CAPITULO 28

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"Anne"

Jackson

El sol se cuela por la ventana cayéndome de lleno en la cara haciendo que abra los ojos y ruede por la cama tratando de levantarme por la pereza que me cargo de la borrachera que me di ayer.

Mi teléfono suena a mi lado provocando que gruña al ver quién me llama a estas horas, dudo en contestar pero al final lo hago.

¿Se puede saber dónde estás?!-la voz de mi padre me irrita.

-Uhmmm, creo que estoy en mi cama, ¿Quieres venir?

-¡Jackson Morgan tú madre y yo te estamos esperando hace media hora!-grita-¡Mueve el culo y ven! ¡Ahora!.

A ese viejo le dará un infarto de tanto enojarse.

-Si, si-bostezo-¿Te doy un consejo?, No te enojes tanto, la cara se te pondrá más arrugada de lo que está.

-¡Te quiero aquí! ¡Ahora!-me cuelga.

Me encanta hacerlo enojar, claro que sabía muy bien que ayer me invitaron a desayunar pero solo quise amargarles la mañana haciendo que me esperen más de la cuenta.

Con flojera me levanto de la cama para darme un baño, cuando salgo me visto con un vaquero, una playera negra y tenis. Como un chico normal y no como alguien que fuera a desayunar con el banquero más importante de todos los tiempos.

Salgo a mi cocina y tomo una manzana para el camino.

Luca me llamó hace algunas horas diciéndome que estaba en París y que se quedaría unos días, me pidió de favor que visitara a Lori e Ethan de vez en cuando en lo que el estaba de viaje.

Suertudo, en ese viaje no dudo las folladas que se meterá con katt. Esa mujer lo trae loco como idiota, claro, como no si ella es todo lo que Luca es.

Desde que apareció ella mi amigo está más libre, hace meses vivía de fiesta en fiesta acostándose con cuántas se le pasaran en frente. Ahora lo traen pero bien pendejo. Me alegro aunque noto que sus impulsos están siendo cada vez mayor, el verdadero Luca se asoma de vez en cuando y eso no es nada bueno.

Llego al perchero al lado de la puerta cuando el intercomunicador suena.

-¿Si?-pregunto cuando contesto.

-Señor Morgan buenos días-habla Richard, el recepcionista del edificio-Llamo para avisarle que hay una señorita que quiere subir a verlo.

¿Señorita? Pero si todas con las que me acuesto saben que no pueden venir si no las invito.

-Ahora bajo-informo y cuelgo.

No sé de quien se podría tratar, salgo tanto que casi nunca recibo visitas. Los únicos que se atreven a venir sin avisar son mis padre y Luca.

Bajo por el elevador sin prisa, quien sea que haya venido puede esperar un poco. Cuando llego al lobby me encuentro con Richard que está acompañado por un chica delgada, baja y andrajosa. Está despeinada, con ropa vieja y podría jurar que hasta desnutrida pero su cara me sonaba de algún lugar.

-¿Qué pasa?-pregunto cuando llego a su lado.

-La señorita aquí presente dice que lo conoce, señor-anuncia el portero.

Evaluó a la pelirroja de ojos claros.

-¿Te conozco?-le hablo al fin, sigue con la mirada baja y se cruza de brazos-Tierra llamando a alguien...-sigue sin hablar ni mirarme-¡Reacciona!

Como si mi grito la hubiera asustado da un respingo y por fin me mira a los ojos.

-Hola...Si, yo...yo..-balbucea.

TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora