Blue Hair ◎ Kookmin

※Capitulo 31※

Un cap para ustedes con amor ♡

Jimin no aguantaba la explosión de emociones en su pecho, respiraba sonoramente y observaba el público, no podía creer lo que había hecho, era parte de su plan quitarse el gorro, pero lo que no entendía era como lo había hecho con tanta valentía, era algo digno de admirar, por lo que sonrió.

Luego de unos segundos en la misma posición, trató de encontrar con la mirada al peliazul, pero era imposible, todo el público se veía oscuro ya que los reflectores estaban solo para él, sin embargo eso no lo desanimó, ya Taehyung le había asegurado que Jungkook estaba ahí, así que con la misma sonrisa hizo una reverencia con todos los aplausos y gritos de fondo y se retiró de aquel escenario con el corazón bombeando más fuerte de lo normal.

Jeon con lágrimas en sus ojos se percató de como Jimin salía del escenario y sin pensarlo dos veces se levantó de su asiento y fué casi corriendo a los vestidores.

- Permiso, permiso - decía mientras pasaba por todos los asientos y se escabullía para encontrar al amor de su vida - ¿Donde está Park Jimin? - preguntó a algunos bailarines que se encontraban estirando ya que les tocaba presentarse.

- Ahí - señaló una habitación un chico alto, pelirosado y de labios gruesos que Jeon reconoció como el presentador del evento. Jungkook asintió con la cabeza como forma de agradecimiento y entró a la dirección que se le había dado.

Su mirada se iluminó al ver a Jimin sentado en el suelo, sin el corsé, con unos de los botones de su camisa abiertos, una mano en su corazón y con los ojos cerrados como si estuviera tratando de calmarse.

- Tu baile... - dijo Jeon asustando al de labios gruesos, quien abrió sus ojos de inmediato y se sorprendió al ver al peliazul frente a él - fue fenomenal - terminó de decir.

- ¿Tu crees? - preguntó inocente mientras de colocaba de pie.

- Lo creo.

- Jungkook, quiero pedirte perdón - inquirió avergonzado y el peliazul estaba confundido con esa actitud - No supe como expresarme ese día, me molesté y dije tonterías, de verdad perdóname.

- No tengo porque perdonarte, los dos actuamos de la manera que no debíamos, y además, es pasado, no tenemos que recordar lo que hicimos, lo que importa es el presente.

Jimin sonrió, no tenía palabras, Jungkook era un angel y no tenía duda de eso. Luego de ello hubo un silencio para nada incómodo, pero el peliazul no podía esperar para continuar.

- Jimin... - se acercó al nombrado y lo observó directamente a los ojos - ¿Lo has visto? - señaló con su mirada él cabello del menor, mientras que éste al entender bajó su cabeza nervioso.

- No - subió su mirada otra vez encontrando en la de Jungkook un brillo sumamente extraño - Creo que la valentía la dejé en el escenario - dijo desorientado.

- No puedes detenerte aquí - Tomó sus hombros y lo dirigió a la otra parte de la habitación justo en donde se encontraba un espejo de cuerpo completo que estaba cubierto por una sábana blanca - No puedes detenerte ahora que has llegado tan lejos - Giró a Jimin y los dos quedaron frente aquel espejo - Te sorprenderás - terminó de decir para tomar la Sábana y retirarla dejando al descubierto aquel espejo.

Todo pareció ocurrir en cuestión de segundos para Jimin quien observó su reflejo y al ver su cabello se llevó las manos a su boca asombrado, y sus ojos se cristalizaron. Su melena era por completo azul, el mismo que Jungkook portaba.

Al observarlo bien y compararlo con el cabello del mayor a través del espejo todo explotó, y comenzó a llorar como un bebé, las lágrimas salían a montones y su cuerpo perdía fuerza, Jungkook se dió cuenta inmediatamente por lo que rodeó a Jimin por detrás abrazandolo a su pecho, y dejó que soltara todo lo que tenía por dentro. Sabía que revelar su cabello era un gran paso para él, así que solo se quedó en silencio y acarició lentamente él abdomen del menor para calmarlo.