Mateo al rescate

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NARRA ABRAHAM

Fui a abrir la puerta y me encontré con él cara a cara, ¿qué estaba haciendo aquí? No estaba de humor para aguantarlo más. Que insistentes pueden ser algunos para ponerme de malas.

David- Que carita... apenas abres la puerta y ya estás de mal humor.

Abraham- Tony está ocupado, vuelve otro día.

David- que mal, quería hablar con él, estoy MUY aburrido.

Abraham- él no es tu juguete, vete a otro lado y no molestes.

David- oye, tranquilo viejo... No te he hecho nada para que me trates así. -- Gruñí molesto -- Oye, por cierto, ¿en dónde está ___? Quiero hablar con ella, parece muy linda.

Abraham- no te le acerques, además, no está en casa.

David- tranquilo, no me gusta si es lo que piensas, es muy linda, pero no es mi tipo, además.....ESPERA -- gritó, tan fuerte que me asustó y di un pequeño salto -- ¿acabas de decir que no está? ABRAHAM -- me agarró de los hombros y me comenzó a sacudir como a un trapo -- ¿EN DÓNDE ESTÁ? ¿¡ESTÁ CON SANTIAGO!?

Abraham- suéltame -- con un manotazo le quité las manos de mis hombros -- sí, está con él, no me lo recuerdes.

David- no, no, no, no, no puede ser, Abraham, debemos ir por ella, CORRE PELIGRO.

Abraham- ¿de qué estás hablando? -- Me comencé a inquietar, sabía que no debía confiar en él...

David- ABRAHAM, él te odia, me dijo que algún día se vengará de ti, pero no le tomé importancia y cuando pasé por su casa ayer escuché como dijo que no sé quién no se le iba a escapar y que sería suya, pensé que estaría hablando de su novia u otra chica. Aunque él no tiene novia y...

No lo dejé terminar, antes de que siquiera yo lo notara ya lo había aventado hacia un lado, siempre tengo las llaves de mi coche en el bolsillo y por primera vez agradecí eso. Escuché cómo David me gritaba no sé qué cosa desde lejos, pero lo ignoré por completo. Subí a mi coche y en menos de 5 segundos lo encendí y lo puse en marcha.

Maneje a toda velocidad sin saber a dónde iba exactamente, como era de noche no habían casi carros y me puse a pensar en dónde podrían estar. El único lugar que se me ocurrió fue su casa, así que me dirigí allí.

Cuando llegué busqué por toda la casa, cuartos, baños, el jardín, vestíbulo, pero nada. La casa estaba llena de gente que no conocía, excepto por algunos amigos y chicas con las que había salido antes. Estaba irritado, no me importaba aventar a la gente que se ponía en mi camino, sólo pensaba en cosas horribles que Santiago le podría estar haciendo, ¿cómo pude ser tan tonto?

Al menos reconoces que fuiste un idiota al dejarla ir.

Eso no me ayuda en nada, sólo cállate.

Me estaba dando por vencido, cuando por milagro encuentro al padre de Santiago sentado en un sillón bebiendo vino. Llegué hasta él, como había estado corriendo por no sé cuánto tiempo mi voz salía cortada y lenta.

Abraham- buenas noches señor.... ¿Sabe en dónde se encuentra su hijo?

Víctor (padre de Santi)- no lo sé, sólo me dijo que saldría un momento a arreglar un asunto, y se llevó las llaves de mi carro.

Abraham- gracias -- dije de mala gana, enojado, pero no le tomé importancia a si lo notó o no.

Me di la vuelta y cuando estaba a punto de salir me dijo.

Víctor- ¡ah! por cierto, ahora que lo recuerdo, salió con una chica muy bonita, creo que es su novia porque estuvieron juntos toda la noche, supongo que están en el parque que está a una calle de aquí, porque a esta hora todo está cerrado. Abraham, por favor no los molestes, es la primera chica que trae a la casa que es decente y eso me agrada.

No contesté, sólo asentí dándole la espalda y salí. No podía decirle que su futuro heredero y único hijo era ESA clase de persona loca que haría lo que fuera por lograr su cometido, Vengarse, aunque no sé de qué, él es el único que me ha molestado.

Subí a mi coche y lo puse en marcha, llegué en minutos al parque, bajé del coche, lo cerré y corrí, corrí tan rápido como pude. Segundos después, encontré el carro rojo de Víctor estacionado, me acerqué por detrás para ver qué es lo que estaba pasando, ¿cómo es que me apresuré tanto en llegar y ahora que estoy aquí no tengo ni idea de qué hacer?

Me estaba acercando lento al carro, cuando escuché los gritos de ___.

__- AYUDA, POR FAVOR. ¡¡NOO!!

Corrí hacia ellos, abrí la puerta del conductor lo más rápido que pude sin pensarlo. Al ver la escena que Santiago estaba montando no pude pensar, tenía el corazón a mil por minuto. Estaba enojado, triste, irritado, molesto conmigo por dejarla ir. No puedo expresar qué sentía en ese momento. Vi a ___ llorando, su cara pálida e hinchada, su vestido todo desgarrado y su cuerpo temblando de miedo, tenía marcas en la piel y rasguños, su cara estaba totalmente deformada del horror que sentía y sólo estaba tratando de golpearlo, pero no servía de nada. Podría jurar que escuché a Santiago susurrarle algo al oído mientras ella gritaba. No se habían dado cuenta de que yo estaba ahí.

Abraham- ¡MALDITO! -- grité furioso.

Santiago se quitó lo más rápido que pudo de encima de ____. Lo tomé de la camisa y lo arrastré lo más lejos que pude de ___ y del carro. Con todas mis fuerzas lo golpeé, le di un puñetazo en la cara y del dolor cayó al suelo, no podía pensar, estaba más que enojado, tenía mucho odio y rabia y me tenía que desquitar. Lo comencé a patear, yo sólo lo golpeaba mientras escuchaba cómo él gritaba de dolor. Quería detenerme pero escuchaba como ___ lloraba en el auto y me volvía el odio hacia él.

Abraham- ¡ERES UN COBARDE! MALDITO, TE VOY A MATAR.

Santiago- ¡p-paz-para! POR FAVOR, per-perdóname.

Estaba tan concentrado en golpearlo que no había notado que ___ ya no estaba en el carro, sino detrás de mí.

NARRA ___

Mateo agarró por el cuello de la camisa a Santiago y se lo llevó muy lejos del coche, aún estaba asustada, no podía reaccionar, no podía creer lo que estaba pasando, si Mateo no hubiera llegado yo..... No sé qué habría pasado. Abracé mis piernas y comencé a llorar cada vez más fuerte. De pronto escucho cómo Santiago comienza a gritar de dolor y Mateo gruñía muy fuerte mientras le gritaba cosas horribles a Santiago.

Bajé del coche lo más rápido que pude, todo el cuerpo aún me temblaba y me dolía. Veo cómo de lejos Mateo pateaba a Santiago y él estaba tirado en el suelo. Abrazando sus piernas mientras recibía las patadas.

Corrí hasta ponerme detrás de Mateo, veía el odio y la furia en su mirada, me quedé congelada unos segundos mientras miraba todo aterrada. Pero al ver la sangre de Santiago caer al suelo, desperté del trance.

__- ¡Mateo! Para, por favor...

Mateo no me escuchaba, estaba muy concentrado y gritaba tan fuerte que apenas y escuchaba yo mi propia voz.

Me acerqué más a él y alcancé a tomar el brazo de Mateo para detenerlo, pude sentir cómo Mateo se sobresaltó al sentirme, pero se detuvo de repente. Se giró, me miró por unos segundos y me abrazó, al principio me asusté, pensé que me gritaría, que me diría "te lo dije, te dije que te alejaras de él", que me golpearía o me dejaría sóla de nuevo. Pero nada de eso pasó, sólo me abrazó muy fuerte y me susurró en el oído: "lo lamento, me alegra que estés bien".

No sé si fue mi imaginación, pero sentí que Mateo estaba temblando, quizá por el miedo de que me hubiera pasado algo o quizás por el enojo que aún tenía. Una lágrima corrió por mi mejilla y le correspondí el abrazo mientras de nuevo lloraba, pero ya no era de miedo, eran lágrimas de felicidad, porque por primera vez en la vida puedo decir que alguien me cuida y se preocupa por mí. Sé que de ahora en adelanté ya no estaré sola.

Mientras lo abrazaba miré a Santiago, se había desmayado.


Mi primera esperanza (Abraham Mateo) (Corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora