Jimin se quedó totalmente paralizado al oír aquellas palabras salir de la boca de Jeon.
Sus manos, que estaban firmemente apoyadas en la barra metálica de las escaleras de la piscina, dispuesto a salir, comenzaron a resbalarse lentamente en cuanto sintió las manos de Jungkook posarse en su cintura, y aunque la temperatura estaba muy baja, se sentían igual de calientes que todas las veces que tuvo oportunidad de tocarlas.
El pelinegro se volvió a introducir a la piscina, esta vez con el rostro más rojizo de lo normal. Al darse la vuelta se encontró a un Jungkook totalmente mojado y sonriendo a unos cuantos centímetros de él.
— La verdad esperaba que me mandaras a la mierda como siempre, pero sinceramente estoy sorprendido. — Soltó una risita haciendo que Jimin se avergonzara aún más.
— No tendría por qué sorprenderte. —Dijo con la cabeza gacha. Suspiró y volvió a mirar a Jeon a los ojos, recordando todo lo que su madre le dijo anteriormente. — Me gustas Jungkook... Me gustas mucho y eso es lo que más me asusta. Me asusta que esto no vaya a tener un buen futuro y mi corazón se rompa en miles de pedazos. Por favor, perdóname si en algún momento te hice sentir inferior o un pedazo de basura... Pero mierda, es la primera vez que he sentido algo así por alguien ¿sabes? Joder, me vuelves loco, cada vez que te veo causas algo en mí que todavía no le encuentro una explicación lógica. Tal vez para otros seas un estúpido egocéntrico que solo le importa él mismo, pero yo veo al chico más hermoso y dulce de este mundo.
El azabache se quedó tan anonadado con lo que acabó de escuchar que ni una o dos lágrimas se escaparon de sus ojos, sino un mar entero. Nadie, ni siquiera su propia "novia" le había dicho algo así.
Con una torpe sonrisa en su rostro y los ojos húmedos se acercó a Jimin sin pensarlo dos veces depositó un suave y dulce beso en sus carnosos labios, acto seguido este enredó sus dedos en el cabello del menor y profundizaron aquella sensación de placer, sin embargo era un placer muy diferente a lo que anteriormente habían experimentado. Era una sensación de paz, tranquilidad, ambos fundiéndose en ese amor mutuo que sentían uno por el otro pero no lograban expresar con palabras.
Entonces comprendieron que así se sentía estar con el amor de tu vida.
Jungkook ya no podía continuar con su plan, definitivamente no.
No podía seguir por dos simples razones: No quería romperle el corazón y estaba totalmente enamorado de él.
Y menos con lo que le acabó de decir.
— Jimin...
— ¿Si?
— ¿Estás consciente de que los besos en la piscina son los mejores?
— Qué irónico...
— ¿Me das otro antes de salir? — Hizo un puchero mirándolo fijamente.
Jimin torció los ojos con una sonrisa y dejó un rápido beso en la punta de su nariz. El azabache frunció el ceño inmediatamente.
— Hazlo bien, Park. — Demandó con la voz ronca.
Diablos, no podía negar que le encantaba la dualidad de Jungkook en algunas ocasiones.
Entonces se relamió los labios y se posó sobre los del azabache, dejando uno que otro mordisco en estos, dándole un toque de sensualidad.
— Era todo lo que necesitaba para que mi día fuese perfecto. — Dijo y comenzó a nadar hacia las escaleras de la piscina, pues ya estaba haciendo mucho más frío en ella, Jimin le siguió el paso y ambos se fueron a secar lo más que pudieron en los vestidores.
•••
— Mierda, ya estaba lo suficientemente estresado como para qué un tipo de cabello rosa me involucrara en más problemas.— Se quejó Taehyung con la mirada fija un punto de su casa. Le dió un sorbo a su botella de whisky y observó de reojo la carta que días atrás Hoseok le había dado, y que aún tenía miedo de descubrir que diablos quería decirle con eso. — ¿Sabes qué? Al carajo — Dejó la botella en el mesón de la cocina y tomó el papel, metiéndolo en el bolsillo de su pantalón, seguidamente cogió sus llaves y salió de su casa.
Al entrar al auto sacó el papel y lo colocó en un lugar para que se mantuviese firme y así poder ir a la dirección que decía. No podía mentir, estaba nervioso y tenía un millón de posibilidades en su cabeza sobre qué podría ser, pero si no se arriesgaba nunca lo descubriría.
Y la estúpida intriga lo carcomía poco a poco a medida que cruzaba cada calle o aceleraba. Trató de pensar en cosas buenas, ya que no le cabía en la cabeza que Hoseok quisiera darle un regalo malo, si es que se trataba de eso.
Después de unos minutos de estar conduciendo, se detuvo en lo que parecía ser una veterinaria. Taehyung frunció el ceño asumiendo que se había equivocado de lugar, sin embargo aún así se bajó del auto y revisó el papel nuevamente. Estaba en la dirección indicada, pero no entendía absolutamente nada.
Estuvo apunto de darse la vuelta y regresar a su casa cuando escuchó una voz a sus espaldas.
— ¡Oye, tu!
Taehyung se volvió sobre sus talones y se señaló así mismo, seguidamente el chico que lo llamaba se acercó a él con una amplia sonrisa.
— ¿Te conozco?
— No, pero yo a ti sí.
— Maldita sea, en serio me está asustando que de repente me conozcan personas que no he visto en mi vida.— Susurró para si mismo. — ¿Quién eres?
— Soy Hyun, pero eso no te debe importar ahora. Tu debes ser Taehyung ¿no? Te estuve esperando por días, ¿por qué tardaste tanto?
— No estaba seguro si venir o no, sinceramente.
— Vale, entonces sígueme, él está ansioso de conocerte — El castaño se adentró en el lugar, Taehyung le siguió el paso pero decidió quedarse en la sala de espera.
En cuanto Hyun volvió, este tenía en sus brazos un pequeño cachorro, el cuál comenzó a mover con fuerza su cola apenas lo vió, el rubio no pudo evitar soltar una risa.
Así que de eso se trataba, un cachorro.
Ahora comprendió el "Él te hará compañía" de la carta.
— Un chico pelirrojo encontró este pequeño en la calle e inmediatamente lo trajo aquí, recuerdo que ese día estaba lloviendo y él lo traía arropado en su chaqueta. Me pidió que lo cuidara hasta que un rubio desorientado viniera por él y por si acaso me dió tu teléfono, pero aquí estás. ¿Quién es él? — Hyun notó que Taehyung tenía la mirada perdida y un brillo en sus ojos, vaya que debía ser alguien muy especial.
Taehyung tomó al cachorro y acarició levemente su cabeza.— Él... es el mejor novio que existe.— Sonrió y se percató de que el perro ya traía un collar puesto y una medalla con él, por lo que la tomó con la yema de sus dedos para lograr ver mejor lo que decía.
"Yeontan"
— Él se lo puso.

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Rivals ➳ Kookmin
FanfictionHasta el nadador más rico y engreído de Seúl se puede enamorar perdidamente, ¿Quién lo diría? Sin embargo, su único problema es el hecho de que el amor de su vida es su máximo rival, y este lo odia a muerte. Jeon Jungkook no se cansa de cortejar a P...