Έξτρα β' [Extra dos]

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—No puedo creer que te vayas a ser ágape de Jungkook en menos de un mes—. Jimin alza la mirada de las flechas que estaba limpiando para ver a Seokjin tomando la mano de su hermano mirando el anillo que portaba este, habían pasado dos años desde que Taehyung y Jungkook habían anunciado que iban a ser ágape, no habían dado una fecha en concreto de cuándo sería la ceremonia sin embargo Taehyung se había encargado de organizar todo y en todo el tiempo que había pasado hasta ese momento aún podían escucha a Seokjin decir lo mismo cada vez que se quedaba mirando el anillo en el dedo de su hermano.

—No puedo creer que lleves repitiendo la misma frase desde que te enteraste—. Menciona Taehyung y quita su mano del agarre de su hermano para ver al dios rubio—. ¿Aún no sabes nada de Yoongi?

—Nop—. Es toda la respuesta que da Jimin sin mirar a los hijos de Afrodita pues sabía que se iba a topar con la mirada de desaprobación de ambos dioses y estaba bien sin sentirse culpable, después de todo todo había pasado por su culpa.



Hace un año atrás Jimin había sido guiado por Yeonjun a una pequeña fiesta mortal, antes ya había ido a estas solo que en esta ocasión no iba a sacar a Yeonjun de problemas sino que por su voluntad había ido a ver el porque siempre iba Yeonjun a estas y se debía a Soobin, quien asistía a ellas y acababa desapareciendo con alguien más lo que hacía que Yeonjun tomará demás y acaba haciendo un desastre, en esa ocasión quiso ser más empático con el chico por lo que lo acompaño con algunos tragos, así que cuando un chico se le insinuó no lo apartó como debería haberlo hecho y no debió de pasar más allá de un coqueteo pero cuando otro chico más se le acerco y acaricio sus muslos mientras el otro dejaba besos en su cuello debió de pararlos y apartarlos de su cuerpo, además no es que como si no estuviera en sus cinco sentidos, después de todo la cantidad de alcohol que había tomado no le había afectado en nada, para un humano eso hubiera significado un coma etílico, para un dios apenas un mareo así que no tenía excusas para el beso que compartió con esos dos chicos.

La fiesta acabó y después de dejar a Yeonjun en su casa y caminar hacia su hogar fue allí en donde la realidad lo golpeó, había estado a dos mortales cuando tenía una relación con el hijo de Hades, cuando entro a la vivienda un peso enorme se sentía en sus hombros, busco a Yoongi por toda la casa y cuando lo encontró lo halló en el invernadero que tenían, sus ojos estaban cerrados y sus manos extendidas hacia un pequeño rosal que estaba seco pero que con sus dones por parte de Perséfone este se curó.

—Te estaba buscando—. Habla haciendo que el dios pálido abra los ojos y le sonría para ir hacia donde estaba Jimin.

—Aquí estoy, ¿Yeonjun se metió en muchos problemas?

—No, estaba tranquilo porque estaba con él.

—Menos mal, así ya no lo tendrás que amenazar con encontrar otro Oráculo—. Yoongi espera una respuesta de su novio pero esta no llega, en cambio lo ve con la mirada perdida por lo que pregunta—: ¿Qué pasa?

—Ocurrió algo—. Jimin lo mira con una seriedad que nunca antes había visto por lo que su cuerpo se tensa.

—¿Y qué es eso?

—En la fiesta...—. Yoongi puede ver como Jimin batalla por hablar, ve las muecas que hace y toma sus manos para transmitirle algo de calma—. En la fiesta me bese con dos mortales y no voy a poner ninguna excusa del porque lo hice, solo lo hice.

Yoongi lo mira con atención parpadeando con rapidez creyendo que es una broma del dios, pero al ver que este no ríe y le dice que cayó suelta sus manos y frunce el ceño por sus palabras.

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