Un emo que no soporta que hagan chistes de su corta estatura, un gobernante de una galaxia destruida y una serie de sucesos que los llevarán al fin del mundo.
Cuando una noche una alta figura se cuela en su patio trasero y West descubre que no solo...
Sí, estoy viva. ¿Sabes quién no está vivo? Jules 🤪 🤙🏻 (Ah qué hp, mentiriiiis)
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De pronto, me encuentro tan perdido como el día después de Halloween. Cuando todo lo que sostenía entre mis brazos escapó y los dejó sin más propósito que estar a ambos lados de mi cuerpo, esperando por algo que nunca volverá.
-Este año tenemos dos nuevos compañeros -la voz emocionada de la directora taladra mis oídos. Ruedo los ojos con fastidio, ¿qué le picó?
Son las 7 de la mañana, ¿su ánimo se alimenta del sufrimiento de pre-adolescentes?
-Pasen, pasen sin pena, todos seremos muy buenos amigos.
Una chica con diadema de flores amarillas y cola de caballo entra primero. Sus ojos negros recorren todo el lugar y asiente con la cabeza como diciendo buen sitio para sufrir durante cinco años.
Amo su optimismo. No sabe lo que le espera.
Bajo los ojos. Y los vuelvo a subir porque tengo la rara sensación de qué me miran.
La nueva está sonriéndome y tengo miedo, nadie me sonríe. Ni mi propia madre. Ella solo me da consejos tristes.
-Esta jovencita que tenemos aquí se llama Naomi y viene de Chicago. De verdad, espero que sean amables con ella -la directora se acomoda los lentes en el puente de la nariz y palmea la espalda de Naomi. Ella le sonríe con unos dientes súper blancos. -Ve a sentarte con West.
Abro los ojos y la boca, y quiero protestar, pero la pelinegra corre una maratón para llegar a mi lado.
No tengo voz ni voto por aquí.
Fantástico.
-Tu nombre es súper original, ¿sabes? -comenta con voz chillona, esto una vez que toma asiento a mi lado. Una sonrisilla inicia en sus labios cuando le frunzo el ceño.
El sol en persona quiere que sea su amigo, quién lo esperaría.
-Mi papá me lo puso por un equipo de fútbol... -murmuro soplando un mechón de cabello que no deja de caerme en los ojos. No puedo negar que estoy siendo un completo idiota.
Además, mi nombre queda eliminado de los concursos de nombres originales. Creo que lo descartarían de inmediato.
-Él mío me nombró así por la modelo, cuando mi mamá se enteró lo echó de la casa por unos días. Tal vez ella hubiera preferido uno más tradicional, como Nyoko o Kaori...
¡¿Qué?! Vaya, pensé que la única familia rara era la mía.
Intento escucharla seriamente, pero una risita se me escapa.
