CAPITULO 16

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Compañeros y misiones

parte 2

Katt

Entro en la sala principal colgada del brazo de Nicholas. Todos las mafias más poderosas del mundo están aquí y ahora.

Camino con la frente en alto y la espalda recta mientras que todos los hombres voltean a verme con aire lujurioso. Nicholas me presume con algunos clanes a quienes les damos la bienvenida a nuestro "casino".

Las tres mafias más poderosas son la Rusa, Búlgara e Italiana. Cada una manejada por seres insensibles, según lo que me habían informado la mafia Rusa no estaba muy bien posicionada en estos momentos pero aún así seguía siendo poderosa por su antigüedad.

Ahora todo el poder recae en la mafia Italiana y Búlgara. Cada una tenía un terreno fuerte y no se metían en los asuntos del otro; mantenían la paz y así ganaban todos. Hoy la mafia Búlgara mostrará delante de todos los mafiosos su nuevo método de esclavitud, lamentablemente hoy no podremos salvar a todas las chicas porque hay muchos hombres aquí como para hacer un emboscada, así que nos llevaremos algunas y las otras se quedarán a seguir sufriendo.

Nos detenemos ante un grupo de hombres de trajes elegantes que están hablando animadamente.

—Un gusto tenerlos aquí esta noche—los saluda Nicholas adentrándose en la conversación—Soy Adam Crawford y ella es Susan Herrera, somos los dueños del casino.

Los hombres lo saludaron y felicitaron por la hermosa mujer que tenía. Por su acento era la mafia italiana para ser más exactos se hacían llamar "Il Peccato"

‹‹el pecado››

Nicholas empezó a entablar una conversación, dándome chance a registrar con la mirada a todos.

—¿Se te perdió algo?—preguntan a mi lado.

Era un hombre apuesto de cabello negro y unos ojos celestes que me hacían recordar a los de alguien.

—No, solo estaba admirando las luces—mentí—Soy Susan Herrera, ¿Y usted?.

—Alex.

—¿No tiene un apellido?—Pregunté con amabilidad, tengo que sacar la mayor información posible.

—Lo siento linda, pero a lo que me dedico hace que mi apellido sea un misterio—se lleva la copa de Champagne a los labios—Espero que no te ofendas.

Finjo mi mejor sonrisa y niego con la cabeza.

—Claro que no—digo—Y dime, Alex ¿Eres un socio de la mafia?.

Me recorre con la mirada, sé lo que está pensando en este momento así que apoyo todo mi peso en una pierna para darle una mejor vista de mi trasero.

—De hecho soy la mano derecha del jefe—sus ojos me recorren— Hoy vine como su representante ya que no pudo venir por asuntos personales.

—Interesante—tomo un trago de mi copa y me relajo los labios sensualmente a propósito.

Todos están sumidos en una conversación de tráfico de armas que hace que ninguno preste atención a lo que está pasando aquí.

—Qué te parece si vamos a un lugar, no sé... ¿Más privado?—propone—Ya me cansé de mucha gente.

—¿Qué está pasando aquí?—interrumpe Nicholas—Tenemos que irnos.

El alemán me agarra del trasero y me pega contra él en una clara advertencia de que soy suya.

Le cortaré la mano por lo que acaba de hacer. Müller me jala del brazo llevándome con él.

—Si me vuelves a tocar de esa manera te clavaré mi puñal en los ojos—amenazo en voz baja pero sonriendo a Nicholas.

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