Ya no conocían el frío.
Todo era extremadamente caluroso, sus cuerpos exigían la liberación de las ropas que parecían ahogarlos más. Se sentía todo tan bien, se sentía perfecto.
La mente de Jimin estaba desconectada, lo único que podía pensar era que quería que esa sensación crecieron más y más. Sus caderas en el baile nunca se habían movido tan bien como lo hacía en ese momento. Parecía estar creando la coreografía perfecta proveniente del mismo universo. No quería parar.
Pero eso no era lo que el peliazul pensaba.
Jungkook disfrutaba completamente de aquella fricción, de los labios de Jimin sobre los suyos, disfrutaba recorrer con su manos el curvilíneo cuerpo del menor, claro que lo hacía. Sin embargo en su mente habían muchas advertencias.
El era un hombre aficionada del romance, y como buen conocedor del amor entre parejas, sabía que aquello que estaban haciendo no era correcto. No lo era, los dos eran vírgenes, esa sería su primera vez, y ¿De verdad la perdierían de esa forma? ¿En un estudio? ¿Sobre una silla?
No era para nada lo correcto.
Otra cosa sería si su relación no fuera tan fuerte, que solo se dejaran guiar por el deseo sexual sin compromiso, pero ese no era su caso. Más bien se amaban tanto que sentían que su amor era el mas fuerte y puro que haya pisado la tierra. Tenían una maravillosa teoría de que el universo no los juntó por que su amor era demasiado para el mundo, y ahí estaban luchando contra todo.
Ahora debían luchar más contra sus deseos y dejar ese gran paso para un gran momento.
- Jimin - dijo separándose del beso y presionando sus manos sobre la cadera del menor para detener sus movimientos. Con aquellas acciones, el menor observó directamente a sus ojos confundido, pero en ellos resaltaba un brillo que parecía irreal. Cada vez se enamoraba más de ese chico - Creo que debemos parar - Aquella frase sonó apagada, pero sabía que había tomado la mejor decisión.
- ¿P-por qué? - preguntó con voz temblorosa - ¿No te gusta mi físico, verdad? ¿O es que no lo se hacer bien? Dios, es que soy un desastre, yo solo... - Jungkook lo interrumpió con un beso y dejó reposar sus manos a cada lado de su cara.
- No pequeño, no es eso, es que no quiero que nuestra primera vez sea así - Toda la devastada expresión que estaba en el rostro de Jimin desapareció dejando en este una gran sonrisa.
- No había pensado en eso - Esta vez el menor se acercó para darle un abrazo lleno de cariño al peliazul - ¿Que hice para merecerte?
- Tu solo me viste con esos ojos sonrientes y yo ya era tuyo - Jimin se separó al borde de las lágrimas y besó a Jungkook, siendo un beso en vez de lujurioso y apasionado, uno lleno de ternura.
- Bueno, bueno - el menor se levantó del regazo del peliazul y extendió sus brazos hacia él - Para quitarnos esta calentura mejor pongamosno a bailar - Eso último hizo que Jungkook abriera sus ojos con sorpresa.
- ¡Pero, yo no se bailar! Soy dos pies izquierdos, ¡enserio! - dice alterado pero a la vez divertido.
- Yo te enseño, vamos - movió sus manos instándole a tomarlas. Jungkook lo pensó un poco pero luego tomó las manos del menor y se levantó para 'bailar' con él. Hacer el ridículo por su amado novio si valía la pena.
Jimin colocó una música muy movida y a todo volumen comenzando a mover su cuerpo de una manera liberal pero excelente, el baile parecía estar en sus venas.
- Dios, no se como hacerlo - dió una carcajada llena de vergüenza y nerviosismo.
- Kook, es fácil - Tomó sus manos por segunda vez - Solo debes dejarte llevar, yo te guiaré - y solo una sonrisa por parte del menor bastó para que Jungkook acatara todas sus ordenes.
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Blue Hair ◎ Kookmin
Fiction généraleAl cumplir los 20 años de edad, el cabello de las personas se tornan de un color único, que solo comparten con las almas a la que están destinadas. Jungkook al llegar a esa edad tuvo la transformación y su cabello se coloreó en un azul intenso y vi...