Especial: La vida en Andrómeda

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Este es un capítulo extra sobre Lukyan y su transfondo, pueden no leerlo si quieren, aunque no lo recomiendo si quieren saber más de este personaje

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Este es un capítulo extra sobre Lukyan y su transfondo, pueden no leerlo si quieren, aunque no lo recomiendo si quieren saber más de este personaje.

Lukyan

Los tres brillantes, como llamamos a los soles que iluminan nuestra existencia, se alzan por encima de mi silueta. Evito mirar directamente a ellos, ya que las orbes con las que nací son sensibles a la luz, más a la que estos desprenden.

Bajo la mirada a mi triste existencia, la que está lejos de ser tan brillante como nuestros soles ni tan placentera.

A veces deseo ser un sol, para así no ser consciente y un día cualquiera dejar de existir, arrasando con todo.

-¡¿Acaso estás pensando, 0912?! -grita uno de los vigilantes, cuyo número de identificación es 2084. Sus orbes negras con marcas violetas emiten una luz aterradora, sé que me analiza.

Me quedo callado y vuelvo al trabajo, el que ha sido el mismo desde hace 2000 años. Mis extremidades abonan la tierra negra como el carbón y después, con una ayuda mágica, siembran Olxwen -una planta medicinal que solo crece en esta región del planeta-, miro satisfecho mi trabajo, aunque la mirada del vigilante me atraviesa.

No pienso en nada.

No hago ningún gesto.

Ni siquiera respiro.

No disimula bien, porque el vigilante avanza hasta mi, tapándome la luz de los tres brillantes.

-¿Sabe los peligros que conllevan ser un esclavo, 0912? -pregunta el vigilando, hay un brillo malvado en sus orbes, el aura violeta que desprende -todos los seres de este planeta desprenden un aura violeta, pero la intensidad y el sentir de esta a los demás cambia, cambia dependiendo de la personalidad- es violenta.

No pienses.

Aunque su número de identificación no sea tan alto, él puede leer los pensamientos.

Yo, en cambio, no puedo.

Hay ocho números de identificación comunes, además de uno para los esclavos como yo. También hay otros dos números para los gobernantes y su corte, pero estos rara vez usan el número, estos tienen nombre.

Asiento con la cabeza, inexpresivo.

-Así me gusta... -susurra arrastrando las palabras, mirarlo fijamente a sus oscuras orbes es una tortura, el que me tape la vista de los tres brillantes también lo es.

Quisiera poder sublevarme, pero acabaré en el exilio si lo hago.

O podría ganarme algo peor... pero, ¿qué es peor que pasar toda tu existencia sin identidad, esperando que exploten los tres brillantes y así morir?

¡Un rival de otro planeta!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora