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— Y.. ¿Vives con alguien? — preguntó el pelinegro, que no había dejado de enseñar una sonrisa desde que empezó a charlar con Taehyung. El rubio esperaba menos de la cita, pero resultó ser más divertida de lo que pensaba. Ambos muchachos no parecían percatarse de las personas que los miraban de vez en cuando con el ceño fruncido.

— Vivo solo, aunque mi mejor amigo puede entrar cuando quiere y hay veces que es escalofriante, créeme.— Yoongi rió escuchar lo último.

— ¿Sabes? No pareces de esos chicos que crean perfiles en línea para conseguir citas. ¿Qué fue lo que sucedió? Estabas muy nervioso al sujetar la copa de vino, Taehyung, y un chico que normalmente asiste a citas no suele estar así.

— Oh dios, ¿Como supiste?— tragó saliva mientras que lo observaba incrédulo, no pudo creer que notó ese pequeño detalle.

— Estabas temblando.— sonrió y se inclinó, colocando sus codos sobre la mesa.— Sé cuándo un chico está nervioso en su primera vez.

Taehyung abrió los ojos con sorpresa y disimulo. Se desapretó un poco la corbata y desvió la mirada pretendiendo ignorar el hecho de que aquella frase hubiese sonado tan horriblemente sexual.

Ese chico era muy inteligente y Taehyung estaba consciente de eso, ya que Yoongi estudiaba cada movimiento del menor y no dejaba pasar nada. En esos momentos el rubio trataría de no estropear más la cita, sin embargo estaba más nervioso de lo que debería. Pero no era por la cita, el lugar tan formal en el que estaban o el traje ajustado de Taehyung. El principal problema estaba en que ese pelinegro lo estaba seduciendo de una manera tan extraña y a la vez elegante, con solo mirarlo a sus oscuros ojos penetrantes.

Yoongi sonrió al notar la expresión de sorpresa en el rostro de Taehyung.

— ¿Hace calor, no?

— Sí.— respondió casi de inmediato, abanicándose con su mano.

— En la última hora vinieron muchas personas a este lugar, además, siento que no tenemos la suficiente privacidad— levantó una ceja y se volvió a fijar en el siguiente movimiento del rubio.

— Sí..— empezó a buscar su billetera del bolsillo con torpeza.

Yoongi negó con la cabeza y Taehyung frunció el ceño. En ese momento un mayordomo se acercó a la mesa para preguntar si ya habían acabado de comer.

— Yo pagaré, no te preocupes.— le guiño un ojo al menor. Este solo asintió con la cabeza y se levantó con agilidad de la silla. Yoongi repitió la acción dejando el dinero sobre la mesa, y en un rápido movimiento entrelazó su brazo con el de Taehyung casi arrastrándolo hacía la salida.


•••

— ¡Lo violaste! ¡Lo violaste, joder!— exclamó Hoseok con ambas manos en sus cachetes.

— ¡No lo violé! ¡Maldita sea, te van a escuchar los vecinos!

Hoseok recorría toda la habitación en círculos mientras maldecía en voz baja y miraba a Jungkook fugazmente.

— ¡Te va a denunciar por ser un maldito depravado sexual! ¡Te la va a arrancar la próxima vez que te vea, mierda! ¡Park también está tan loco como tú!

— ¡Hoseok cálmate!— dijo Jungkook soltando una risa por que acabó diciendo su mejor amigo, que había estado persiguiendo para que cerrara la boca desde que le contó lo ocurrido en los baños. — Tampoco es para tanto ¿Sabes? Ni siquiera pude besarlo. - bufó.

— Planeabas hacerlo, maldito loco. Si quieres enamorar a Jimin primero conquista su corazón, no su.. — señaló su entrepierna — Ya sabes.

— Pero eso funcionó— rió. Hoseok rodó los ojos con una sonrisa, entonces comprendió que la personalidad de su amigo era irreparable, aunque quizás no era tan mala como pensaba, podría ser peor. Jungkook se tiró en el sofá y observó a Hoseok con una ceja levantada, el contrario lo miró confundido.— ¿Cómo te va a ti en el amor?

Hoseok tragó saliva y desvió la mirada. — No tengo a nadie especial, así que no insistas.

Jungkook bufó incrédulo. — Es imposible que no tengas ni un solo pretendiente a estas alturas.. Vamos, cuéntame.. ¿O acaso no me tienes confianza?

El sonido del timbre interrumpió en la conversación.

El pelirrojo agradeció internamente soltando un suspiro de alivio, ya lo estaba poniendo nervioso aquella pregunta por parte de Jungkook.

— Yo voy.— habló el castaño poniéndose de pie para atender a la puerta que no estaba muy lejos.

Pero al momento de abrirla se encontró con una gran sorpresa que hizo que sus vellos se pusieran de punta.

Jungkook saltó del susto al ver que unos ojos de color avellana muy conocidos para él, chocaron con los suyos en menos de dos segundos. Además de que él castaño era el más sorprendido, hubo un corto e incómodo silencio entre los dos muchachos que estaban a pocos metros de distancia.

— Oh mierda.— musitó Hoseok a las espaldas de Jungkook, el menor rogaba internamente para que el pelirrojo se quedara a su lado dándole apoyo, que claramente no funcionó. — Me iré a mi habitación para que conversen con mayor comodidad.

— ¿Quieres pasar? — dijo con evidente nerviosismo. El pelinegro asintió y se adentró en la casa. Jungkook cerró la puerta a sus espaldas.

Claro que quiere pasar imbécil, no lo vas a dejar ahí parado en la puerta.

— Sé que no me esperabas aquí.— habló Jimin mientras estudiaba con atención la sala de estar. — Sin embargo tenía que venir a decirte algo.

Rivals ➳ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora