Rivals ➳ Kookmin

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Su respiración estaba tan agitada que le dolía el pecho, casi no sentía sus piernas y estaba tan cansado qué podía desmayarse ahí mismo, ¿Acaso esas eran las consecuencias del éxito?

A Park Jimin no le importó. Se colocó de nuevo sus lentes transparentes de natación y estuvo a punto de volver a tirarse en aquella piscina que había soportado sus caprichos tantas veces, pero una mano lo evitó. Jimin se quedó inmóvil y volteó a ver a su mejor amigo, quién lo veía de manera decepcionante.

— Detente, por favor —suplicó Taehyung con una pizca de tristeza en su voz— Sé que quieres ganar, pero ya has practicado tantas veces.. ¡Ah! Estoy preocupado por ti, amigo.

Jimin se quedó callado por unos segundos y volvió a mirar el agua que estaba debajo suyo. Suspiró y asintió, alejándose del lugar y siguiendo a Taehyung hasta su habitación.

A Jimin le fascinaba ir a visitar la gran casa de Taehyung, no por ser grande ni heredada por sus padres, sino por la gran piscina que tenía en su patio trasero.

Taehyung decidió darle su propia llave a Jimin, ya que una vez el pelinegro intentó colarse en su casa por la ventana de la cocina, el rubio se asustó tanto que creyó que era un ladrón y estuvo a punto de pegarle con una sartén al pobre Jimin mientras gritaba.

El pelinegro subió las largas escaleras de la casa y como si no hubiera descansado en semanas, se desplomó en la cama de su amigo sin importarle nada.

Taehyung se quedó viendo aquella escena parado en el marco de la puerta, tal vez por dentro le dolía que haya mojado y ensuciado sus sabanas con un poco de tierra.

Pero por fin pudo ver como su amigo descansaba después de horas practicando, pero lo entendía, en cinco meses eran las competencias internacionales. Tal vez faltaba mucho, sin embargo, a Jimin le gustaba practicar desde mucho antes para estar completamente seguro.

No tendría que practicar tanto si no tuviera como contrincante a Jeon Jungkook, ese pequeño que siempre le ganaba en las competencias nacionales y no sabía cuál era su truco. Quizás era porque lo desconcentraba antes de empezar o lo ponía de mal humor, odiaba la manera en la que lo provocaba, lo odiaba a él y su perfecto rostro lleno de ego.

En unos cuantos segundos, el pelinegro se quedó dormido aún semi-desnudo en la cama de su amigo sólo con un bóxer de natación pegado a su piel, que marcaban sus tonificados muslos y gotas de agua combinadas de sudor cayendo de su cabello. Cualquiera que entrara y viera esa escena pensaría que ellos dos estuvieron haciendo otra cosa.

Taehyung negó con la cabeza con su cuadrada sonrisa que lo tanto lo caracterizaba y decidió prepararle un baño caliente a Jimin para cuando despertara.

•••

Jeon Jungkook no hacía nada más y nada menos que caminar en círculos por toda su habitación con su teléfono en mano mientras que revisaba por quinta vez el perfil de su rival y se mordía el labio inferior, tanto que salió un poco de sangre de este.

Sonrió de lado y abrazó su celular — Ohh, Park Jimin, ¿Por qué siempre te haces el difícil? Maldición.

En ese momento, sintió como tocaron la puerta de su cuarto varias veces, rápidamente se tiró a la cama escondiendo el celular debajo de la almohada y pretendió estar durmiendo.

— ¿Estás revisando nuevamente su actividad, verdad? — comentó Hoseok de manera burlona y acercándose a él, quién ahora estaba maldiciendo por lo bajo.

— ¿Cómo supiste? — se quejó.

Hoseok señaló la almohada donde Jungkook había escondido su teléfono. — No lo escondiste bien — soltó una risa y el menor frunció el ceño haciendo un puchero. El mayor retomó la seriedad con la que venía y se sentó junto a Jungkook — ¿No deberías estar practicando para las internacionales?

El menor bufó — Todavía queda tiempo, además, sabes que ganaré. Es pan comido.

Hoseok rodó los ojos, ya conocía a Jungkook perfectamente como para esperarse esa respuesta. Aveces se comportaba egocéntrico y ni él mismo se daba cuenta de su actitud.

— También sabes que Park te odia, ¿verdad? — miró a Jungkook desafiante. El menor fulminó a Hoseok con la mirada y le lanzó la almohada en la cara.

Buena jugada, Hoseok, buena jugada.

— Hyung.

— ¿Si?

— Eres un idiota.