ιδ' [catorce]

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Los dioses presentes no se esperaban la reacción de Jungkook que fue caminar hasta Jin y aventarlo contra una pared mientras lo sostenía de su cuello con fuerza, estaba fuera de sí, no podría creer que fuera su medio hermano; Jin por su parte no sabía lo que estaba ocurriendo, se había despertado en su habitación sintiéndose de lo más raro y ahora estaba contra la pared y Jungkook que lo sostenía con fuerza, el golpe que se había dado en la cabeza contra la pared lo tenía aturdido.

—¡Jungkook!

—¡Jin!

Ambos nombrados escuchan los gritos de sus nombres, Jungkook siente los brazos de su padre apartándolo de Jin quien comienza a toser tocando su cuello, Namjoon y Hoseok se acercaron con rapidez a él ayudándolo a llegar al sillón, Eros se acercó a Jin para revisarlo y se giró a mirar a Ares quien estaba con Jungkook, pues lo estaba intentando controlar, por el ruido de los gritos el resto de los dioses bajaron con rapidez, al ver todo lo que estaba pasando se extrañaron de sobre manera, Taehyung se acercó con rapidez a Jin viendo las marcas en su cuello.

—¿Qué te pasó?—. Pregunto preocupado al ver las marcas, aunque una gran parte de él estaba aliviado de que Eros estuviera allí, porque eso significaba que podría hacer algo para que su hermano fuera de nuevo un dios, aunque no se explicaba el porqué Ares estaba allí o el porqué Jungkook estaba tan alterado y se aferraba a su padre con desesperación, quería ir también hacía él para ver lo que lo tenía tan alterado.

—Fue... Jungkook—. Tose y se pega más a los dioses menores quienes le dan cobijo y protección. Taehyung se pone de pie y se dirige a donde esta Jungkook con Ares, pone una de sus manos en la espalda contraria y le da suaves palmaditas, Jungkook se separa de su padre ver a Taehyung, cuando lo ve siente como algo en su ser lo hace de algún modo sentirse libre por lo cual se acerca a él abrazándolo y dejando escapar un suspiro por lo que después de eso se aleja un poco de Taehyung mirándolo sin saber cómo decirlo.

Por su parte Ares se giró viendo a Jin y acercándose a él, Jin en ese momento al sentirse tan vulnerable se encogió un poco asustado de la presencia de Ares, pues si bien Jungkook lo había atacado no se quería imaginar que es lo que le haría el dios de la guerra.

—¿Cómo fuiste concebido?—. Pregunta Ares hacia Jin mirándolo con atención, quería ver si había algo aparte de los ojos, porque si era sincero consigo mismo los ojos eran idénticos a los que poseían sus hijos y a los de él mismo.

—¿Eh?—. Ciertamente estaba confundido, porque no sabía que tenía que ver con que Jungkook se haya vuelto loco y lo haya atacado a que le cuestionen como fue concebido—. No entiendo como eso me va a explicar el porqué Jungkook me atacó, es decir, se que es tu hijo pero no sabía que atacaba.

—Hablas mucho—. El dios de la guerra frunció el ceño ante el parloteo del dios y se giró a mirar a Eros para segundos después susurrar el nombre de Afrodita.

Hace siglos atrás la diosa le había dicho que siempre iba a recurrir a su llamado, no importaba cuanto tiempo pasara, iba a estar para él, así que después de siglos sin tener un contacto directo la llamo y la diosa no se hizo esperar, pues apareció en la sala con una enorme sonrisa que desapareció al ver donde se encontraba.

—Bueno esto es inesperado y...

—Eres una completa perra—. La voz de Taehyung interrumpe a Afrodita que se gira a verlo impresionada por sus palabras, podía ver como uno de los hijos de Ares lo sostenía, suponía que para evitar se le lanzara encima.

—¿Me vas a decir la verdad o tendré que decirlo?—. Pregunta Ares a la diosa del amor quien se ve molesta y es que lo estaba pues se encontraba atrapada y después de mucho tiempo tendría que decir la verdad y eso podía significar perder a sus dos niños, aunque para ese punto estaba segura ya los había perdido con sus acciones pasadas, aunque si era honesta no se arrepentía de lo que había hecho pues no había podido vivir sin uno de sus hijos y ciertamente Jin estaba vivo, así no todo está bien, al menos para ella.

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