CAPITULO 6

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Archer.

Luca

Ya habían pasado diez minutos.....Diez largos minutos en los que me quede contemplándola como un completo idiota. Era irreal lo que veía, había empezado con una pistola, después pasó a unas dagas, las estrellas y ahora está apunto de coger el arco y la flecha, ah, y por si olvidé mencionarlo ¡NO FALLÓ NI UNA VEZ!.

Una sonora carcajada me sacó de mis pensamientos y fijé mi atención en un tipo rubio que había saludado a Katty hace un momento.

—Yo también quedé igual de sorprendido cuando la vi—dijo moviendo la cabeza de un lado al otro.

Era de mi mismo tamaño y más fornido que yo, pero aún así no tenía una cara de miedo, sino amigable.

—Mucho gusto: Archer Vandervild— extendió su mano y tardé un segundo demás en aceptarla.

Cuando lo vi con Katty pensé que era su novio por la manera en que se miraban, pero algo me dice que no es eso, en fin, lo que pase en la vida de mi guardaespaldas no podría importarme menos de lo que me importa ahora, pero he de admitir que por un momento quise ser yo quien la tocara así...

—Luca Salvatore.

Sus ojos parecieron abrirse con sorpresa durante una fracción de segundo pero de inmediato cambió su expresión por una más neutral.

—¿Estás acostumbrado a tener un guardaespaldas?—preguntó mientras le tocaba la cabeza a un doberman de los más aterrador que por cierto no dejaba de gruñirme.

—No sé si podría llamarse guardaespaldas— dije en tono sarcástico pero a él no pareció hacerle gracia.

—Ten cuidado—dijo con un tono un poco más bajo—he visto a muchos hombre subestimarla y todos ellos se han tragado sus palabras.

Fijé mi mirada de nuevo en ella y vi como dejaba el arco en la mesa: las tres flechas habían dado justo en la cabeza. Se fue hacia los baños de damas y la perdí de vista, pero me concentré más en el perro que me gruñía a mi lado.

—Tranquilo, el no ataca— dijo Archer con voz tranquila— a menos que le ordene que lo haga.

—Es bueno saberlo—mascullé

Nos quedamos en silencio

Pasaron unos quince minutos desde que al fin regresó bañada y vestida con un jogger y un top. Archer se le acercó para darle un abrazo amistoso y ella no puso resistencia, es más, diría que se sentía cómoda, en fin. Los seguí hasta el estacionamiento mientras ella se tomaba la molestia de decirle a su perro cuanto lo extrañaría y que de verdad deseaba llevárselo con ella, puse los ojos en blanco y me dirigí al auto; cinco minutos después ella estaba sentada en el asiento del copiloto, espere a que me dijera que me bajara y tomara su lugar pero nada de eso paso.

—¿Qué esperas?- me espetó de malas maneras, esta empleada si que no sabía ponerse en su lugar.

Me giré del todo para verla fijamente

—¿No puedes ser amable conmigo?— mi voz era amable pero estaba claro que era un claro ejemplo de falsedad.

—No.

—¿Qué he hecho para merecer este desprecio?— toqué mi pecho para tratar de hacerme el ofendido.

—Nacer.

—Auch, eso dolió gatita, creo que me suicidaré por tu desprecio.

Ella hizo caso omiso a mi comentario y contempló las carreteras durante todo el trayecto de vuelta al departamento, apenas eran las dos de la tarde y moría de hambre, considere la idea de salir a comer pero considerando que tenía que llevar a esta amargada todo el día a donde yo vaya, desistí de la idea y pedí por delivery algunos ingredientes para cocinar en casa, sé que no cocinaba como un chef experto pero gracias a mi ascendencia italiana sabía preparar una pasta o al menos intentarlo. Katty se encerró en su habitación no sin antes recordarme que si quería salir debía avisarle. cogí mi móvil y le envié un mensaje a Jackson.

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