Jimin, perplejo, abrió los ojos con sorpresa. Jungkook por otro lado, observaba cada movimiento del pelinegro para confirmar si la había cagado aún más o abrió un nuevo mundo de posibilidades para él y Jimin. Tragó saliva esperando una cachetada, pero esta nunca llegó.
El azabache estuvo a punto de abrir la boca para decir algo, sin embargo se le vio interrumpido por los gruesos labios de Jimin que buscaron los suyos con desesperación. Jungkook ladeó la cabeza para profundizar aquel contacto y posteriormente el pelinegro apegó más su cuerpo al contrario, luego los brazos del menor rodearon el cuello de Jimin y enredó sus piernas alrededor de las caderas de este, debajo del agua.
Ambos se separaron por la falta de aire y pegaron sus frentes con los ojos cerrados, pues se negaron a mirarse. Jungkook quería gritar de la felicidad por al fin sentir a Jimin tan cerca suyo y tener el honor de besar esos gruesos labios que poseía, esbozó una sonrisa. Por otra parte el contrario se sentía sumamente avergonzado, sus mejillas ardían a tal punto que estas se coloraron de rosa. Por fuera se negaba rotundamente que se atrevió a besar a la persona que se supone que odia, pero por dentro lo había disfrutado y mucho, sólo que no quería aceptarlo.
Jimin se separó de golpe y miró al azabache con algo de lástima. Nadó hasta las escaleras y salió de la piscina. Jungkook algo desconcertado repitió la misma acción, solo que por las escaleras del otro lado de la piscina.
— Esto.. — habló el pelinegro con la cabeza gacha, segundos después tomó aire y decidió levantar la vista. — Fue un error.. Yo.. Tú tienes novia, maldita sea, yo tengo novio, ¡Mierda!— se cubrió la cara con ambas manos y maldijo de nuevo internamente, dejándose caer de rodillas al suelo.
La simple frase "fue un error" fue como una punzada al pecho de Jungkook, ¿Quién diría que solo esas palabras harían sentir tan mal a alguien como él? Una persona que no le importa lo que digan los demás.
Estuvo a punto de mandar su orgullo a la mierda y acercarse a Jimin, pero solo le echó un último vistazo y abandonó la sala, para volver a los vestidores, sin decir nada. Estaba confundido.
Pero más confundido estaba el chico tirado en el suelo.
Jimin tocó sus labios volviendo a recordar el contacto que hubo entre él y el menor. Raramente se acordó de los besos que le daba Jinyoung, una sensación totalmente diferente a la que le dio Jungkook hace unos minutos. Solo que el beso de Jungkook le transmitió más tranquilidad, afecto.. Algo que no le hacía sentir su novio en las últimas semanas.
Negó con la cabeza, debía ser una pesadilla, si eso tenía que ser. Alzó la vista y notó que Jungkook ya no se encontraba ahí. Se levantó y caminó rápido a los vestidores con cuidado de no caerse, pues aún seguía a pie descalzo.
Encontró al azabache terminando de ponerse una camiseta color salmón, para luego recoger todas sus cosas. Notó la presencia del pelinegro, si, pero no le dirigió la palabra. En cambio, pasó por su lado y chocó "por accidente" su hombro derecho con el suyo, seguidamente salió de la habitación.
Jimin sólo se quedó ahí parado, con la vista en algún punto de los vestidores. Segundos después reaccionó y rápidamente se vistió con un jogger negro y una camiseta blanca. Pensó en seguir a Jungkook, pero tal vez era lo que menos quería él.
•••
Optó por ir a la casa de Taehyung, así lo ayudaría a relajarse y a despejar todos sus pensamientos mediante los videojuegos. Sin embargo nada de eso estaba ayudando, en vez de eso estaba perdiendo en cada partida que jugaba con su mejor amigo, algo que casi nunca sucedía ya que era mejor jugador que Taehyung. El rubio se percató de la actitud de Jimin, pues el jamás perdía y cuando él comenzó a alardear sus victorias Jimin no hizo absolutamente nada. Estaba absorto en sus pensamientos.
Taehyung suspiró.— ¿Me vas a decir que mierda tienes? Has estado actuando así desde que regresaste de la sesión. — Se acercó a Jimin y tomó sus manos para que este lo mirara.— ¿Acaso ese tipo te dijo algo malo? Espera a que le rompa ese lindo rostro.
— N-No es nada.— El rubio enarcó una ceja.— Solo tuve.. - Taehyung se acercó más a Jimin mientras que lo observaba con recelo.— Mierda, no me mires así.
— Lo sabía, estás mintiendo.
— ¿Qué? Claro que no.
El rubio lo miró desafiante. Jimin dejó caer sus brazos a cada lado de sus caderas y suspiró. Se sentó en el puff azul que tenía Taehyung en su habitación y tocó por encima la cadena que le regaló Jinyoung con la yema de sus dedos.
— ¿Sabes? Es muy linda.
— Si, supongo.- suspiró.
Taehyung frunció el ceño y se cruzó de brazos, luego se sentó en la orilla de la cama para ponerle más atención a la conversación.
— ¿Jimin?
El mencionado levantó la mirada, encontrándose con los ojos de Taehyung.
— ¿Si?
— Nunca me has contado cómo es tu relación con Jinyoung, ya sabes.. ¿Cómo son tus citas con él? Se qué es un idol y por ende está ocupado ya mayoría del tiempo.. — Taehyung notó como Jimin se quedó viendo un punto fijo de la habitación, entonces observó como sus ojos se volvieron vidriosos de un momento a otro.— Hyung — El rubio se arrodilló a un lado de Jimin. — Dime la verdad, ¿por lo menos te dedica tiempo? ¿Su tiempo?
Jimin se limpió rápidamente una lágrima que cayó por su mejilla, pensando que Taehyung no lo notaría, sin embargo este fue lo primero que vio. Ese comentario hizo que aparecieran muchas dudas en su cabeza. No era cierto que Jinyoung le dedicara tiempo, por más que lo intentara, siempre pareciera que le importara más su imagen como idol, y por supuesto tener a un novio como Jimin: Nadador profesional, apuesto y rico.
Recordó cuando estaban en el centro comercial y le preguntó si de verdad lo amaba. Lo hizo dudar, si.
Pero quiso desechar todos los malos pensamientos en el momento, y ahora comprendió que nunca pudo borrarlos, solo ocultarlos por miedo a estar equivocado.
Entonces fue cuando se preguntó, ¿de verdad amaba a Jinyoung?
Ese día, Jimin no portó más la cadena en su cuello.
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Rivals ➳ Kookmin
FanficHasta el nadador más rico y engreído de Seúl se puede enamorar perdidamente, ¿Quién lo diría? Sin embargo, su único problema es el hecho de que el amor de su vida es su máximo rival, y este lo odia a muerte. Jeon Jungkook no se cansa de cortejar a P...