※Capitulo 2※

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Jungkook soltó un gran suspiro cansado.  Eran las seis de la mañana y darse una ducha a esa hora significaba morirse de frío.

Entró a la bañera y se colocó al lado del agua cayendo, metió lentamente una mano a la ducha, pero instantáneamente la retiró porque se sentía congelada. Repitió esa acción con su pié derecho, hasta que tomó la valentía y  por fin se dio el baño.

Al salir vio el reloj con calma creyendo que todavía no era tan tarde. Pero casi le da un infarto al darse cuenta que eran las siete de la mañana.

¿Desde cuando tardo tanto bañandome? — Se preguntó.

Ah ya..

Desde siempre.

Se vistió como un cohete y bajó las escaleras tomando de la cocina una manzana para así poder aguantar el día.

— ¡JUNGKOOK TIENES QUE DESAYUNAR! — Gritó su madre al aire, porque éste ya se encontraba corriendo hacia la Universidad.

Así mismo llegó al Instituto con su cabello azulado albororado, el cual casi le llegaba a la boca. Estaba un poco sudado, y vestía de negro, como siempre, haciendolo ver un poco sexy.

Para los demás no fue nada extraño ver a Jeon llegar así.

Cuando decidió cerrarse a la humanidad se encontró con un fetiche extraño de tener el cabello largo, y así se lo había mantenido. Hizo ejercicio resaltando en su cuerpo músculos deseables y por si fuera poco se tatuó el brazo derecho completo.

Prácticamente era un dios griego.

Eso era lo que decían lo demás.

Las personas que no habían encontrado a su pareja se sentían realmente tristes ya que Jeon no compartía su mismo color de cabello, es decir, no era su destinado.

Suspiraban y suspiraban por él, pero el peliazul no lo hacía por nadie. Ni lo haría nunca...

O eso pensó.

Esa mañana estaba con un humor terrible, pues a primera hora le tocaba química, y él odiaba la química.

Pero... ¿Quien no odiaba la química?

Se encaminó a su salón a paso rápido, llegando casi media hora tarde, tocó la puerta con desgano, dejando ver en su cara de "te golpearé si me ves" Sus inmensas ganas de estudiar.

En ese momento se abrió la puerta dejando ver a su 'profesor favorito' con una notoria molestia en su rostro.

— Otra vez tarde Jeon — se hizo a un lado cediéndole el paso al peliazul — Ya sabes que tienes que hacer.

— Si si, guardar todos los utensilios del laboratorio — viró los ojos y se fue a sentar junto a su amigo.

El pelirrojo lo miraba divertido, pues, estaba acostumbrado a ver las mini peleas que se formaban con Jungkook y el viejo profesor en las horas de química.

— Por tu cara parece que dormiste como la mierda — Susurra Hoseok para que el profesor no los regañe.

— No sabía que la mierda dormía — Responde cortante. Hobi ya extrañaba al chico risueño que le decía "Eres el mejor amigo del mundo" Con una tierna sonrisa de conejo. Ahora sólo tenía al lado un cuerpo sin alma y sin alegría.

— Ya, kook~ no me trates así — palmeó suavemente su espalda. Para tratar con el peliazul la paciencia era crucial, lo bueno era que el pelirrojo era muy paciente.

Se complementaban perfectamente.

— Lo siento — bajó su cabeza apenado. A veces Jungkook necesitaba a alguien que lo hiciera reaccionar, su cuerpo se dejaba vencer por lo oscuro de su corazón haciendo que escupiera veneno de su boca y lastimara a personas que no lo merecían.

Odiaba ser así, pero al sentirse vacío su actitud era igual de vacía.

Y hasta peor.

La clase continuó sin ningún apuro dando luego de unos minutos por fin su culminación.

Después de guardar todos los implementos como castigo, Jungkook salió al lado de Hoseok en busca del novio del mayor. Los pasillos estaban llenos y el bullicio era ensordecedor, haciendo que el humor del peliazul cayera en picada.

No pudo evitar suspirar con frustración y más porque el viejo de Química les dejó tarea. Estaba por mandar todo a la mierda e irse a su casa pero algo llamó su atención.

Más bien alguién...

Un chico de altura baja pasaba silenciosamente por el medio del pasillo.

Se encontraba vestido de negro completamente, sus jeans se ajustaban a sus perfectas piernas haciendo babear a los presentes.

Llevaba puesto un gorro cubriendo todo su cabello, lentes anaranjados que resaltaban su estilo y un cubre bocas negro dándole un poco de misterio.

Todo el mundo lo veía como el chico más sensual de la Universidad.

Pero Jeon no pudo evitar pensar que se veía realmente tierno.

El peliazul no pudo apartar la mirada del chico, ni cuando se paró al frente de un casillero a sacar un libro de matemáticas.

Sí, lo estaba detallando mucho.

— ¡Jungkook! — Se sobresaltó y volteó a ver al dueño del grito mirandolo inexpresivo.

— ¿Qué? — preguntó confundido.

— ¿Como que 'qué'? Llevamos desde hace un momento llamandote y ni caso nos hacías.

— Si, Kook te quedaste como bobo viendo al nuevo — Habló Tae con cierto interés.

— ¿Es nuevo? — preguntó esta vez con notoria curiosidad.

— Te dije que estaba viendo al nuevo — volteó el menor de los pelirrojos hacia su novio — Me debes cincuenta dólares

— ¿No quieres mejor cincuenta besos? — Habló de forma coqueta

— No, dame los cincuenta dólares — extendió su mano y Hoseok le entregó el dinero con un dulce puchero en su rostro, el cual Tae besó tiernamente.

— Ay ya, no otra vez por favor — dijo esta vez Jungkook con fastidio. Siempre que se daban amor, el peliazul se mostraba reacio a todo eso.

— ¿No quieres saber sobre el nuevo? — habló Tae con sonrisa pícara.

— Sí, ahora dime

— Justo estudia conmigo, se llama Park Jimin — Jimin, que lindo nombre — El tiempo que estuvo conmigo no habló con nadie, es muy silencioso y atento a la clase, mi consejo sería que ni te le acerques, parece que tiene a su destinado.

— ¿Por qué lo dices? — dijo con una pizca de decepción en su voz.

— Pues, un chico de ultimo grado lo visitó, tenia el cabello color menta y se trataron muy melosos.

— ¿Entonces por qué no muestra su cabello?

— Haces muchas preguntas ¿sabes?

— Solo dime — habló firme, no sabía porqué, pero tenía mucha curiosidad sobre ese chico.

— ¿Por qué no se lo preguntas a él mismo? — señaló con su cabeza al frente y el peliazul volteó de inmediato.

El tierno chico estaba cerrando su casillero, tomó sus cosas y caminó justo al frente de donde él.

Sus miradas se encontraron y Jungkook puedo admirar a través de los lentes una bonita eyesmile que éste le dedicó antes de desaparecer rápidamente de su vista.

El corazón del peliazul se detuvo por un instante y sintió como el vacío en su interior se sentía lleno, otra vez...


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Hello Everybody~
¡Soy yo otra vez!
Veo que les está gustando mucho esta historia, espero le sigan dando apoyo y yo les daré amor a través de los capítulos.

Ah otra cosa, en mi perfil tengo otra historia muy cool, ¡vayan a leerla! Les aseguro que esta muy buena, denle amor también. No se olviden de votar♡

PD: Leer sus comentarios me da vida ➷

Bye~

Blue Hair ◎ Kookmin  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora