Zeus se encontraba con el resto de los dioses en el Olimpo discutiendo acerca del destino de Los Herederos; hace bastantes siglos se habían concebido a estos dioses que para el resto de los dioses mayores aún eran considerados niños, así que con esto en mente Zeus y Hera planearon darles esa madurez que necesitaban estos, pues los humanos tenían muchas carencias en la Tierra y estos herederos aún no estaban del todo preparados para tomar un lugar a un lado de ellos en el Olimpo como los dioses mayores que serían.
—Los he convocado el día de hoy para que podamos hablar acerca de sus hijos—. Empezó a decir Zeus hacia el resto de los dioses.
—Sus hijos no saben en realidad lo que hacen, no tienen una idea de lo que es ser un dios y mucho menos tienen alguna preocupación por los humanos—. Mencionó Hera aburrida.
—Mi hijo sí sabe sus responsabilidades—. Dijo Hades mirando con mal humor a Hera.
—Tu hijo es muy mimado, dudo mucho que sepa poner en práctica los dones que tiene de parte tuya, por lo que Deméter me dijo suele preocuparse más por el jardín de su madre que por las almas que ingresan al Inframundo—. Dijo Zeus haciendo que Hades se callara, puede que en eso tenga un poco de razón.
—Mi hijo si sabes de sus responsabilidades—. Dijo Atenea, estaba segura de que su hijo si sabía sus responsabilidades como dios.
—Que tu hijo se la pase leyendo no significa que sepa las responsabilidades de un dios, Atenea—. Habló una vez más Zeus callando a la diosa, que giró su rostro hacia un lado por la vergüenza que le dio que Zeus haya dicho eso de su hijo, tenía razón Zeus—. Se que el resto de ustedes me va a decir lo mismo, que sus hijos ya saben las responsabilidades que tienen pero todos sabemos que no es así, es por eso que he decidido...
—Hemos—. Dijo Hera interrumpiendo a Zeus.
—... Hemos decidido que enviaremos a sus hijos a la Tierra para que puedan saber sus responsabilidades como dioses, eso es todo, se pueden ir y denle la noticia a sus hijos, se van el día de mañana.
Los dioses un tanto enojados desaparecieron de la sala del Olimpo para regresar a sus hogares y darles la noticia a sus hijos.
NamJoon
Atenea llegó a su santuario, en el pudo ver a las sacerdotisas que se encontraban allí, el número había bajado considerablemente con el paso de los siglos; con su mirada buscaba su hijo encontrándolo inmediatamente con un libro en mano, Zeus tenía razón.
—NamJoon—. Habló con voz clara la Diosa llamando a su único hijo.
—¿Sí, madre?—. Preguntó el chico una vez estuvo frente a la diosa.
—Empaca tus cosas mañana al amanecer te irás de aquí.
—¿Qu-Qué? ¿Por qué?—. Pregunto de los más confundido el dios, ¿a donde iría si su madre lo echa de su santuario? ¿A la Tierra con los humanos?
—Mi padre ha pedido que tú y los otros dioses menores vayan a la Tierra para que puedan observar a los humanos.
—Pero se todo sobre los humanos, madre—. Y en eso tenía razón, sabía todo sobre los humanos, los libros que leía eran sobre los humanos y lo que habían hecho a lo largo de los siglos.
—No sabes acerca de las necesidades que tienen, sus carencias o deseos, todo los libros que has leído hablan sobre su historia, no sobre ellos y también no has aceptado tus responsabilidades como dios—. Después de esas palabras se dio media vuelta y se fue dejando a su hijo un tanto triste por las palabras tan vacías de su madre.
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Herederos
FanfictionZeus y Hera están hartos de que los hijos de algunos de los Dioses más poderosos no sepan hacer nada, así que toman una decisión un tanto alocada, los mandan a la Tierra a convivir con los humanos para que sepan de las necesidades que los afligen, s...