Un emo que no soporta que hagan chistes de su corta estatura, un gobernante de una galaxia destruida y una serie de sucesos que los llevarán al fin del mundo.
Cuando una noche una alta figura se cuela en su patio trasero y West descubre que no solo...
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-Esto no está funcionando -repite Jules por decimoctava vez, sus palabras son dichas con esfuerzo y entre bostezos. Está que se duerme apoyado contra el árbol, hasta sus ojos se cierran por momentos.
No entiendo por qué viniste en primer lugar... NO ESTÁS HACIENDO NADA.
-¿No será porque lo único que has hecho es vacilar con esa lata de cerveza? -dice Marina en tono jocoso. Mi hermano le guiña un ojo y da un largo sorbo a la cerveza, luego la aplasta y tira a las bolsas de la basura.
La chica se acerca con lentitud y envuelve sus brazos en el cuello de Jules -ver esto es horrible-, así que carraspeo lo más fuerte que puedo. Miro en dirección a la casa de Naomi, las ventanas están oscuras y esto da a parecer que no hay nadie.
Marina suelta una risa, luego susurra algo al oído de Jules. Él frunce el ceño de forma pensativa al escucharla, le pregunta algo y luego ambos me miran. La verdad tanto secretismo y coqueteo me confunde, empiezo a arrepentirme de haberles pedido ayuda.
Nota: No pedirle ayuda a estos dos más en la vida. Está comprobado que quedo como la orquesta completa estando con ellos.
-Bueno, hermanito. Nuestra misión de hoy será colarnos en la habitación de una chica... -ruedo los ojos, su nivel de depravación es peor es lo que creí.
A él no le importa lo que piense de él, así que toma mi brazo y se autoproclama guía oficial, lo irónico es que conozco la casa de mi amiga tan bien como la discografía de MCR.
Los tres atravesamos la calle en silencio, lo único que se logra escuchar es el murmullo del viento y las ramas de los árboles meciéndose. El inconfundible olor a basura y plantas marinas del pantano se cruza con mi nariz, al ser una noche de tanto viento el olor invade al pueblo, y no es que me disguste, es familiar, es estar en casa.
Una casa con olor a excremento, pero casa de todos modos.
Al mirar a los alrededores noto que la única casa sola es la de Naomi, las demás mantienen luces encendidas, ventanas y puertas abiertas, música saliendo de estas. Siempre me he preguntado porqué se limpian el trasero con las noticias nacionales, en ellas hay robos, tiroteos, asesinos en serie; ¿mis vecinos piensan que eso no existe? Las puertas y ventanas abiertas 24/7.
Falta un letrero que diga Róbame, es más, tómalo todo. Mi vida no me importa. Pd: deja las ventanas abiertas, ¿sí? Gracias.
-¿Seguro que está en casa? -pregunta Marina interrumpiendo el que sería el ataque-de-ira-más-racional-de-mi-vida. Llegamos a uno de los laterales de la casa, por eso su pregunta. El silencio de la casa no me convence, conozco a mi amiga. Ella está.
-En caso de que no esté podemos ir a otro lugar -comenta Jules de forma sugerente. Los labios de la chica se curvan un poco al oír esto.
