※Capítulo Especial ※

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El cielo azul, el mar azul, el cabello de esa amorosa pareja también azul, ¿Que ha sido de la vida de ellos en un año?

Jimin encontró un puesto como profesor en la Academia de Artes más prestigiosa de Seúl, pues su innato talento no debía ser desperdiciado, o eso dijo el director de tal Academia. Su trabajo era de lunes a viernes, tenía mucho tiempo libre, tiempo que quería gastar con su prometido, pero era algo imposible.

Jungkook se convirtió en un excelente doctor, algo que trajo consigo más y más responsabilidades, es decir, prácticamente nada de tiempo libre. Jeon amaba su carrera, sin embargo, solo podía ver a Jimin en las noches, y sin englobar todas, pues, aveces le tocaba turno de noche, y de día, por el trabajo del menor era casi imposible verse.

Tuvieron muchas discusiones que rodeaban ese problema, el de gruesos labios le recordaba a cada instante que ser doctor es un empleo, no una prisión, y recriminaba que el hospital debía contratar más doctores y establecer un horario más justo, y la verdad, Jimin tenía toda la razón.

Park amaba el humanismo que conformaba a su pareja y sus ganas de ayudar a los demás, pero eso no quería decir que para hacerlo debía acabar con su propia salud, y teniendo turnos tan extensos sin comer y descansar lo deterioraban por completo.

Hace un mes los chicos de azulada cabellera habían vivido uno de los momentos más memorables de sus vidas, pues, el mayor de ellos, siguiendo los sentimientos de su corazón le pidió al más bajo que se uniera a el de una forma más profunda, que sus almas brillaran juntas y que sus apellidos se fusionaran en uno solo, sí, le pidió matrimonio.

Y ya saben la respuesta de Park, un rotundo sí, anexado de besos y una noche de eterno amor.

Desde ese momento la pareja ha vivido su día a día sonriendo, flotando en el aire y con un zoológico fiestero dentro de su estómago, teniendo la cuenta regresiva para el día más esperado en sus cabezas, bueno, eso pensaba Jimin.

— Jiminie, llegué — Yoongi se sentó en la mesa de aquella cafetería con aires hogareños, y Dahyun lo siguió sentándose a su lado. El olor a café y galletas de ese lugar era hipnotizante, Park siempre elegía buenos lugares para encontrarse con sus amigos.

— ¡Excente! — respondió animado — porque estoy en una caos — Un puchero apareció en sus labios haciendo reír a la pareja de cabellos menta.

— Por eso te traje esto — inquirió la fémina pasándole a Jimin un revista que contenía todo tipo de estilos de trajes, arreglos florales, recintos y todo sobre bodas — Esto fue lo que nos ayudó a Yoon y a mí — Sonrió hacia su esposo y él le devolvió la sonrisa.

— Eres mi salvadora — Emocionado tomó la revista para darle una hojeada rápida.

Yoongi y Dahyun se habían casado hace cinco meses, su boda fue algo fuera de lo común, Jimin quedó realmente encantado y quería que su boda fuera igual de hermosa que esa.

— ¿Que ha hecho Jungkook por la boda? ¿Han hablado sobre ello? — pregunta el pelimenta con seriedad, depués de todo le seguía teniendo mucho cariño a Jimin, no de forma amorosa, pero si como un hermano.

— Ah, no... — observó su café de vainilla humeante sobre la mesa y suspiró — El ha estado un poco ocupado — presionó sus labios para no decir nada más.

— ¿Que tan ocupado debe estar para no prestarle atención a su boda y a su prometido? — La molestia en Min era notable por lo que Dahyun le dió un apreton suave a su pierna por debajo de la mesa para calmarlo.

— Jimin — la fémina lo llamó. Su mirada estaba pérdida en un punto de la mesa, pero sus ojos al ser alzados demostraron tristeza — La boda es algo de ambos, si Jungkook no pone atención a esa ceremonia que es tan importante, ¿Como esperas que te de atención el resto de tu vida?

Blue Hair ◎ Kookmin  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora