Yoongi respiró profundamente y arregló un poco más su abrigo antes de salir de su casa esa mañana. Ya el otoño había llegado soplando una ventisca helada como bienvenida. El pelimenta agradecía el clima frío pues además de poder usar un gorro para cubrir lo blanco de su cabello sin tener que dar explicación, sentía que el ambiente congeniaba completamente bien con sus sentimientos en ese momento.
Caminaba por la rugosa acera siendo acompañado por grandes árboles que tomaban tonos anaranjados en sus hojas y algunas caían al suelo, igual que su corazón.
Ver parejas destinadas caminar y sonreírse de manera amorosa no lo ayudaba en nada, por lo que apresuró su paso y llegó hasta la puerta de la Universidad. Se detuvo un momento para regular su respiración y descansar, para luego avanzar con parsimonia a su primera clase.
Los dolores en su cabeza y la debilidad en su cuerpo todavía seguían persistentes pero a él no le importaba ya, ahora tenía una nueva curiosidad desbloqueada y era encontrar al "destinado" de Jungkook.
Necesitaba verlo con sus propios ojos para luego ponerse a indagar a fondo, y es que, nunca a lo largo de su vida, había escuchado hablar sobre tres personas con el mismo color de cabello. En la historia de la humanidad en sí, eso era algo imposible. Si era verdad que cuando moría una persona su color de cabello era dada a otra pareja destinada, pero todo siempre era en PAREJAS.
Su cerebro de verdad parecía convulsionar con cada una de las teorías que creaba, aunque tenía dos resaltantes:
1 ) El destino por primera vez en la historia humana, creó tres personas destinadas.
2 ) Ese 'Destinado' en realidad era una farsa.
No podía sacar una conclusión apresurada de ello, pero algo en su interior se inclinaba por la segunda opción.
Por andar al pendiente de su crisis mental no se fijó que ya estaba al frente de las escaleras y tropezó con el primer escalón de ésta. Hubiera caído, y muy fuerte por lo débil que se encontraba, de no ser por una mano que tomó con fuerza su brazo y lo salvó de golpearse contra el suelo. Alzó su vista para ver a su Salvador y se encontró con quien menos se esperaba.
— ¿Estas bien? — Dijo Jungkook al ver como el pálido se quedaba en completo silencio.
— Ehh si, gracias — Ahora se sentía más débil de lo que estaba. No era muy fácil encontrarse con el destinado del chico que te gusta, y menos que el mismo te haya salvado. Yoongi quería aunque sea odiarlo un poco, pero, ¿Como podía si todo de Jungkook parecía ser completamente bueno?
Sentía que ese peliazul merecía más a Jimin que él, y eso le dolía.
— Yoongi, ¿no? — Preguntó el peliazul rogando no haberse equivocado con el nombre. Sus ojos tenían unos brillos singulares y desprendía amabilidad en todos sus poros, haciendo sentir a Yoongi que la mala persona era él al juzgar mal a Jungkook.
Sabía que el peliazul se había dado cuenta de su enamoramiento con Jimin, y pensó que éste a ser novio del chico de gruesos labios, sería arrogante y altanero con él, pero ahí estaba, lo salvó de una caída y lo miraba amable.
Desgraciadamente, es el chico perfecto para Jimin.
— Si, ese es mi nombre, y tu eres Jungkook si no me equivoco — Trató todo lo posible para que su voz no sonara apagada, y al soltar aquellas palabras se dió cuenta que hizo un buen trabajo.
— Si, ese soy yo — Le regaló una sonrisa que el pelimenta no supo interpretar, tampoco sabía que decir, su mente estaba bloqueada, pero fué salvado por el grito de un chico.
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Blue Hair ◎ Kookmin
General FictionAl cumplir los 20 años de edad, el cabello de las personas se tornan de un color único, que solo comparten con las almas a la que están destinadas. Jungkook al llegar a esa edad tuvo la transformación y su cabello se coloreó en un azul intenso y vi...