Blue Hair ◎ Kookmin

※Capitulo 14※

- ¿Que hablaron? Si puedo saber claro - Dijo el pequeño de labios gruesos. Ya habían salido de la universidad los dos tomado de las manos. Apenas llegó Jimin cerca de los peliazules cuando el más bajo de ellos se despidió rápidamente y antes de desaparecer le dió una extraña mirada.

No podía evitar sentir un poco de celos, pero los evadía rápidamente ya que se supone que su "relación se basa a través de la confianza y no podía estar dudando de el amor que le tenía Jungkook.

- Realmente desde que empezó hablar dijo incoherencias - respondió Jeon recordando la extraña pero corta conversación que había tenido - Que llevaba tiempo buscandome, que al fin me encontró, que estaba muy feliz y bla bla bla - dijo restandole importancia.

- ¿Y tu que le respondiste? - inquirió el más bajo muy interesado - ¿Le hablaste de mi?

- No me dió tiempo de responder porque todo lo dijo sin pausa, además creo quedó claro que andamos juntos - sonrió de inmediato con la última frase y Jimin se sonrojó un poco. Ninguno de los dos estaba acostumbrado a decir que tenían una relación, sin embargo les encantaba.

- Emm - El más bajo quería dar su opinión pero dudaba un poco de hacerlo, porque seguro el peliazul pensaría que estaba celoso.

- Jimin, en lo poco que te conozco, aunque no lo creas te he detallado mucho y sé que quieres decir algo pero estas inseguro, en tus bellos ojos lo muestras - se detuvo y le dió un reconfortante beso en la frente - Solo dilo pequeño - siguió caminando pero toda su atención estaba dedicada a el de labios gruesos, quien suspiró antes de hablar.

- No digo esto porque sea tu destinado y eso, pero algo en él no me cuadra - ladeó su cabeza recordando la mirada fría que éste le brindó - El... Me miró de una forma que me dió escalofríos, no se sentían como celos, era algo más lo juro, no se porque lo sentí así, pero tiene algo que me da miedo - de solo hablar de eso sus vellos se erizaban y su cuerpo se volvía frío.

No sabía que pensar, pues su madre le enseñó como trabajaba él universo y las cosas que éste hacía. Le contó que el universo a veces advierte del peligro a las personas a través del cuerpo, y creía que eso era lo que le pasaba, por ello tenía tanto miedo.

Aunque pensándolo bien podría ser que estaba juzgando a alguien antes de tiempo y ya, creía que mejor era no darles más vueltas al asunto o se volvería loco.

- Hmm no se que decirte - respondió Jeon suave - puede que solo lo veas así por tu imaginación, pero de tomas maneras podemos estar pendientes - le sonrió brindándole calma a Jimin, éste le devolvió la sonrisa y así siguieron caminando en silencio.

Jungkook se detuvo frente a su casa que se supone, estaba sola. Había invitado al pequeño a cenar juntos en su hogar y éste se quiso negar hasta que el peliazul le aclaró que su madre estaría trabajando.

No era que Jimin prefería estar a solas con Jungkook si no que, le daba mucho miedo conocer a la mamá de éste. Claramente él no era su destinado y no evitaba pensar que la señora odiaría que su hijo perdiera él lazo con el universo y con ello su azulado cabello.

- Bienvenido a mi humilde hogar.

Entraron a aquella casa y Jeon le mostró toda la sala al menor. Era todo blanco y pulcro, además, muy elegante, Jimin quedó maravillado, pues, su casa parecía un arcoiris en comparación a esa.

- Es muy hermosa, Kook - sonrió empedernido al ver en uno de los estantes unas fotos de Jungkook cuando estaba pequeño.

- No tanto, yo la veo muy simple - levantó sus hombros con desinterés y tomó a Jimin de la muñeca para llevarlo a la cocina que era igual de blanca que sala - ¿Que cenamos?