Herederos

ιβ' [doce]

Jungkook se encontraba frente a la estatua de Taehyung sin saber qué es lo que podría hacer para recuperarlo, solo habían estado juntos un par de horas antes de que todo se haya ido por la borda; habían hablado de lo que implicaba tener un destino juntos y entendió a lo que se refería, le había pedido una oportunidad de conocerse y este había aceptado pero ahora no lo tenía más.

—¿Qué voy hacer ahora, Taehyung...?—. Pregunta hacia la estatua sin saber que hacer realmente, pues sentía una extraña presión en el pecho que solo iba en aumento conforme veía la estatua de Taehyung.

—Voy a hacer hasta lo imposible para recuperarlo—. Jungkook giró la cabeza viendo a Jin quien estaba viendo la estatua de su hermano, recordaba haberlo visto así siglos atrás cuando Pigmalión había creado a su hermano en el santuario que tenía su madre, poco después le había dado la vida como lo había hecho con la esposa de aquel escultor—. Le pedí a Namjoon que investigara si había una forma de revertir lo que hizo Medusa y Yoongi está buscando el alma de Taehyung, aún no sabe si esta sigue en su cuerpo o está en el Inframundo.

—¿Y entonces qué hacemos nosotros?—. Preguntó el hijo de Ares con fastidio, al no saber que hacer realmente, se sentía inútil.

—Lo único que podemos hacer es esperar... no nos hemos podido comunicar con los dioses y yo... Creo que de un modo u otro es mejor porque no sabría qué decirle a mi madre—. Toma asiento a un lado de Jungkook mirando la estatua con tristeza, se podía notar a simple vista como le dolía.

—Creí que Taehyung no te caía bien, incluso parecía que lo odias.

—No lo odio, pero... Es extraño, porque mi madre siempre tuvo una preferencia por él, desde que estoy en este mundo Afrodita nunca ha sido especialmente cariñosa, no como lo es con Taehyung... Eros, mi padre ha sido siempre más cariñoso conmigo, solíamos hablar mucho, me pedía mi ayuda con temas de los humanos aun cuando estaba equivocado, incluso me apoyo con Demian, mi madre en cambio nunca pidió mi ayuda porque me decía que era inexperto en ello y me puso entre la espada y pared al amenazarme con Demian pero cuando llegó Taehyung a su vida fue diferente con él... Siempre le pedía su opinión, lo dejaba participar con ella y simplemente le dio toda la atención de una verdadera madre, una amorosa, yo solo conocí a la madre estricta—. Habla recordando todos esos desplantes que le hacía Afrodita y que hicieron que le tuviera rencor a su hermano por ello—. Eros nunca fue grosero con Taehyung pero prefería no opinar nada con respecto a él porque sabía que eso podría afectarme mas, sim embargo se que le tiene mucho aprecio y también se que si mi madre se entera de lo que le pasó a Taehyung me va a castigar a mi por ello.

—¿Qué es lo que te podría hacer Afrodita?—. Preguntó con curiosidad Jungkook, parecía que Ares era mejor padre que muchos de los dioses que tenían hijos.

—No lo se, pero estoy seguro que la muerte es una opción... Es decir, le dio parte de una maldición a Medusa por el simple hecho de que era más bonita que ella y captó la atención de más dioses.

Después de eso ambos dioses se quedaron callados, pensando en el peso de las palabras de Jin; Jungkook sabía que su padre nunca podría hacerle eso a sus hijos, tal vez solo les dejaría de hablar y quitaría sus armas favoritas o no los dejaría ir a los coliseos en donde solían pelear, pero no creía a su padre capaz de acabar con la vida de sus hijos y Jin solo rogaba a Zeus que sea lo que estaba haciendo no pudieran tener un contacto con los otros dioses o el mismo Olimpo durará lo suficiente para que encontraran una forma de quitar la maldición de Taehyung.

Habían pasado la noche frente a la estatua de Taehyung dando así el inicio de un nuevo día, todo parecía normal por la mañana, había poco movimiento en la casa en donde estaban los dioses, eso hasta que la puerta de enfrente fue golpeada, Namjoon inmediatamente fue a atender para ver quien es la persona que estaba tocando la puerta encontrándose de frente con Poseidón quien estaba mas serio de lo usual, Namjoon sin esperar a que el dios hablara lo dejo pasar a la vivienda.