κ θ' [veintinueve]

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Había pasado un mes en donde habían tenido bastante tranquilidad en donde se habían concentrado en ellos, en afrontar los últimos acontecimientos que les habían causado problemas y por ello se referían a Ptono quien causó mucho daño entre los siete dioses, estos dieron aviso a los demás dioses y grande fue la sorpresa de todos cuando Nix se presentó ante ellos diciendo que buscaría a Ptono para llevarlo personalmente con Hades para encerrarlo en el Tártaro.

Jimin y Yoongi habían hablado mucho de lo que pasaba en su relación y a lo que querían llegar con el otro, fue buena su plática pues pudieron comprenderse mucho más y poder llevar su relación de la mejor forma posible, podían decir con certeza que lograron comprender muchos aspectos del otro, el resto podría decir que era algo así como un matrimonio de muchos años, siempre tranquilos con ellos mismos y con su alrededor; por otra parte estaba la pareja de tres quienes eran en sí los tímidos, o al menos eso era por parte de Hoseok y Namjoon pues eran bastante tímidos con su otro novio, Seokjin quien siempre estaba besándolos y tocándolos, claro, respetando los límites le habían marcado sus novios, se podría decir que ellos aún se estaban conociendo, lo llevaban todo con calma y a su propio ritmo; y por último estaban Jungkook y Taehyung quienes no podían despegar las manos del otro, pues siempre estaban tomados de las manos, acariciando el cuerpo del otro o en su defecto besándose sobre o contra cualquier superficie de la casa, al principio los otros dioses se apenaban por ver toda la pasión que tenían pero con el paso de los días se acostumbraron a ello y ya no se sorprendían si lo veían restregándose contra el otro.

—Iré a un funeral—. Comenta Yoongi pasando una de sus manos por su cabello y Jimin lo mira ligeramente extrañado—. Al parecer quien murió fue un semidiós o al menos es lo que este sujeto decía, así que me quiero asegurar de que sea verdad y no lo dejen pasar a lugares que no.

—Está bien, yo seguiré buscando quien será el nuevo oráculo—. Comenta Jimin para ambos salir de la habitación de Yoongi, una vez están fuera de la casa dejan un pequeño beso en los labios del otro para caminar en sentidos opuestos.

Yoongi iba caminando por las calles que llevaban al templo de su padre y a su vez al cementerio que estaba en un área llena de pasto verde y vivo, si le preguntan a él un poco irónico, pero sabía que eso se debía a su madre, de un modo quería dar un paisaje ameno a los cementerios pues sabía que el sufrimiento de las humanos al perder y enterrar a sus muertos era enorme y quería que por lo menos tuvieran un lugar bello en donde pudieran sentir paz, esa paz que existe al morir.

Llega al lugar viendo como se está llevando a cabo la ceremonia, todo parecía ir muy bien hasta que vio como la madre del joven empezaba a decir que su hijo no necesitaba los dracma pues sería bien recibido en el Olimpo como un futuro y nuevo dios pues había sido un semidiós y por lo que él sabía hace siglos no existían los semidioses así que atraído por las palabras de la mujer se acercó a ella dispuesto a enfrentarla y sacarla de su error para que no condenara a su hijo sin poder cruzar el río Aqueronte.

Por otra lado, Jimin caminaba por las calles hasta que llegó al centro de la ciudad, le había pedido un consejo a su padre para saber cómo elegir al nuevo oráculo pero este simplemente le dijo que lo iba a sentir, como un magnetismo y pesar de que lleva ya un par de días intentando no lograba nada aun lo cual era sumamente estresante para él. En su caminata tomó asiento en una banca de un pequeño parque para relajarse viendo a las personas caminar con tranquilidad, habían un par de infantes de jugaban y sus carcajadas llenaban el lugar, ciertamente era un lugar bastante cálido hasta que escuchó un:

—Tks, te dije que ibas a recibir el empleo, Soobin, deberías de confiar en mi.

—Ciertamente no se como es que siempre aciertas en esas cosas... Tal vez has sido bendecido por Apolo—. La voz de otro chico haciendo mención de su padre fue lo que hizo que llamara su atención y los mirara con atención, se puso de pie caminando hacia ellos y pudo por fin sentir ese magnetismo que su padre había dicho.

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