Rivals ➳ Kookmin

020

Tres noches.

Durante tres noches Taehyung no había podido dormir bien, a veces se quedaba hasta las tres de la madrugada revisando cada cinco minutos su celular, aunque sabía que no iba a encontrar nada nuevo, su cuerpo lo hacía inconscientemente. Hasta en su trabajo, muchas veces en las que su jefe no lo miraba, tomaba una siesta de máximo diez minutos. Hacía que su compañero lo despertara para así no meterse en problemas. Ya era suficiente con sus problemas personales.

La principal razón de su insomnio era nadie más que Min Yoongi. Lo había estado evitando desde que tuvieron sexo en su propia oficina, ya que se sentía verdaderamente avergonzado, pues en ese momento estaba fuera de sus cinco sentidos, y ahora con solo recordarlo sus mejillas ardían y se tornaban de un color rojo. Pero sería una completa mentira admitir que no lo disfrutó.

Y eso le aterraba.

Desde que conoció a Yoongi, ha tenido un debate consigo mismo. Se ha dicho no volver a caer en sus encantos, pero de algún modo una parte de él no puede evitarlo. Yoongi es una persona tan misteriosa, inteligente y jodidamente atractiva, y eso es lo que hace que no pueda cortar lazos con él. Sentía una ligera atracción por ese chico.

Había oído sobre los triángulos amorosos, sin embargo nunca se imaginó estar implicado en uno. Dios ¿qué pensaría Hoseok sobre eso? Probablemente lo mataría.

De pronto, Taehyung se sobresaltó al escuchar el timbre resonar por toda la casa, lo que hizo que sus pensamientos salieran disparados y se levantara rápidamente de su cama, para luego gritar un "ya voy" mientras bajaba por las escaleras. Algunas veces odiaba vivir en una casa tan grande, pues al no atender la puerta enseguida, las personas seguían tocando el timbre un par de veces más.

Al abrir la puerta, su corazón empezó a latir con más fuerza cuando se encontró con la sonrisa más hermosa y sincera que sus ojos vieron alguna vez.

Y que había extrañado tanto.

Una sonrisa cuadrada se dibujó en la comisura de sus labios y envolvió en sus brazos al pelirrojo, ocultando el rostro en su cuello, notándose la clara diferencia de altura entre los dos. Hoseok le correspondió el abrazo un poco confundido, pues nunca había visto a su novio actuar tan afectivo.

— ¿A qué se debe esto? — Preguntó el más alto, jugando con el cabello de Taehyung entre sus dedos. — Es como si no me hubieras visto en mucho tiempo.

— Así se sintió...— Murmuró, pero Hoseok no lo escuchó porque el rostro de Taehyung estaba oculto entre la tela de su camiseta.

Después de unos segundos de estar en esa misma posición, Hoseok levantó el mentón de Taehyung, encontrándose con unos ojos levemente humedecidos y una mirada perdida. Hoseok sabía que a Taehyung le preocupaba algo, él es tipo de persona que se reserva todo para sí mismo, pero llega un momento en el que simplemente no puede más y expulsa todo ese dolor mediante lágrimas. El pelirrojo se dirigió directamente a sus labios, tomando por sorpresa al menor. Quería indicarle que todo estaba bien por medio de un cálido beso. Quería dejarle claro que él siempre iba a estar ahí para cuidarlo a pesar de todo.

Taehyung empuñó su mano, jalando un poco la camiseta de Hoseok. Correspondió al contacto en el momento en el que el mayor incrementó la intensidad de este.

Sin embargo, el rubio fue quién cortó el beso. Un sentimiento de culpabilidad creciendo en su pecho hacía que este doliera de una forma inimaginable. Hoseok trató de acercarse de nuevo a sus labios, pero las manos de Taehyung en su cuello lo detuvieron.

— ¿Qué sucede, gatito? — Rió— ¿Ya no te gustan mis besos?

— N-No es nada — Respondió cabizbajo. — Últimamente he estado muy distraído. Lo siento.