κ α' [veintiuno]

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—¿Qué hacen aquí?—. Afrodita se pone de pie apretando sus puños a sus lados mientras mira a las diosas que han aparecido ante ellos.

—Por supuesto a defender el destino de estos dioses y a ejercer nuestro derecho de madres sobre Taehyung—. Responden las tres a la vez, era realmente impresionante la coordinación que tenían las tres diosas al momento de hablar, pues iniciaban y acaban al mismo tiempo.

—Su madre soy yo, yo le di la vida.

—Claro—. Responde una condescendiente y las otras dos sueltan una risita que solo hace que Afrodita enfurezca aún más.

—Ahorra lo que realmente importa y por lo que hemos sido convocadas—. Dicen las tres y se ponen cerca de los tres dioses, estos le hacen una reverencia y cada una de las diosas se pone frente a un dios menor—. Su destino está enlazado, así se ha decidido.

—Pero Jin ya tenía un destino, no puede tener otro—. Habla Taehyung poniéndose de pie y caminando a donde están las Moiras, no podía ser cierto lo que ellas decían.

—Puede y es cierto, hijo—. Cloto habla mirando a Taehyung y las otras dos extienden su mano para que Taehyung las tome, cuando lo hace inhala hondo pudiendo percibir el destino de los tres dioses.

—¿Cómo... Cómo es posible?—. Pregunta Taehyung dando un paso hacia atrás separándose de las Moiras y de Jin.

—Si bien Jin tenía su destino escrito pero Afrodita lo rompió—. Hablan los Moiras mirando a la diosa nombrada y esta siente como la juzgan aun cuando tienen los ojos cerrados.

—¿Demian?—. Pregunta Afrodita rodando los ojos cuando mencionan el destino amoroso de Jin—. Jin no podía salir con alguien tan poco cosa y que además de ello tenía algo que nos pertenecía.

—El hijo de Príapo era el destino de tu hijo y lo sabías, por ese motivo no quisiese que se fuera con él—. Hablan las Moiras y Jin mira a su madre con impresión, él no sabía eso—. También sabías que él ya estaba en la Tierra esperando a Jin pero le mentiste a tu hijo después de amenazarlo con quitarle todo lo que lo hace ser un dios.

—Dijiste que Demian había llegado a un acuerdo con Príapo en donde no podíamos estar juntos yo... Yo no sabía que estaba en la Tierra hasta que murió—. Habla Jin con dolor, después de tanto tiempo aun le dolía la partida de Demian.

—No me arrepiento de ello, mereces algo mejor, incluso que estos dioses—. Dice la diosa señalando a Hoseok y Namjoon quienes estaban cerca de Jin dándole su apoyo.

—Por este tipo de cosas es que te quedaras sola, por este tipo de cosas es que los mortales temen de ti, porque a pesar de ser la diosa del amor no tienes corazón, ni siquiera para tus hijos—. Habla Jin mirando a su madre, sentía un vacío enorme en su pecho.

—¡Eso no es verdad!—. Exclama la diosa y antes de que pueda dar un paso enfrente es detenida por la voz de Ares.

—Si eso fuera cierto, Afrodita, no hubieras ocultado que Jin también era mi hijo, no lo hubieras hecho menos ante Taehyung... Lo hubieras dejado ser feliz—. Habla el diosa mirando a Jin, este también lo mira y le sonríe débilmente, en el poco tiempo que llevaba la energía de Ares en su cuerpo se había dado cuenta de lo amoroso que era y eso le daba calidez en su vida, una que nunca tuvo.

—De ese suceso—. Las Moiras vuelven a hablar y todos les dan su atención—. Es el porqué Jin tiene un nuevo destino, cuando Ares le dio parte de su divinidad es como si volviera a nacer, es por eso que se le hizo un nuevo destino y ese es Namjoon y Hoseok.

—Sigo sin entender porque los tres son el destino del otro—. Habla Atenea mirando a su hijo con atención.

—Así ha sido elegido y así es como debe de ser de ahora en adelante, los tres se completan de la mejor manera, si solo fueran dos no podrían ser felices, porque el destino de todos cambió cuando Afrodita decidió intervenir con el hijo de Príapo.

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