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—Tan hermoso como ella, de seguro tienes a muchas personas detrás de ti...—. Murmura Medusa cerca de su rostro, había enroscado parte de su cuerpo en el de Jin impidiendo que se moviera.

—No te tengo miedo, mi madre...—. Su cabeza se hizo hacia el lado derecho debido a una bofetada que le propinó Medusa, tenía unas ganas enormes de regresarle el golpe pero eso significaba abrir sus ojos, por lo que se quedó sin hacer nada, no quería convertirse en una piedra.

—Tu madre es una perra envidiosa que no soporto ver a otra mujer con más belleza que ella—. Le dice Medusa viendo la mejilla roja del Dios, sabía que podía soportar incluso más cosas, pensaba divertirse un poco con él, después iría por el hijo de Atenea, sería su estatua favorita.

—Mi madre solo te dio lo que merecías—. Su cabeza vuelve a girar hacia el lado derecho por otro golpe que le dio el monstruo.

—Tu madre solo me condenó más de lo que hizo Atenea... Con el castigo que me había dado fue más que suficiente para una eternidad de miseria, pero Afrodita quiso vengarse solo porque Poseidón dejó de tener interés en ella, solo por darme esa atención a mi y me dejo con ellas—. Menciona girando un poco su cabeza y un par de víboras serpentean por su rostro, si bien, le había costado trabajo acostumbrarse a ellas, hasta el día de hoy convive con las víboras que tiene por cabello con naturaleza, como si siempre hubieran estado allí.

—¿Y eso qué tiene? De todos modos ya eras un monstruo, convirtiendo a todo aquel que te mire a los ojos en piedra—. Esta vez no es la palma de Medusa que impacta contra su mejilla, sino que fue el puño provocando un pequeño corte en su labio y sangre saliera.

—No lo pedí, pero claro como eres un Dios y solo escuchas lo que los otros Dioses quieren que sepas, ¿al menos sabes por qué mi castigo?

—Sedujiste a Poseidón y profanaste el templo sagrado de Atenea—. Responde inmediatamente, era lo que se les había dicho a todos aquellos que fueran hijos de algún Dios.

—¡Mentira!—. El agarre que mantiene Medusa en el cuerpo de SeokJin se afloja un poco—. Poseidón me violó y Atenea en vez de hacer algo, me condeno a mi, cuando no tuve la culpa de nada, solo fui la víctima de todos esos Dioses, así que ahora es mi turno hacerlos pagar.

—¡Puedo quitarlas!—. Habló el hijo mayor de Afrodita con nerviosismo, podía sentir como las víboras rozaban su rostro y estas rozaban sus ojos, estaba seguro que las víboras harían de todo para que los abriera—. ¡Puedo...!

Su oración fue cortada abruptamente cuando cayó al suelo de golpe, su cuerpo dejó de estar rodeado por el de Medusa y pudo escuchar dos gritos, uno masculino y otro femenino.

—¡Corre!—. Jin siente como su mano es tomada por Hoseok y tira de esta, abrió levemente sus ojos para ver como salen de la habitación en donde se encontraban, escuchó un golpe sordo detrás de ellos, sabía que Medusa los estaba siguiendo, por lo que bajaron las escaleras lo más rápido que podían, debían de encontrar otro lugar seguro y esconderse, aunque se les hacía imposible pues cuando llegaron a la planta baja pudieron dar un par de pasos enfrente cuando cerraron sus ojos de golpe al sentir la presencia de esta más cerca de ellos, lo que los hizo quedarse completamente quietos.

—¡Hey Medusa!—. Escuchan los tres de la parte de arriba, era la voz de Yoongi hablando directamente al monstruo—. Déjalos en paz.

Cuando la mujer volteó hacia arriba se encontró con un esqueleto que sin dudar se lanzó contra ella provocando que quitara la atención de los otros dos Dioses permitiéndoles escapar de donde estaban y corriendo hacía la cocina para poder tomar algo con lo que protegerse.

En el piso superior YoonGi corrió de regreso hacia donde se estaba ocultando con Jimin, cuando cerró la puerta de la habitación otra se abrió dejando salir a Jungkook, con la distracción que había puesto Yoongi iba a ser más fácil poder acabar con Medusa, por lo que sin dudar bajo las escaleras con rapidez siempre mirando al suelo, cuando estuvo cerca de Medusa cerró sus ojos dispuesto a atacar.

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