué estaba haciendo?

Esto no era correcto, claro que no lo era.

Taehyung se soltó bruscamente del agarre del mayor y retrocedió con la cabeza gacha, el contrario se sorprendió por la repentina reacción del rubio e intentó tomar su mano nuevamente, pero Taehyung la evadió.

— ¿Qué te sucede? — preguntó Yoongi con una leve risa, con la esperanza de que él solo estuviera jugando.

— No me siento muy bien. — fingió tocer. El mayor se acercó preocupado y le tocó la frente para confirmar si tenía fiebre. — No te preocupes por mi, solo debe ser un resfriado, aquí hay mucho viento y frío. Es normal.

— ¿Quieres que llame a un doctor? ¿Necesitas que te lleve a casa?

— No, no — negó repetidas veces — No es necesario. — intentó sonreír para mostrarle que todo estaba bien, sin embargo notó una pizca de desilusión y tristeza en los ojos de Yoongi. No pudo evitar sentirse culpable, pero sentía que debía hacer lo correcto.

Sin más, Taehyung buscó con la mirada la entrada de aquel lugar y bajó por las escaleras que había subido anteriormente, volviendo a sentir el cambio de temperatura en su piel. Mientras abandonaba el lugar no podía dejar de imaginarse la expresión de Yoongi en ese momento, y el hecho de que lo trajera allí en su primera cita lo hacia sentir aún peor. No lo conoció por más de un día, pero confianza junto con un extraño sentimiento habían nacido hacía ese chico durante solo unas horas.

Recorrió todo el camino hasta llegar frente al restaurante donde aparcó su auto, pero antes de entrar en él, miro nuevamente la fachada del edificio y tomó aire fresco.

En medio del trayecto, Taehyung decidió poner música fuerte para despejar su mente un poco, y no apartó su mirada del camino. Apagó su celular hasta llegar a casa. Estaba exhausto.

Al llegar a casa, lo primero que hizo fue deshacerse de todas sus ropas elegantes para tirarlas por ahí y de inmediato subir hasta su habitación a tirarse en la cama. Jamás la había sentido tan cómoda hasta ahora.

Encendió su teléfono y lo primero que pudo presenciar en la pantalla de bloqueo en medio de toda la oscuridad, fue la llamada perdida de Yoongi y tres mensajes de él. Si, se habían intercambiado los números telefónicos con el fin de no perder contacto.

Yoongi

¿Llegaste bien a casa? ..

Si fue por algo que dije antes, lo siento ..

Creo que fue demasiado para una primera cita ¿no?

Dudo unos minutos si contestarle o apagar nuevamente el teléfono para acostarse a dormir, pero creyó que le debía una disculpa al pelinegro.

Tú

Ya te dije que solo fue un pequeño resfriado debido al viento, no te preocupes por mi. Yo soy el que debería disculparme por dejarte plantado.

Disfruté mucho esta cita, Min. X

Estuvo a punto de bloquear el celular, cuando un nuevo mensaje apareció en la pantalla. ¿Había contestado tan rápido?

Hoseokie

Dios, no sabes cuánto me haces falta en este momento.

¿Cuando vienes a visitarme? Oh, espera.. en el departamento no se puede, lo olvidé.

¿Qué tal si vamos a un lugar especial? Hace tiempo que no vamos a uno.

¡Buenas noticias! Encontré un restaurante llamado Sunset Glow, es muy romántico. Me gustaría saber tu opinión.

•••

— Quiere vernos mañana. — continuó hablando el pelinegro sobre el entrenador. Jimin estaba más tranquilo en comparación que cuanto llegó, antes de entrar al departamento sentía que debía controlar su ira para no perder la cabeza con ese muchacho.

Pero todo fue lo contrario, conoció una faceta de su enemigo que no tenía la menor idea. Siempre había sido un chico arrogante y egocéntrico, sin embargo actuó totalmente diferente.

Quizás después de todo las cosas cambian, ¿no?

— ¿No es muy pronto? — preguntó el castaño soltando un quejido.

Jimin se cruzó de brazos.

— Dijo que quiere vernos lo antes posible. — Jungkook rodó los ojos con una sonrisa, luego fijó su vista en Jimin nuevamente. El mayor sintió de inmediato la mirada penetrante por parte de él y se removió incómodo en su asiento.

— Bien, por lo menos tendré una vista exclusiva solo para mí.

Ese era el Jungkook que Jimin conocía.

— Idiota.

En el fondo al pelinegro no le tanto enfadó ese comentario, sino que le causó gracia y al mismo tiempo unas leves ganas de golpearlo en el rostro. Comparándolo con otras veces, ya lo hubiese dejado en el piso. Pretendió estar enojado, pero la reacción del castaño solo fue un guiño de ojo.

— Creo que ya me iré, solo vine a informarte acerca de esto. — dijo y se levantó para comenzar a caminar hacía la puerta, sin embargo Jungkook no movió ni un músculo. Jimin tosió para llamar su atención.

El menor chistó. — ¿Piensas irte ya? — en un movimiento ágil se levantó para quedar a unos cuantos centímetros cerca del mayor. Jimin apartó la mirada, sabía que esa situación iba a terminar mal. Claro, no podía faltar la actitud arrogante de Jungkook tratando de desafiarlo cada vez que se lo encontraba. — Vamos, no quieres dejarme aquí solo y aburrido ¿o si?

— T-tienes a tu amigo aquí, no jodas. Puedes divertirte con él.

Jungkook chistó y desvió la mirada, pero no tardó en volverse a la de Jimin nuevamente. Esta vez con la sonrisa que tanto lo caracterizaba.

— Si, él nos podría molestar un poco, y no queremos eso. — Dio un paso más. Jimin retrocedió uno, cuando sintió que chocó con la pared maldijo internamente. Jungkook apoyó su mano en esta. — ¿Esto no te recuerda a cierta situación? ¿Gracioso, no?

Entonces se escuchó la puerta de Hoseok abrirse de repente.

Jimin soltó un suspiro de alivio, mientras que el castaño maldijo en voz baja.

— ¿Ya terminaron de hablar sus asuntos personales? Tengo ganas de hacerme un té y no quiero escuchar cosas que no debo.