Al cumplir los 20 años de edad, el cabello de las personas se tornan de un color único, que solo comparten con las almas a la que están destinadas.
Jungkook al llegar a esa edad tuvo la transformación y su cabello se coloreó en un azul intenso y vi...
El solo quería disculparse con Jeon por como reaccionó ese día. Estuvo como tres horas pensando en que hacer, en saber cuál era la decisión correcta, y tomando la poca valentía que le quedaba se encaminó a enfrenrarse con el peliazul. No sabía que al encontrarlo hallaría consigo una desagradable sorpresa.
Apenas comenzó el beso, el de labios gruesos bajó su mirada al suelo, sintiendo un fuerte dolor en su pecho. Se preparó para irse de ahí pero antes dió una última mirada a la pareja, una última mirada que lo salvó de cometer otra equivocación.
No habían pasado tantos segundos cuando Jungkook empujó a Yeonjun con tanta fuerza que cayó al piso en un golpe absolutamente seco.
— ¿¡Estas loco!? — gritó Jeon pasandose el dorso de su mano derecha por su boca asqueado. El tono de voz que usó fué tan grave que Yeonjun quedó atónito en el suelo.
— Y-yo... — no sabía ni que decir, estaba asustado, nunca había visto al mayor de esa forma — S-solo es un b-beso — la voz le temblaba de los nervios.
— ¿¡Solo un beso!? ¿Crees que puedes venir y besarme si quieres? ¡No! No te lo permito, ¡No tienes el derecho! — la mirada de Jungkook era tan fría que podía congelar a toda la Universidad, algo que a Choi no le agradó.
— ¿Por que no tengo el derecho? ¡Soy tu destinado! ¿¡Por que a Jimin si se lo aceptas!? — preguntó indignado.
— Porque a Jimin... Yo lo amo — dijo el mayor más calmado y con un toque de melancolía.
— El ya no te ama a ti — eso fué como una estaca en el corazón de Jeon, pero también en el corazón de Jimin, quien había divisado toda la escena con una fiesta de emociones en su interior. El de labios gruesos quería salir de su escondite y decir, "Yo sí lo amo", pero no creía que fuese lo correcto, mejor hablaría con Jungkook cuando estuvieran a solas.
— Puede ser — sonrió de lado — pero yo soy feliz amandolo, así que no lo dejaré de amar — la sinceridad en aquellas palabras se sintió tan fuerte en el alma de Jimin que se manifestó a través de lágrimas, las cuales salieron inmediatamente de sus ojos.
Jeon era el hombre perfecto...
— Me buscarás Jungkook, cuando veas que tu cabello se comience a pintar de blanco, me buscarás, porque te aterra terminar como tu madre, y como no tendrás a Jimin como un soporte, llegarás a mi, te esperaré Jeon, ya verás — terminó de decir Yeonjun para levantarse y antes de girarse e irse le guiñó un ojo a Jungkook y con una sonrisa macabra se retiró.
Jeon se acercó a la pared más cercana y se recostó de espaldas a la misma. Cerró sus ojos y suspiró fuertemente, no era fácil para él todo lo que tenía que afrontar, pero no se rendía y eso era admirable.
Jimin sonrió al ver el hermoso perfil de Jungkook a lo lejos, para luego con parsimonia retirarse de aquel lugar, con una felicidad muy grande en tu pecho. Esa tarde iría a su casa a hablar con él, le pediría perdón, estaba muy seguro.
Esperaba que todo se solucionara...
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