CAPITULO 42

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Sufrimiento ajeno

Luca

Salí de la casa después de ver qué Ethan y Lori estuvieran bien, había dejado a Katt con Archer pero es que primero eran los míos.

Llegué justo en el momento en el que Katt le cerraba los ojos y se incorporaba temblando.

—Está muerto...—susurraba a la nada, como una auténtica loca—Está muerto...

Las lágrimas salían en sollozos que me dolían, porque aunque el sufrimiento es ajeno no puedo evitar que me duela verla mal.

—Lo sé—trato de acercarme pero ella retrocede —Tenemos que irnos.

Se secó las lágrimas, se arregló la ropa y sin decir nada más corrió hasta el auto abriendo la maletera para sacar la galonera de combustible que siempre llevo de reserva, se acercó al cuerpo inerte de su amigo y lo vacío entero.

—¡¿Que haces?!—me acerco a ella tratando de quitarle el galón pero me empuja.

—Estoy quemando la evidencia—una lágrima se le escurre—No necesito otro funeral, no necesito otro muerto.

—Es tu amigo—se ríe—Su padre merece verlo, aunque sea por una última vez.

—¡No metas a Sebastian en esto!—me ruge—Es mi culpa que su hijo ya no esté.

—No es culpa de nadie—me enojo—¡No puedes hacer lo que te dé la gana!

—Quien me lo va a impedir, ¿tú?—se ríe de nuevo—Es mi amigo el que está tirado en el suelo, lárgate a cuidar de los tuyos que yo puedo con los míos.

—Sebastian merece verlo—reitero con fuerza—Si tú no vas a llevárselo lo haré yo, te guste o no.

—Haz lo que quieras—tira el combustible a un lado y pasa por el cuerpo de Archer—Ya no me importa lo que hagas.

La vi subirse al auto en el asiento del copiloto y esperarme ahí, la Katt que conocí cuando recién llegó, fría, sin una pizca de humanidad en ella. Cargué el cuerpo de Archer hasta la maletera y lo dejé ahí.

Subo a Ethan y Lori al auto en los asientos de atrás junto con sus maletas.

Miro a Katt quien me devuelve la mirada.

—¿Qué?—pregunta de malas maneras. Está dolida.

—Lo siento.

Es lo único que digo antes de golpearla en la cabeza con mi arma, cae inconsciente en el asiento, me va a matar por hacerle eso pero estoy convencido de que es lo mejor, su calma no es nada bueno ya que eso solo quiere decir que algo planea su cabeza. No pierdo tiempo y me voy hasta el departamento, dejo a Lori y Ethan que se acaba de dormir en el auto y subo con ella en brazos.

La dejo en su habitación y me aseguro que no haya algo con lo que se pueda lastimar antes de cerrar la puerta con seguro e irme al aeropuerto para llevarlos a la sala de embarque.

—¿ A dónde iremos?—me pregunta Lori asustada—Luca, estoy asustada.

—Tranquila—le aprieto el hombro—Quedarte aquí es muy peligroso, tienen que irse.

La dejo en la sala de espera y me aproximo a la boletería para sacar los pasajes de avión.

—Necesito dos boletos de avión en primera clase para Suiza—le pido a la encargada—Ahora.

—Señor, lo siento pero ahora no hay vuelos disponibles—revisa su pantalla—Pero hay uno disponible para mañana a primera hora.

Cuando pido algo de buena manera siempre me lo niegan, pero si algo he aprendido es que con el dinero se soluciona todo en esta vida. Firmo el cheque antes de dárselo a la trabajadora.

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