Al cumplir los 20 años de edad, el cabello de las personas se tornan de un color único, que solo comparten con las almas a la que están destinadas.
Jungkook al llegar a esa edad tuvo la transformación y su cabello se coloreó en un azul intenso y vi...
Yoongi tenía en mente dos posibles respuestas para poder descubrir un poco más de la verdad.
Primero. Si aceptaba era porque él no era el farsante.
Segundo. Si se negaba sin una razón buena, claramente era porque no quería mojar su cabello y que descubrieran la verdad.
— Entonces, ¿Que dices, amigo? — repitió Yoongi esperando que Yeonjun contestara, lo que no sabía es que el peliazul era muy astuto.
— Dejame ver, ¿Si? El viernes tengo un examen un poco fuerte a última hora, pero si termino a tiempo sin duda iré — respondió tranquilo y sin un poco de nervios en su voz, tanto que destabilizó completamente la seguridad que Yoongi tenía al principio.
Tenía muy bien pensado las dos respuestas que podría decir, pero no esperaba que él diera una que no aceptaba pero tampoco negada su piscinada el viernes. Obviamente no pudo aclarar nada, su plan que parecía brillar tuvo un decayente comienzo, sin embargo, eso no significaba que él se iba a rendir.
— Bueno, igual me avisas en el Instituto, te dejó porque debo buscar un libro — dió unos suaves golpes sobre el hombro del peliazul.
— Esta bien, nos vemos luego — le sonrió amable y siguió su camino dejando a Yoongi solo en ese lugar y con la misma interrogante, sin poder avanzar ni un poco en su plan, bueno, ya habría tiempo para eso.
Yoongi sacudió su cabeza tratando de sacar todos los pensamientos y concentrarse en la razón por la cual estaba en ese lugar. Sus ojos brillaron al ver entre todos los libros uno con una carátula dorada pero desgastada. Rápidamente fue a tomarlo y sonrió cuando confirmó que ese era el libro que él buscaba.
— Ohh — silbó con cansancio al ver el grosor del libro — Supongo que tendré que leer de más — suspirando pero sin quitar su emoción por aquel libro caminó escaleras abajo para poder llenar su mente y saciar su curiosidad para ayudar a Jimin.
Si les dijeran que dieran un ejemplo de que es el verdadero amor, Yoongi sería el mejor ejemplo en su mayor esplendor.
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Ya la mañana de otro día se presenciaba con la luz de un brillante sol que salía para iluminar la vida de varias personas, así como la de Jimin, quien camimaba animado hacia el Instituto.
Ese día no tenía clases si no que solo debía ensayar en todo el día, y todo era porque el recital estaba muy próximo y tenía que poner todo su empeño para que saliera bien.
Entró al Instituto y sin pensarlo mucho se dirigió a la Sala de prácticas que había sido apartada solo para él. Jungkook y él habían decidido no verse hasta la tarde para que el menor pudiera concentrarse bien, pero toda concentración se fue al desagüe cuando al entrar a lugar de ensayo su cerebro se llenó de pensamientos sobre el momento cuando casi tiene relaciones con el peliazul.
