※Capitulo 19※

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Dolor.

¿Que es dolor?

En terminología médica, el dolor se conoce como una manifestación subjetiva de un daño posible o real a nivel de los tejidos, para que haya dolor tiene que haber contacto. Pero ese dolor no es el que Yoongi siente en este momento.

Con tocar el borde del gorro de aquel chico una gota de ilusión desbordó su ser, sin embargo, descubrir el verdadero color del cabello de Jimin lo dejó en un estado deplorable. Sintió un golpe fuerte en su corazón que quebró éste en pedazos como si de una botella de cristal se tratara.

Una lágrima recorrió su mejilla, pasando por su mandíbula para caer como pluma al suelo, con un silencioso sonido que solo se pudo percibir en el alma de el pelimenta. Y allí empezó su tormenta.

Sin saber cómo aguantarse, empezó a sollozar  con fuerza y sin cuidado alarmando al pequeño de labios gruesos.

— ¿Yoongi? ¿¡Yoon, estas bien!? — empezó a buscar aún con sus ojos cerrados al nombrado pero no pudo dar con él, por lo que  como pudo, localizó su gorro y se lo colocó rápidamente para abrir sus ojos y encontrarse con la escena más devastadora de su vida.

El pálido rostro de Yoongi estaba bañado en inagotables lágrimas que parecían brillar como perlas preciosas escondidas en el fondo del mar. Tenía una de sus manos tomando con solidez su pecho y con la otra buscaba estabilidad con la mesa a su lado. Parecía que con cada sollozo una parte de él se rompía, quedando como un rompecabezas con piezas que no encajan, en donde no hay arreglo, en donde no hay forma de volver a restaurarse.

El corazón de Jimin parecía ir a la par con el de aquel pelimenta, ya que al ver cada lágrima de este caer al suelo podía sentir que se rompía él también. Lo único que pudo hacer en ese momento fue a abrazar con todas sus fuerzas ese vulnerable cuerpo y rompió a llorar al sentir como éste temblaba entre sus brazos.

Acarició la mentolada cabellera de su amigo con calma, tratando de calmar sus propias lagrimas mientras aquel indefenso cuerpo se aferraba al suyo y empapaba toda su camisa, pero eso era lo menos importante en ese momento, Jimin solo quería que el pelimenta dejara de llorar.

Luego de casi media hora entre sollozos y tristezas, Yoongi pudo estabilizarse, pero solo un poco, sin embargo se quedó en el mismo lugar, recostando su cabeza en el hombro del menor dejando su mente a manos de sus pensamientos.

Estaba siendo aprisionado de pensamientos tanto negativos como positivos, era como si tuviera en un hombro un ángel y en el otro un demonio, donde entre los dos luchan por tomar el control de su ser.

Por un lado se decía que podía fácilmente engañar a Jimin para beneficio propio, le diría sin dudas que si son destinados, que su color de cabello era menta también y que debían estar juntos. Yoongi podría tener lo que quería y le quitaría su amor a Jimin, fácil.

¿Pero todo estaría bien?

No, no lo estaría.

Su felicidad depende de la felicidad de Jimin, y si este no tiene alegría, su mundo también se oscurecerá. No era que Jimin no quisiera estar con él, porque el menor lo quiere y el pálido lo sabe, pero su forma de querer no era la que él anhelaba. Si obliga a ese pequeño chico a estar con el contra de su voluntad, romperá su corazón y el de él al mismo tiempo.

Sí solo lo dejaba ir y amar a quien quisiera, su corazón estaría roto pero el de Jimin sería feliz.

En ese momento antes sus ojos se realizaba una guerra. El demonio trataba de atacar con fuerza a aquel Ángel con alas rotas, sin embargo, ese ser de luz se volvió más grande y más grande acabando con solo un toque al demonio lleno de irá y envidia, ganando aquella batalla y dando paso a la decisión en su mente que ya estaba tomada.

Blue Hair ◎ Kookmin  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora